Hay médicos y pseudocientíficos que tratan de darse importancia en los medios de comunicación dando a entender que «todos las dietas» son malas para la salud.
Eso es absurdo, y ya he dejado constancia en varias ocasiones de la mala opinión que me suscitan posiciones estériles y negativas de este tipo (pero en apariencia útiles para aquellos a quienes les gusta salir por la tele).
Evidentemente, hay regímenes alimentarios sanos y los hay que no lo son. Si su dieta es malsana, sin duda es recomendable que lo cambie por otro sano.
Por ejemplo, todo lo que pueda hacer por reducir el consumo de azúcares y de alimentos harinosos (cereales, incluidos los cereales integrales) será bueno para su salud.
Todo lo que pueda hacer por comer menos alimentos a la brasa o tostados (especialmente a la barbacoa) tendrá efectos buenísimos en su salud.
Todo lo que pueda hacer por beber más agua pura y tomar menos bebidas azucaradas, aromatizadas o alcohólicas será bueno para su salud.
Hoy no voy a explicar de nuevo el porqué. Son temas que ya he tratado y sobre los que hablo muy a menudo en Saludnutricionbienestar.com, y de los que sin duda volveré a hablar.
Lo que quiero hacer hoy es compartir con usted un consejo muy sencillo que le ayudará a cambiar el régimen de alimentación… y a que se mantenga firme en su determinación. Se trata, en efecto, de la eterna pregunta: ¿cómo conseguir no saltarse la dieta que sabemos que tenemos que llevar? ¿Cómo no tirar la toalla? ¿Cómo evitar el fenómeno «yo-yo»?
Hasta donde yo sé, quienes proponen determinadas dietas no entran a dar respuesta a estas preguntas. Sin embargo, si no les encontramos respuesta, lo que propongan pierde todo su interés.
Así que le voy a contar mi truco, aunque no garantizo que vaya a funcionar para todo el mundo. Pero funcionó conmigo y, según he podido observar, ha funcionado también en personas de mi entorno que un día decidieron cambiar su régimen alimentario y lo cumplieron.
Esto es lo que me pasó. Hoy en día, yo sigo una dieta sin gluten, es decir, no como trigo, alimentos que contengan trigo (pan, pasta, galletas, carne o pescado empanado) y casi ningún cereal.
Y eso que yo siempre había sido consumidor habitual de pan, bollería, dulces, galletas, pasta y cereales de todo tipo. Me gustaban en especial las tostadas de pan rústico, con una buena capa de mantequilla y de mermelada de grosella.
Los cruasanes recién salidos del horno también eran mi debilidad. Y me encantaba viajar a Italia por sus suculentas pizzas, su pasta al dente «alle vongole» (con almejas) o «all’arrabbiata» (con tomate, ajo y guindilla), sus lasañas…
Pero también notaba que tenía una digestión pesada. Siempre, después de deleitarme con estos platos, sentía un pesado malestar en el intestino.
Primero intenté convencerme de que mi malestar se debía a los productos lácteos. ¡Me parecía más fácil deshacerme de ellos que privarme para siempre de todos los maravillosos alimentos que contienen trigo y, por lo tanto, gluten!
Al ver que al dejar la leche nada había cambiado, intenté en varias ocasiones dejar el trigo, pero nunca conseguía aguantar más de dos o tres días; en cualquier caso, no lo suficiente como para notar la diferencia.
Y así estuve hasta los… 37 años.
No obstante, poco a poco, y sin darme cuenta, mis lecturas sobre medicina y salud me hicieron acumular conocimientos cada vez más amplios sobre los desastrosos efectos que conlleva a largo plazo para la salud no hacer caso a los problemas digestivos. Tuve claro que mis problemas intestinales implicaban una mala absorción de los nutrientes y que, por ello, iba a desarrollar carencias, que son un foco de enfermedades.
Me di cuenta de que tener el intestino constantemente irritado también era causa de enfermedades autoinmunes. Comprendí que una flora intestinal de mala calidad ponía en riesgo todo el sistema inmunitario, y que iba a hacerme cada vez más vulnerable a las enfermedades infecciosas. Aprendí que imponer al sistema digestivo un alimento que no tolera acaba por volver la pared del intestino más porosa, que grandes proteínas alimenticias iban a pasar tarde o temprano a mi sangre provocando alergias, artrosis y otros problemas de salud.
Durante años, una conciencia simplemente teórica de estos problemas, obtenida a base de acumular conocimientos, no bastó para motivarme a renunciar por completo al trigo.
Y entonces un día, sin esperarlo, leí el enésimo libro sobre los efectos del trigo y el gluten… y todo cobró sentido. El libro no contenía ninguna información decisiva que no conociera ya. No era más que un libro de divulgación, como tantísimos otros que ya había leído. Pero fue en ese momento cuando de pronto sentí la necesidad de poner en práctica por fin las recomendaciones que había leído hasta entonces y de las que estaba convencido «en mi cabeza», pero no «en mi estómago».
De repente, todas las ideas de las que me había impregnado cristalizaron en mí para pasar al nivel de las emociones. Ese pan, esas pizzas, esa pasta, esos bollos que tanto me habían apetecido hasta entonces empezaron a provocarme una sensación de asco. Me di cuenta de que eran un verdadero veneno potencial para mí, y por fin empecé a verlo como tal.
De modo que no tuve que hacer ningún esfuerzo para dejar de comerlos. ¡Se había convertido en una obviedad!
Al cabo de una semana, constaté que efectivamente mis problemas intestinales habían desaparecido.
Aquello me alegró, lógicamente, pero en el fondo no cambió casi nada de mi motivación por no comer más productos a base de trigo. Y es que había llegado a un punto en el que estaba tan convencido de que el trigo moderno era tóxico, en el que ver una baguette para mí estaba tan relacionado con los efectos nocivos de ese alimento sobre todas mis células, que ya ni siquiera tenía ganas de comérmela.
Y aquí es donde llegamos a un aspecto clave del problema de las dietas: el drama, tan extendido, de quien consigue alcanzar su objetivo de peso, ¡pero que abandona entonces la dieta y empieza a engordar incluso más que antes!
Si se piensa bien este fenómeno es perfectamente comprensible. Y es que, de hecho, la satisfacción de haber adelgazado no es en sí suficiente como para motivar a esa persona a seguir privándose de alimentos que le encantan.
Este elemento es absolutamente esencial, y sin embargo nunca se explica. A largo plazo, no es el estado de salud concreto que nos ponemos por objetivo -y que quizá incluso hemos alcanzado- lo que podrá motivarnos a no rendirnos en nuestra buena causa. Es necesario que esa causa como tal nos parezca deseable.
En mi caso, mis problemas digestivos no eran la motivación para dejar el gluten. ¡Era el gluten en sí lo que empecé a detestar!
Del mismo modo, durante mucho tiempo, cuando entraba en un supermercado, salivaba al ver los envases multicolores de patatas fritas, frutos secos, helados, barritas azucaradas, platos preparados y bollos, y rara vez me resistía a comprar algo.
Había pasado años estudiando sus efectos sobre el organismo, pero aquello no me convenció para dejar de comerlos, por mucho que me pesara en la conciencia cuando lo hacía. Entonces un día, a fuerza de pensar en los azúcares, las grasas malas, los aditivos que contienen, por no hablar de sus condiciones de producción en fábrica, todos estos productos empezaron a desagradarme profundamente. Y sólo así dejé de tomarlos, esta vez sin ningún esfuerzo y creo que para siempre.
Hasta el punto que, cuando veo a alguien comerlos, aunque parezca que disfruta con ellos, ¡me da lástima!
Hasta que uno no alcance ese estado, no renunciará realmente a la comida basura. No lo hará si se dice: «Mmm… cómo me apetece esa chocolatina; pero no me la voy a tomar porque tengo que adelgazar«. Francamente, la tentación de sacrificar el largo plazo (perder peso) en beneficio del corto plazo (el placer de comerse la chocolatina) es demasiado fuerte como para esperar contenerse para siempre.
Más de uno a quien han operado de cáncer de pulmón ha seguido fumando a pesar de tener la certeza de que eso fomenta la recaída.
Y es que el hecho de saber «en teoría» que «fumar mata», como dicen los paquetes de tabaco, no basta para renunciar al placer y al hábito del tabaco. Las personas que dejan de fumar del todo, en general no lo hacen más que a partir del momento en el que sienten cierto miedo al ver un cigarrillo y eso les obliga a huir. Como por ejemplo después de haber visto a un pariente cercano morir agonizante de cáncer.
Este fenómeno se explica por lo que yo llamo «sana resistencia al cambio». Es un reflejo que hace que todo individuo, cualesquiera que sean las ideas nuevas que se le pasen por la cabeza, tenga tendencia a retomar, antes o después, sus costumbres.
Cuando uno se enfrenta a una idea nueva en la vida, a una nueva oportunidad, esté lo entusiasmado que esté por ella, ese entusiasmo será más débil al día siguiente, más aún el día de después, y acabará muy probablemente por desaparecer tras unos días, semanas o meses, hasta que haya vuelto al estado psicológico anterior.
Esto puede parecer triste, o incluso desesperante, pero este mecanismo psicológico suele ser extremadamente positivo y útil para la sociedad, ya que si cada uno de nosotros cambiara de manera constante de comportamiento, por completo y para siempre, a cada libro, encuentro, discurso o programa convincente que escucháramos, dejaríamos de tener estabilidad en la vida, el comportamiento ya no sería predecible para el entorno, no habría entonces instituciones estables. La sociedad viviría en un estado de revolución permanente donde cada uno sería a cada instante capaz de todo, y entonces no habría planes a largo plazo posibles para nadie.
Salvo contadas excepciones, los únicos cambios que se imponen y perduran en la vida son fruto, no de una idea que se nos presenta una vez, sino de una a la que nos hemos enfrentado una vez y otra y otra y otra…
Por eso, las únicas personas que conozco que cambian de vida y luego se mantienen firmes en su causa son aquellas que, como yo, se han empapado intensamente y por un tiempo de los hechos que demuestran que es necesario cambiar.
Esto implica ver programas y documentales sobre el tema, asistir a conferencias, hablar de ello en nuestro entorno, comprar libros y leer. A menudo creemos que no sirve para nada, que no ponemos en práctica todos estos consejos lo suficiente. Pero el trabajo se hace en el subconsciente. Un buen día, y nadie sabe cuándo ocurrirá, sentirá que ha llegado el momento de cambiar… y lo hará.
Si hace tiempo que leenuestro blog www.saludnutricionbienestar.com, pero no ha cambiado nada de su modo de vida, tenga paciencia y confianza.
No puedo decirle con exactitud en qué momento lo que le voy contando traspasará a su nivel emocional, hasta el punto de que sólo podrá comer y vivir sano.
Pero aproveche la frecuencia con la que escribo. Si saludnutricionbienestar.com empieza realmente a formar parte de su día a día, puedo asegurarle que un día, de golpe y porrazo, se dirá como yo me dije: «Andá, ¡pero si estaba claro!». Abrirá los armarios de la cocina, se deshará de todas las harinas, fritos, pastas y azúcares, y ya sólo tendrá ganas de una alimentación sana a base de fruta y verduras frescas, de buen pescado, huevos ecológicos y buena carne.
A algunos esto les pasará en las próximas semanas. Otros necesitarán todavía más historias, anécdotas y estudios científicos para que lo que les cuento les llegue al estómago y sientan la «necesidad», y no ya el simple deseo, de llevar mis consejos a la práctica.
Otros, incluso, tendrán que dejar de leer este blog durante un tiempo, pasar a otra cosa, descubrir otras publicaciones sobre salud, volver a la medicina convencional, seguir su camino. Cuando llegue de nuevo el momento en el que tengan realmente ganas, retomarán esta lectura y se darán cuenta de que han evolucionado.
Y puede que sea después de varias idas y venidas de este tipo cuando el cambio se imponga en usted. Sin esfuerzo, sin sacrificios.
Así podrá dar por fin con una salud óptima que perdure.
Y usted… ¿ha llegado a convencerse de que necesita un cambio en su alimentación y en su estilo de vida? ¿Está ya en el camino de vivir y comer sano? Le invito a compartir su testimonio y sus experiencias con el resto de lectores de saludnutricionbienestar.com dejando un comentario un poco más abajo
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Felicidades una vez más, señor Dupuis. Siempre es un placer leer sus artículos… y llevar sus consejos a la práctica.
¡Cierto! Yo veo esas estanterías en los supermercados llenas de bolsas de colores con productos elaborados dentro y pienso: ¡qué asco, cuánta guarrería! y soy incapaz de comerlos 🙂
¿Y si al comer gluten y/o trigo no sientes molestia alguna? ¿Es aconsejable en ese caso dejar de comer los alimentos que contengan trigo?
Llevamos comiendo cereales toda la vida, es duro pensar de repente que no son buenos.
Gracias y un saludo
Gracias por este post!!!! Que alivio siento ahora!!!
Me encuentro en esa etapa en la que llevo tiempo documentándome sobre la alimentación, alimentos, lo que hace bien o mal. Soy consciente de como me siento cuando como sano y cuando no, noto lo que me sucede pero todavía no he hecho el clic.
Pero si estoy en ese punto en el que pienso, si sé que es malo para mí por qué sigo con estos hábitos o caigo en tentaciones… y creía que tenía un problema jajaja.
Está claro que poco a poco todo irá calando en mi interior hasta dar ese paso… Tu post me ha ayudado mucho a entender que a veces solo hay que tener paciencia, que aunque parezca que no, algo está sucediendo en mi interior y voy bien encaminada.
Muchas gracias!
Sin tener una relación directa con la información recibida en el día de hoy, y pido perdón por ello, por haber tenido conocimiento de un producto «natural» que se está recomendado para la lucha contra el cáncer y pese a la información que ya he obtenido por medio de Internet, rogaría conocer su opinión, si es posible. Lo considero de sumo interés. Se llama Graviola.
Gracias anticipadas.
Hace años que conozco estos consejos y los hemos puesto en practica toda la familia. Puedo asegurar que notas los efectos y los resultados a corto, medio y largo plazo.
Me gustaría saber el nombre del libro y el autor al que hace mención.
Gracias
Le felicito por su artículo. Pero creo que hay que ir con cuidado al decir que todos los cereales incluso integrales son desaconsejables. Creo que ciertos cereales como la quinoa, el mijo el arroz integral son saludables para la mayoría de personas y son importantes en una dieta equilibrada dado que son una buena fuente de energía , tienen un buen efecto sobre el peristaltismo intestinal y sobre la flora bacteriana intestinal.
Muy agradecido por todos sus consejos. Me ha dejado un poco sorprendido su alusión a los cereales integrales que producen GLUTEN. Creía que era la leche de vaca, azúcares y muchos aditivos lo que pueden hacer aparecer el GLUTEN.
Por otra parte, le pido consejo acerca de la tensión arterial ALTA. Soy vegetariano, pero…
Muchas gracias
Me parecen muy interesantes todos los artículos.
Soy consciente de la necesidad imperiosa de cambiar y mejorar nuestra alimentación entre otras cosas. Yo también sufro del intestino y me encuentro en ese momento en el que no acabo de asimilar el daño que pueden hacerme algunos alimentos.
Siempre he creído que los frutos secos son muy sanos, al natural, sin sal ni azucares añadidos, pero ahora me entran dudas, y no se si me sientan bien o mal ni porque, si es por ingerir en demasía, si la cantidad influye o si debo suprimirlos. Esto también me sucede con otros alimentos como el queso, la miel, el pan, el arroz… ¿Se deben dosificar o suprimir? ¿Hasta que punto son perjudiciales?
Más difícil me parece hacerlo con nuestros hijos que son jóvenes y comen todo aquello que no les conviene. Me gustaría recibir consejos para mejorar la alimentación de nuestros hijos, ya que se hace complicado privarles de su nutella, bolleria, bocadillos, pasta, pizza, etc… Y son muy reacios a comer frutas y verduras. ..
Mis agradecimientos y felicitaciones también por el enfoque, los temas, la información tan bien documentada, expuesta y comentada, los consejos, y sobre todo el interés y la motivación implícitos.
Un saludo
Hace mucho tiempo que cambie cosas y la alimentación también, no como carne casi nunca y no hay buen pescado, como cereales y quizá no los debería de comer elaborados.
Conozco la mayoría de teorías de alimentación natural y también los supuestos beneficiosas de comer sin gluten e incluso sin almidones. Pero como cada uno debe de hacer lo que crea, opine y considere. Solo os diré unas palabras: Pierde el miedo, libérate, emociónate y sonríe.
Así que comed como os guste pero sed consecuentes con vuestro modo de vida y sus consecuencias.
Salud y suerte para todos.
Yo llevo haciendo esta «dieta» desde noviembre. Además evito la carne d mamíferos, pasta, legumbres, leche y cereales.
Con ella no solo he conseguido adelgazar, sino estar mucho más ligera. No me duele la espalda (antes tenía molestias lumbares) ni los pies (había empezado a tener un dolorcillo en la planta del pié- decía el médico que por desgaste) y me siento bien.
El 1º mes sentía la necesidad de comer pan, bollos, patatas, pizza… pero luego lo suples con más fruta y verdura, frutos secos, leche de coco, aguacate, champiñón, setas, carne de ave, pescado, boniatos, fruta asada, sopas, purés…
Yo no como pan blanco, sino integral con cereales. Azúcar: una cucharadita (de las más pequeñas) de azúcar morena. Poquísima sal, poquísimo aceite (no importa cuán bueno sea el de oliva).
Nunca compro productos preparados ni congelados, ni bollería. Unas tres o cuatro veces al año como un slice de pizza.
Bebo mucha agua, casi nunca alcohol, NUNCA sodas o refrescos.
Como mucha fruta, vegetales y ensaladas.
Hago ejercicio, me mantengo en peso y sintiéndome bien. DIGO TODO ESTO PORQUE CREO QUE LO QUE IMPORTA SOBRE TODO ES EJERCITARSE, COMER LO JUSTO, Y QUE LA MAYORÍA DE LOS ALIMENTOS SEA DEL MUNDO VEGETAL.
Fuera de esto, de vez en cuando, comer algo que nos apetezca, no importa lo que sea. Vivir rechazando todo lo que nos gusta como que casi nos quita las ganas de vivir. Cierta libertad es necesaria.
Y gracias al señor Dupuis por todas sus enseñanzas.
Desde hace años tengo una vez o dos por día flemas trasparentes que me bajan de la nariz y expulso por la garganta, nada me lo evita, deje de tomar lácteos y como muy pocas barbas y dulce solamente miel y una cucharadita de azúcar en el café al día.
La manzanilla me ayuda, pero me seca la garganta. Los doctores me recetan para expulsarlas, pero ese no es el problema.
Le agradecería un consejo.
Yo estoy a mitad de camino: mucha fruta, verduras menos lo reconozco, la carne a la plancha y no muy a menudo, nada de grasa y solo un poquito de aceite de oliva; pero si que en las mañanas me gusta unas tostadas integrales o avena en la leche…
Saludos cordiales.
Hola. Soy una seguidora de su newsletter Tener Salud y me encanta no sólo la información que divulga, pero también su estilo directo y carente de prejuicios.
En su último post nos recuerda la conveniencia de dejar el trigo y el gluten. Yo hace tiempo dejé los cereales, nunca he sido fan de la bollería, y sólo tomo pan en el desayuno… porque realmente no sé qué alternativa hay al desayuno con pan!!! Es la comida más importante del día y sin embargo no sé en qué debería consistir. Podría darme unas pistas? Se puede consumir harina de maíz por ejemplo?
Muchas gracias y enhorabuena por la labor que hace.
Muchísimas gracias, sus consejos son sanos y útiles sin exigir si no más bien sugerir.
Yo estoy necesitando que me ayude ya que estoy retomando el habito de fumar y mis pulmones están delicados.
Ahora que hablas de los cereales, deseo consultarte: Yo como una mezcla de granos y cereales, y quisiera conocer tu opinión, para evitar posibles errores en mi alimentación.
Avena, maíz en polvo, linaza molida, amaranto, semilla de calabaza sin cáscara, semilla de girasol, nueces, pasitas (uva pasa), arándanos, todo combinado en un plato con agua, y la repito 4 veces por día. ¿Quisieras darme tu opinión por favor?
Gracias, y buen día.
Buenas!!
En verdad es la primera vez que me animo y busco el tiempo para comentar!
Siempre lo reenvío a muchos contactos y ha sido y sigue siendo un gran placer poder leer tantas maneras diferentes de Darnos Cuenta! Y es así, tal cual!
Nuestra estructura y enseñanza es: “hay que ver para creer”, si no tengo pruebas y no me informo sigo errando y no creo necesario cambiar lo que para mí esta supuestamente perfecto….
Me encantó esa frase en la que aclaras: hasta que uno no alcance ese estado no habrá cambio! Lo entiendo como el estado de CONCIENCIA, es decir, elegir y lograr vivir Consciente de cada detalle dentro de ese micromundo complejo que son mis pensamientos sumados a mis emociones en el nuevo cambio que pretendo en mí.
Y creo para todos es un inmenso trabajo el poder mantener esa motivación o entusiasmo por lo que se quiere alcanzar…Pero al lograrlo es fantástico notar el avance, como por dentro trascendimos!!…
Listos para la próxima prueba en esta eterna escuela que es la vida misma…
Muy Agradecida por cada nota y enseñanza!! …
Encantada de poder recibir una respuesta y seguir un contacto en el cual pueda aprender aun más!
Saludo atte.
Creo estar bastante convencida para intentar cambiar mi estilo de vida solo me frena mis dudas.
Siempre he practicado una alimentación variada sin abusar de nada porque creía que era lo mejor pero ahora temo que si elimino grupos de alimentos tan importantes como la leche y todos sus derivados los cereales (todos???) y sus derivado, los frutos secos ??? Mi alimentación puede no ser completa y no se como hacerlo ni que alimentos son los que realmente puedo comer.
Me he suscrito esta semana a los Dossiers esperando encontrar mas información porque deseo empezar pero no se como hacerlo.
Gracias
Lo que comenta es básicamente cierto, si usted hace únicamente referencia a la comida basura que habitualmente se encuentra en las tiendas, pero no hay que confundir.
Los cereales y en concreto el trigo no es insano, solo lo son las variedades que más se utilizan hoy en día para la elaboración de productos casi siempre industriales o los sucedáneos que se utilizan para sustituir a los mismos en muchos alimentos.
Los cereales son la base de la alimentación de una parte importantísima de la población del mundo.
No hay que confundir, ni confundir a la gente con información que no es exacta.
Lo que es toxico, puede producir y produce intolerancias alimentarias, son los cereales, genéticamente modificados, las variedades de cereales, especialmente de trigo que son más productivas y por ello mas extendido su uso.
Pero en lo que hay que hacer hincapié realmente, es en que LOS CEREALES NO SON MALOS, sino absolutamente necesarios para una correcta alimentación.
Hay muchas fuentes alimentarias, susceptibles de ser el origen de muchas de las sensibilizaciones, frente a los alimentos, hoy en día.
No estoy en contra de su labor didáctica, pero hay que ser riguroso en la información y en la divulgación y hoy usted no lo ha sido en absoluto.
Usted tiene un problema de intolerancia, pero eso no significa que los que por ejemplo se alimentan básicamente de cereales sanos, tengan mas intolerancias alimentarias que otros, y de su artículo podría deducirse eso.
Realmente es justo al contrario.
Seguramente conoce usted la alimentación macrobiotica, bien ellos precisamente suelen estar habitualmente mas sanos, fuertes y energéticos que los que no lo son y se mantienen DELGADOS.
Eso sí hay que estar atentos a la calidad de los alimentos que elegimos y comemos.
Por desgracia en general las personas, hoy en día saben y se preocupan mas por saber la calidad de sus ropas o diseños, etc que por las condiciones de cultivo y de salud de los alimentos que se introducen en la boca y llega a todo su organismo, cada día.
Es ahí donde hay que incidir, si usted quiere mostrar a la gente lo importante, de la responsabilidad propia de con que se alimentan. Debe mostrar la verdad, no solo hay intolerancias, hay que buscar todas las razones.
Para empezar sería bueno que pudiera informarse acerca de las condiciones de las semillas, en el mundo, de quien maneja ese ámbito (es realmente reducido), de como se maneja y de porqué, de en que condiciones están las tierras en las que se cultiva, del agotamiento en ciertos nutrientes de la misma que luego se traduce en la falta de los mismos en el organismo, y sobre todo en la cantidad de pesticidas que se consumen con la alimentación de cultivos extensivos hechas por los mismos dueños de las semillas modificadas genéticamente que solo pueden subsistir con esos pesticidas que luego envenenan a las personas cuando comen.
Esa es la realidad, el «envenenamiento silencioso» al que se somete a la población continuamente.
Busque ahí las intolerancias, porque seguro que las va a encontrar mucho antes.
Y que todos se pregunten porqué algunos eligen alimentarse dentro de lo posible de una manera sana, Ecológica, es decir sin sustancias que puedan dar lugar a cualquier problema de salud, en cualquier momento y a cualquier edad
.
Eso es ser responsable del diseño de la propia Salud de cada uno.
Atentamente
Yo he llegado a la misma conclusión y por el mismo camino… De ser bebedora empedernida de leche a los 20, a dejar de desearla a los 45 y en este momento, haciendo el proceso de pasar de los sucedáneos (arroz, avena, espelta, etc).
De desear prescindir de cárnicos a quedarme colgadilla del jamón y hoy, casi pasando… Sí, todo requiere procesos y a veces largo tiempo, pero en habiéndolo…!
Salud!!
¿Y que hay de los cereales que no contienen gluten?
¿Deben eliminarse también de nuestra dieta?
Saludos.
Qué bien aprender de personas experimentadas y mantener una correspondencia constante de los alimentos que nos perjudican.
Los años que pasan sin darnos cuenta de las enfermedades que se manifiestan en nuestro cuerpo y tomamos medicinas convencionales, aumentando más el daño.
Cuando en realidad, el 95% de las enfermedades son lo que comemos cada día.
Ya hace 37 años que no como carne roja, 2 años pollo.
Me alimento básicamente de vegetales frutas y una vez a la semana pescado fresco, alguna vez como pan integral, creo que me pesa en el estomago…
Estoy feliz ya tengo 67 años y no necesito ninguna medicina para vivir.
Me gustaría que concretara más sobre la alimentación a seguir. Por ejemplo que podríamos tomar para desayunar, solo fruta o es conveniente de mañana tomar algo de proteína. Y que deberíamos tomar en la comida principal y en la cena.
Y que hay de la famosa pirámide con su base repleta de cereales?
Gracias
Sr Dupuis, normalmente comparto sus opiniones que me parecen interesantes, pero esta vez no estoy de acuerdo.
Si usted tiene una intolerancia al gluten, cosa que ahora parece estar de moda, es normal que renuncie a su ingesta, pero personalmente pienso que el pan y la pasta son alimentos sanos, 60 millones de Italianos no estarán equivocados en su dieta, eso sí para adelgazar no es lo más aconsejable sobre todo por los aliños que se le ponen.
Creo que hay que comer de todo con moderación, salvo intolerancias, hacer una vida activa, eso te mantiene en un peso normal.
Y que tal la avena para el desayuno, en lugar de pan con aceite de oliva??
Hola. Yo siempre he querido comer sano, pero desconocía completamente como hacerlo. Hace ahora un año, comencé a ver conferencias, charlas y a leer artículos y poco a poco todo cambió.
Como aguacates, frutos secos, coco, chocolate negro, miel diaria, polen de abeja, sal sin refinar, sólo yogur o queso gouda y mucha verdura cruda o un poco rehogada. Así he bajado 9 kilos, sin hacer dieta, sólo cambiando mi alimentación.
Estoy fenomenal, no cojo catarro y tengo una vitalidad como nunca.
Totalmente de acuerdo tuve cáncer» lymphoma» y cambie mi alimentación frutas, verduras y cereales y ahora soy una persona complemente sana tengo 65 anos y no tomo ninguna clase de medicina.
El cardiólogo me mando hacer todas las pruebas y su opinión fue estoy extremadamente salubre.
Muy interesante como siempre.
Es verdad dejando de comer ciertos alimentos de los que usted dice tu salud es mejor.
Gracias
Excelente sus apreciaciones sobre el trigo, no es la primera vez que llega a mi conocimiento que comiendo harina nos estamos envenenando. De acuerdo con ello, pero con qué se reemplaza el pan?
Yo no busco adelgazar, al contrario estoy demasiado delgada, Tengo 84 años y aunque fui operada de un tumor intestinal en el ciego, todos los controles y análisis me dan buenos. Pero las molestias digestivas persisten.
Gracias por los envíos son altamente interesantes.
Como siempre muy buen articulo. Ya hace años y años que como sano, pero siempre es muy bueno tener un recordatorio de las pautas a seguir…
Al principio supone un esfuerzo la renuncia, la tentación, el placer … «aquel» momento supone un acto de superación… pero según pasa el tiempo, te das cuenta de a cuanto bueno has renunciado y pasado por alto… y ese hábito, llega a formar parte de ti y de tus nuevos y saludables placeres.
Gracias.
Devoro sus emails. Lamento por circunstancias no poder suscribirme a los dossiers, Espero poder hacerlo algún día. Muchas gracias por su excelente y generoso trabajo.
Gracias, muchas gracias por ese estupendo consejo….
Hacer que los alimentos no deseados se conviertan en algo que tu cuerpo instintivamente rechaza…Lo voy a intentar firmemente con las harinas, bollerías… dulces… etc…
Ya lo logré con la carne roja… No me hace falta para nada… Incluso puedo disfrutar el olor de un buen asado… pero hasta ahí…
Creo que es verdad… Si no logras sentir en lo profundo de tu ser que ese alimento NO es de tu agrado no hay resultados firmes en el cambio de dieta….
Soy vegetariano, pero eso no me impidió tener una úlcera intestinal, un problema que sólo lo curan a medias con la cirugía, pero repite.
La única cosa que me curó fue quitar las harinas, todas. Y tomar muchas acelgas. Ahora estoy bien
Acabo de leer el artículo sobre los cereales y me gustaría hacer las siguientes reflexiones:
Coincido con uno de los comentarios en que se especifica que lo que realmente nos desequilibra y enferma son los granos que han sido modificados genéticamente y, por consiguiente, los productos elaborados con ellos.
Coincido con el Dr. Young en su libro «El milagro del PH» al declarar que nuestra alimentación debe estar basada en un 80% de productos sanos y un 20% de productos que no lo son tanto, como los derivados de los cereales modificados genéticamente o con pesticidas, etc.
Coincido con el Dr. Dupuis al declarar que una dieta alimenticia empieza en el cerebro; es decir, en que nuestro sub-consciente asuma y entienda el peligro de ciertos alimentos en nuestra salud y, una vez realizado este proceso, empezaremos a rechazarlos. Creo que es éste el único camino hacia el éxito de una dieta sana porque la fuerza de voluntad sólo opera a corto plazo.
Coincido con el Dr. Weil en su libro «Ocho semanas para una salud óptima» en la importancia de leer los ingredientes antes de adquirir un alimento.
Gracias, Dr. Dupuis, por sus consejos y, sobre todo, por publicar comentarios que no son favorables a sus consejos.
Buenos días!!!
Llevo inscrita a tener salud desde hace un año y medio y me encanta toda la información que dais!!. Enhorabuena y Muchas gracias por transmitirnos vuestros conocimientos.
Con respecto al tema del trigo y el gluten (que creo que es lo mismo), me gustaría saber si otras variedades como el centeno, la espelta, la escanda, maíz, avena, amaranto, arroz, cebada, quinoa, mijo , kamut y trigo sarraceno son igual de dañinos.
Yo he dejado el trigo común, y lo he cambiado por estos otros cereales, pero realmente son muyyy caros, y quizás, sin yo saberlo, hacen el mismo efecto.
Un abrazo y gracias de nuevo.
P.D podrían hablar de los beneficios e inconvenientes de la soja?? Y…me pueden decir el título del libro que mencionan de los efectos del trigo y del gluten por favor??
Me hicieron pruebas de quinesiología, así pudieron ver la intolerancia a ciertos alimentos, y el gluten, azúcares, lácteos erradicados… sin embargo centeno, avena y trigo sarraceno lo admito, no así el maíz.
Por lo que es beneficioso saber la intolerancia de cada uno a ciertos alimentos, creo que esto es básico.
Es obvio que no se puede generalizar, sigo (con esfuerzo) las pautas que me han sugerido para mejorar mi intestino (dañado por causas médicas) nunca tomaba cereales pero ahora es mi desayuno habitual, bebida de arroz y chufa con avena y centeno integral, mezclado con frutas de la temporada y no me da problemas intestinales.
Por lo que insisto en que cada uno debe de saber lo que le conviene, testado por un especialista y sobre todo saber a que somos intolerantes en nuestra alimentación.
Gracias por todos los aportes que recibimos Sr.Dupuis, hacen tomar conciencia de algo tan básico como es nuestra alimentación.
Veo su artículo como interesante a nivel intelectual, pero se está obviando que desde muchos años y muchos millones de personas no tienen molestias intestinales desde el momento en que regulan los excesos en la alimentación de manera que sin interrumpir la ingesta de gluten procuran evitar o sustituir por harinas integrales, más abundancia de frutas y verduras, huir, pero no renunciar totalmente de otros alimentos llamados perjudiciales, pero si controlarlos y usar de los complementos alimenticios que proporciones encimas para mejorar las digestiones y el funcionamiento adecuado de las distintas partes del organismo.
Creo pues que en su filosofía hay una carencia fundamental que es la de valorar la parte positiva que supone el estar a gusto con uno mismo y los pequeños placeres que se da lo que repercute en un bienestar alimenticio y evitar las obsesiones que vienen a producir más perjuicios en la alimentación que el saltarse de vez en cuando las normas estrictas por proporcionarse satisfacciones.
Siempre por supuesto siguiendo la base de una alimentación razonablemente sana con mucha más abundancia de elementos positivos que negativos.
En conclusión, si la persona humana es cuerpo y mente no se pueden olvidar ninguno de los dos a la hora de alimentarse. Se impone el uso de la lógica y el sentido común.
Magnífico resumen antropológico de la historia de la alimentación humana.
Muchas gracias por sus recomendaciones.
Encuentro muy interesante el tema que nos propone hoy y agradezco la forma tan clara de narrar su vivencia para dejar de utilizar el gluten y otros productos que le son inapropiados. Yo no he podido dejar de comer el pan en las mañanas, tampoco los cereales como el fríjol negro, el arroz y consumir azúcar morena, no por adición sino por hábito caribeño y puedo asegurarle que me siento completamente bien y sin sobrepeso.
Le voy a comentar algo que me sucedió el año pasado y contradice lo que tanto se especula sobre el colesterol malo; me sometí a una analítica después de un año sin comprobar los parámetros fundamentales y el resultado fue que los tenía elevados, el Dr. me recetó y orientó al respecto para bajarlo. Tomé vacaciones y como en mi país-Cuba- el plato tradicional, entre otros, es la carne de cerdo, el arroz congrí (arroz con frijoles negros), la yuca con ajo y manteca de cerdo y, el plátano maduro frito, imagine cuál podía ser el resultado en la próxima analítica. Pues NO, todo lo contrario, el Dr. me felicitó por el descenso del colesterol y mantener normales los triglicéridos.
Pienso que algunos alimentos deben limitarse pero no huir de ellos, llegará el momento que TODO es malo y realmente cada cual debe saber qué le conviene.
Es importante hacer ejercicios, comer verduras y frutas pero también no ser repetitivos con un solo alimento y mucho menos con su cantidad. Todo en exceso es malo.
Gracias por permitirme opinar.
En verdad de verdad he quedado súpito, pues se me había enseñado e inculcado que el trigo y sus derivados eran lo más saludable y nutritivo.
Después de rumiar vuestra exposición y mirando mi barriga empezaré a abandonar el pan de 7 granos e integral etc. para sentirme como Usted por lo menos más sano.
Felicitaciones, cordialmente: vuestro asiduo lector.
Es muy difícil suprimir las harinas, nuestra cultura es alimentarnos con harinas y la encontramos en todos los negocios de alimentos o supermercado.
La carne roja tampoco es aconsejable, los pollos tienen hormonas que son perjudiciales, los lácteos no son recomendados para el consumo humano. Es muy difícil cambiar por una dieta de verduras, frutas frescas y pescado y privarnos de tantas exquisiteces con que nos tientas las comida a base de harinas.
Aunque intento ir cambiando y transformando mi alimentación no veo que consiga eliminar todos esos alimentos considerados nocivos. En lo posible hago una dieta variada y sana, intento disminuir las porciones.
Aunque soy muy sano a mis 75 años, mi digestión es lenta y me gustaría mejorarla.
Agradeceré sus comentarios.
Leo siempre su newsletter Tener Salud y lo encuentro más que ameno e instructivo.
Intento seguir sus consejos, pero soy una persona bastante inconstante y por lo tanto por más que me esfuerce en seguirlos, me dejo tentar por pequeños «gustos» casi diariamente y en consecuencia, tiro la toalla casi todos los días.
Necesito bajar de peso para mejorar mi salud, pero me resulta más que difícil hacerlo. Sé que si tuviera una dieta escrita con lo que debo comer teniendo en cuenta todos los preceptos de la buena salud, eso me ayudaría, pero eso es muy difícil de encontrar ya que las dietas para adelgazar siempre incluyen comidas que, si bien no engordan, no son saludables… Me explico???
Si pudiera darme una pista de donde encontrar algo así se lo agradecería muchísimo.
En cuanto a las cremas solares o de cara con protección, qué hemos de mirar para saber si evitan que salgan manchas en la piel al contacto con el sol y no ayudan a su desarrollo aún siendo con protección.
Nota: he leído o corre fuentes que algunas cremas solares o de protección pueden contribuir en lugar de evitar al desarrollo de manchas piel.
Muchas gracias, espero respuesta.
Atentamente, C.
Sr. Dupuis: soy lector suyo desde el 2012 y desde hoy mismo suscriptor; Admiro sus conocimientos y la sencillez con que nos los transmite; No dudo que el gluten de los cereales en general sea indigesto, pero me crié con centeno en un pueblo de montaña, a mis 65 años sigo consumiéndolo, me encuentro creo que….bastante bien, hago montaña y, no pienso dejar de consumirlo.
Atentamente Antonio.
Gracias por darnos la información y la opción de opinar.
Desde hoy una fiel seguidora.
Llevo varios años sin beber leche. Desayuno un vaso de zumo de naranja natural y un pequeño bocadillo de pan tostado con jamón de york o similar.
Procuro comer pocos cereales y poco pan. Necesitaría una dieta con un sustitutivo fácil de llevar.
Gracias
Muchísimas gracias por las sugerencias, estoy muy de acuerdo. Usted me ha dado el empujoncito final.
Hace 17 años que estoy en tratamiento por una depresión mayor, que se me manifestó a los 43 años.
Debido a la medicación y a la ansiedad (que solo puedo rebajar algunas veces, y es comiendo, lo que sea), he ganado 30 K…!!, y son unos kilos que no puedo rebajar prácticamente con nada, pues hago dieta sana, pero la medicación me impide resolver el problema.
También es cierto que desde que tengo la menopausia, es peor que antes.
Yo tomo té rojo tres veces al día, también cola de caballo, y he probado diferentes pastillas para que me ayuden a recuperar mi peso, o bien al menos acercarme a el.
No soy de comer pan ni bollería, pero sí chocolate, helados y alguna cochinada más. Pero el problema es que aún dejando de comerlos… No pierdo peso.
Tengo 60 años, y no me encuentro bien….
Podrían darme algún consejo. Gracias por su atención.
Efectivamente es así como se cambia.
Me pasó con el tabaco, que lo dejé de un día para otro y no he vuelto a fumar, ni ganas tengo… y miro a los fumadores con pena… ¡¡y yo hacía lo mismo!!!
Buenas tardes!!!
Llevo inscrita a Tener Salud desde hace casi un año y me encanta toda la información que dais. Enhorabuena y muchas gracias por transmitirnos vuestros conocimientos.
Con respecto al tema del trigo, me gustaría saber cuäl de las otras variedades como el centeno, la espelta, la escanda, maíz, avena, amaranto, arroz, cebada, quinoa, mijo, kamut y trigo sarraceno es más completo y es más rico en vitaminas, proteinas, nos da más saciedad. Y en lugar del pan del bocadillo que me gusta a llevar al trabajo de vez en cuando, ¿con qué podría sustituirlo?
¡Muchisimas gracias por atenderme!
P.D ¿Podrían hablar de los beneficios e inconvenientes de la soja? Es que necesito saber por favor si la soja o algún otro cereal me podría ayudar con mi rosacea en la cara y también con mi nivel de estrógeno dominante, el nivel alto de testosterona y bajo nivel de progesterona. Esperando las valiosas noticias suyas, que Dios le bendiga y a su familia.
Mary, yo he padecido rosacea en la cara, concretamente en la barbilla y al rededor de la boca.
Había probado de todo lo que me recetaban los especialistas. Lo único que ha hecho que desapareciera ha sido la crema de caléndula durante una temporada.
Un saludo y suerte.
Creo que tenemos que pensar en serio lo que nos conviene.
Señor, tiene ud. gran mérito siempre nos indica algún detalle por el cual nuestra salud tenemos la obligación de atender sus informes, dignos de todo, agradecimiento.
Gracias
Quiero agradecerle al Sr. Dupuis sus newsletters diarios que nos enseñan tanto¡¡ Su magnífica redacción que nos permite entender de una manera sencilla tantas cosas complicadas de nuestro cuerpo y sobre todo su generosidad por compartir con nosotros su sabiduría.
GRACIAS DE NUEVO.