La música es un elemento fundamental en mi vida.
Escogerla bien, y escucharla en buenas condiciones, permite curar algunos problemas de salud, pero también vivir más tranquilo, tener más energía, ser más agradable con los demás, tomar decisiones en mejores condiciones e incluso ser más inteligente.
De hecho, hoy está demostrado que la musicoterapia (curar con la música) permite:
He aquí un ejemplo concreto de los efectos de la música, del que dio cuenta el neurólogo británico Oliver Sacks:
«Uno de mis pacientes, el doctor P., había perdido la capacidad de identificar objetos, incluso los más comunes, mientras su agudeza visual se mantenía perfecta. No podía reconocer el guante o la flor que le enseñaba; un día ¡confundió a su mujer con un sombrero! Esta situación, sin duda, lo limitaba mucho, pero descubrió que podía encargarse de las tareas de casa cuando las organizaba en forma de canciones. Así, tenía una canción para vestirse, otra para las comidas, otra para el lavabo, etc. Una canción para cada gesto de la vida cotidiana».
«Algunos de mis pacientes, víctimas de un ataque cerebral o que padecen alzhéimer, son incapaces de encadenar gestos que presentan una cierta complejidad, como vestirse. En este caso concreto, las palabras en verso con rimas pueden actuar como mnemotecnia». (1)
El castrato Farinelli supo curar con su canto al rey Felipe V de España (conocido irónicamente como «el animoso» precisamente por su tristeza), que padecía depresión nerviosa. Ninguna medicina había podido con los ataques de melancolía que le impedían asumir sus responsabilidades regias. Cuando Farinelli cantó para él por primera vez, recobró el gusto por la vida. El rey le hizo cantar todos los días, y así fue recuperando poco a poco la salud.
Para explicar este efecto de la música, hay que acudir al funcionamiento del cerebro.
Aunque tengamos la impresión de que siempre estamos pensando en algo, la realidad es que los pensamientos conscientes que nos ocupan la cabeza son la mayor parte del tiempo cosas intrascendentes, frívolas, sin utilidad. «¡Qué coche más bonito!»; «He comido demasiado»; «Vaya, tengo que trabajar»; «Cómo me irrita este tío»; «Este sillón está muy duro»; «Me aburro…».
A veces, cuando nos concentramos, podemos hacer reflexiones complejas, como resolver un problema matemático.
Pero incluso la más complicada de las ecuaciones de Einstein no es más que una operación mental simple y burda en comparación con los increíbles cálculos que el cerebro ejecuta, en todo momento y sin que seamos conscientes de ello, para permitirnos, por ejemplo:
Tomemos el caso del cerebro de un jugador de billar. Es capaz, lo que es asombroso, de determinar cómo darle a una bola con el ángulo, la fuerza y el movimiento rotatorio necesarios para meterla en el agujero, tras varios rebotes. Sin embargo, este mismo jugador no podrá describir nunca su gesto en palabras, y todavía menos plantearse las ecuaciones matemáticas que describen la trayectoria de la bola.
Muchas veces, utilizamos la palabra «instinto» para describir este prodigio, pero es porque a menudo ignoramos que la parte inconsciente de la actividad del cerebro es infinitamente más rica y desarrollada que aquella de la que tenemos conciencia. Así, el cerebro controla en todo momento los procesos fisiológicos. Dirige la digestión, el sistema inmunitario, el funcionamiento de los riñones, el hígado, el bazo, el páncreas… sin que tengamos la menor conciencia de ello. Ni aunque hiciéramos un gran esfuerzo de interiorización llegaríamos nunca a comprender, por ejemplo, los movimientos del estómago ni podríamos ordenar al sistema inmunitario que destruyese un microbio o una célula cancerígena (bueno, algunos afirman que sí son capaces, pero no parece que la mayoría de nosotros pueda hacerlo).
Esto es lo trágico: el cerebro consciente, los pensamientos conscientes que somos capaces de generar de manera voluntaria en la cabeza, no tienen apenas influencia sobre las funciones complejas del cuerpo. Aunque el cerebro sea quien las coordine, la voluntad interviene muy poco. Y lo que es más sorprendente, nuestra voluntad en sí no llega a actuar sobre los sentimientos. Si nos enfadamos, somos tímidos, celosos, impacientes, estamos enamorados o deprimidos, por mucho que nos repitamos a nosotros mismos «¡Ya basta!», en general no sirve de nada.
Y aquí es donde llega la música y su increíble poder.
Cuando, hace milenios, el ser humano se dio cuenta como nosotros de que su voluntad consciente no podía hacer nada, o casi nada, para curar una enfermedad del cuerpo o del alma, constató que era el momento de pasar a los sonidos.
El simple gesto de dar palmas puede modificar el estado de ánimo de alguien, provocarle una excitación repentina, ganas (¡necesidad!) de bailar, por ejemplo, o exaltación si un grupo de gente se pone a aplaudir delante.
Pero los efectos de la música van más allá, mucho más lejos. Tocar unas notas, en un determinado orden, tiene el poder de provocar alegría, tristeza, distensión, agresividad, rabia, risa, esperanza, inquietud… y podría seguir así hasta el infinito.
La música penetra directamente en los circuitos neuronales más complejos y más inconscientes del cerebro e influye en el estado de ánimo, pero también puede regular directamente la respiración, el ritmo cardiaco, las funciones motoras e incluso actuar en otras funciones como la digestiva o la inmunitaria, lo que explicaría sus efectos terapéuticos.
Los egipcios conocían la armonía de los cuerpos y usaban la música como tratamiento. Sabían que la belleza del arte contribuía a devolver al enfermo su belleza, como manifestación de la armonía reencontrada. La enfermedad se entendía como un desequilibrio que la música podía por sí sola corregir.
Los griegos enseñaban música a la vez que medicina. El filósofo y matemático griego Pitágoras creó con los sonidos todo un método, al que llamó «purificación», para tratar a los enfermos. Para ello, inventó remedios que debían reprimir o expulsar las enfermedades tanto del cuerpo como del alma. Componía música destinada a corregir los estados de ánimo. El filósofo latino Jámblico, en su «Vida de Pitágoras», indicó que: «mediante el uso sólo de sonidos musicales, sin acompañamiento de palabras, Pitágoras efectuaba la curación de las pasiones del alma, así como de determinadas enfermedades».
Los chinos y los hindúes también señalan en sus testimonios los efectos curativos del sonido y la música.
El efecto de la música en el ser humano es tan poderoso que al principio se atribuyó a los espíritus o a los dioses. La música siempre y, ante todo, ha sido religiosa, porque permitía al hombre comunicarse con un mundo invisible.
En la Biblia, el joven pastor David es llamado ante el doliente rey Saúl: «David fue llamado ante el rey Saúl para calmar sus crisis, ya que el espíritu del Señor se había retirado de Saúl y un espíritu malo le provocaba terrores… David cogía la cítara y la tocaba para calmarlo. Entonces Saúl se sentía aliviado y el espíritu malo se alejaba de él.» (2)
Pero la música es también religiosa en el sentido amplio del término, es decir, que une a los hombres. Las personas sienten a menudo los mismos sentimientos al escuchar la misma música. Tienen la impresión de comunicarse, de formar un único cuerpo, como sucede con los monjes que cantan el gregoriano en un monasterio, como los participantes de una «rave» moderna en un campo agrícola, con los soldados de un ejército caminando al son del pífano o con una tribu africana bailando alrededor de un tam-tam.
Con el tiempo, la música se ha perfeccionado. Los seres humanos han aprendido a combinar cada vez mejor los ritmos, las melodías (sucesión de notas que forman una frase musical), la armonía (el resultado de varias notas tocadas a la vez), los matices (fuerza o suavidad) y los timbres (sonidos particulares de los instrumentos que producen efectos diferentes) para producir los efectos más variados tanto en su público como en ellos mismos.
En el próximo post de saludnutricionbienestar.com, hablaremos de las diferentes músicas que hay y de los efectos, positivos o negativos, que pueden tener sobre el ánimo y la salud. ¡No se lo pierda!
¿Qué le transmite la música? ¿Qué le hace sentir? Le invito a compartir su experiencia con el resto de lectores de www.saludnutricionbienestar.com dejando un comentario un poco más abajo.
Fuentes
Artículos relacionados
Muy interesante la cura de las enfermedades con música!
La música hace parte de mi vida. La paso cantando. Ç
Como soy portuguesa me encanta el fado y hago parte de una Tertulia de Fado todos los lunes y a veces canto en restaurantes y en otros lugares.
Viví en México y me encantan las rancheras y mis amigos me llamaban de pajarito porque siempre que podía cantaba.
Yo pienso que para recuperar la salud la música que se debe de escuchar es la clásica.
Espero por vuestro artículo que nos va a informar cual la música adecuada a cada enfermedad.
Muchas gracias por toda la información.
Saludos a todo el equipo.
Hola agradecida por lo interesante de los temas instructivos
Ahora quisiera hacer una petición sobre información sobre como equilibrar la hipoglicemia., ya que tengo una hija que padece esto, sería posible algún tratamiento para equilibrarla??
Desde ya agradecida
La música es la única energía que ha sido capaz de elevarme en momentos de verdadera gravedad (pesadez) emocional, así que es y será una de mis principales aliadas en este plano.
Una sola nota puede hacer, en algunos momentos, que mi corazón dé un brinco de alegría o que conecte con algo muy profundo, o con la tristeza sin pasar por la mente pensante.
ELLA LLEGA DONDE NADIE PUEDE HACERLO.
En primer lugar daros las gracias por todos los artículos que cada semana recibo por parte de vosotros.
Los espero con impaciencia, ya que cada uno de ellos me aporta sabiduría y mucho enriquecimiento personal.
Yo me dedico a las terapias alternativas y utilizo la música en mi trabajo pero también para hacer meditación ya que me ayuda a relajarme y aquietar mi mente. También me acompaña para hacer ejercicio y hace que yo esté más motivada y estimula mis endorfinas.
Procuro adaptar un tipo de música a la tarea concreta de cada momento.
Podría decir tantas cosas de lo que la música representa para mi que no terminaría nunca, pero lo que sí os puedo decir es que la necesito en el día a día y que me acompaña para recorrer mi camino.
Os estoy profundamente agradecida por la labor que estáis haciendo.
Seguir así y no cambiéis nunca.
Un gran abrazo de LUZ
Espero con impaciencia Los Dossiers de Nutrición y Salud y los mimaré y guardaré como una auténtica reliquia.
Muchísimas gracias nuevamente. Os estoy muy agradecida.
No podria vivir sin la música, la música me ha ayudado a pasar momentos duros.
Gracias a la música he sobrevivido
Buenos días.
Me alegra mucho leer este artículo sobre la música y corroboro lo que expone.
Desde hace mucho tiempo utilizo la música para «provocar» estados de ánimo personales y de la gente que está a mi alrededor. Consigo buenos resultados, con músicas alegres para la amanecida y evitar el decaimiento.
El volumen es muy importante, hay que llegar al interior de la mente del individuo.
Saludos
Hola,
Me gusta mucho este artículo sobre la música y comparto todo lo que nos puede aportar.
Me gustaría pedirles si me pueden indicar alguna música para efectos concretos como para afrontar una situación dolorosa o de enfado o de tristeza, etc
Muchas gracias y mi felicitación por la información que nos mandas.
Muchas gracias y mis felicitaciones por su publicación, por su calidad y su profundidad.
Siempre he sido un entusiasta de la música, sobre todo por su capacidad para sintonizarnos con nuestra dimensión espiritual.
Compositores como Bach pretendían dar con la música que produjera la evolución espiritual de aquellos que la escucharan.
Su artículo me parece muy interesante al poner de relieve la capacidad de resonancia de nuestro cerebro, de manera que una música apropiada puede ayudarnos a sintonizarnos y recuperar un ritmo y una armonía perdidos al alejarnos de nuestra verdadera naturaleza.
Nuestra naturaleza es vibratoria, quizás por ello encontramos tanta afinidad y tanta magia en la música.
Estoy totalmente de acuerdo en que la música es sanadora, pero si además la escuchamos en su frecuencia adecuada que es 432 hertzios, su efecto es mucho más poderoso, ya que cada una de nuestras células vibra en sintonía con este tipo de afinación natural.
Podemos encontrar gran cantidad de canciones en You Tube, simplemente escribiendo en el buscador 432hz.
Saludos y buena música para tod@s.
Me calma o me eleva dependiendo del tipo de música.
Me remueve por dentro todos mis sentimientos y así puede hacerme sentir viva y feliz o sumirme en una melancolía o tristeza infinita.
Me tonifica haciéndome cambiar mi estado de ánimo volviéndome mas activa y concentrándome mejor.
Me acompaña alejando la sensación de soledad.
Genial e importante que abordarais este tema, puesto que la música es nuestro medio para entrar en otro estado o conexión. Es el vehículo más directo para entablar ese diálogo con nuestras emociones.
La necesidad de construir sonidos ha estado presente desde nuestra era más primitiva, y esto sin duda no es porque sí. Entablar esa relación con los múltiples e infinitos sonidos, es vital y necesario para nuestra propia existencia.
Cada momento requiere un estilo de música, pero sin duda, recomiendo aquellas que te lleven a esos estados con los que poder relajarnos, meditar, sonreír o bailar.
Particularmente para ello, me identifico totalmente con los ritmos tribales que te conectan con todos nuestros sentidos, con toda nuestra existencia y toda la increíble naturaleza que nos rodea… con nuestra raíz. Son evocadores y creo que muy terapéuticos. Todas las buenas composiciones étnicas, nos trasportan y apaciguan serenando a nuestro espíritu, al menos eso es lo que busco en la música.
Por supuesto, la música clásica con sus diferentes desarrollos o evoluciones también me resulta imprescindible y creo que es muy recomendable para todos.
Toda la riqueza armónica y melódica que nos aporta una buena música, será siempre un buen conductor para observar y apaciguar nuestros estados emocionales.
Una vía muy directa para poder sentirnos a nosotros mismos en toda nuestra complejidad y al mismo tiempo simpleza. Sus beneficios están comprobados y por eso la música y el ser humano siempre han ido de la mano.
Gracias por vuestros maravillosos artículos.
Saludos.
La música es mi vida. Mi cabeza está llena de Música. Me ha salvado, me ha curado, me ha redimido.
Me comunico con el Absoluto y he podido hacerlo con una persona que un accidente le quitó el habla, a través del canto. Cantando se podía comunicar. No podía hablar pero podía cantar.
Me encanta lo que dicen sobre la música, ya que he escrito un libro, por y para la música, se llama «El Silbido de Venus».
Precisamente al final del mismo hay un párrafo sobre el orden astronómico y musical, reflejado en el Timeo por Platón, para determinar, los ritmos y los ciclos de la vida. Descubrimiento que transmitió Pitágoras padre de los números a los pensadores griegos, fue discípulo a su vez de Tales de Mileto, quién dio una explicación racional y física del Universo, elaboró un extraordinario abecedario musical, ya que música y filosofía (para nuestro deleite) hacen un maridaje digno de alabanza.
Gracias por sus interesantes artículos.
Me parece genial este envió, personalmente me suelo poner música clásica suave cuando estoy leyendo, y me va muy bien.
La música es vida y como dijo una escritora la música es DIOS, coincido con ella, ya que puedes cambiar tu estado de ánimo de triste a alegre o de alegre a triste…..
En fin me encanta la música, no me imagino mi vida sin música, gracias por escribir este articulo y todos los que me envían son muy productivos para mejorar mi salud…
A pesar de tener ya cumplidos 50 años me gusta escuchar en el coche mientras conduzco música a alto volumen.
Escucho Rock sinfónico de los 80 y la música me da energía. Siento que conduzco con más alegría.
También voy a conciertos de bandas de música y la música siempre me parece sublime y me hace sentir bien.
Saludos
En etapas de mi vida en las que la depresión era la tónica general, lo único q me ayudo a salir fue la bendita música.
Ni psicólogos, ni consejos…. No tenia ganas ni de levantarme de la cama, no quería ni verme en el espejo; y una minicadena y unos cuantos vinilos me rescataron para el mundo.
La música es la mejor medicina y la mejor terapia y el mas bello vehículo de comunicación.
Hola a todos,
Soy cantante profesional y he tenido el placer de comprobar amiga LORETO, como la música, y en mi caso el canto, conseguía darme las únicas horas de paz del día, en una época que padecí una depresión importante. También debo decir que no se trató de ninguna música especial: mi repertorio de aquel momento era la música bailable, tipo latino y pachanga y funcionó de maravilla.
También me gustaría decirle a JONATAN D. que desconfíe un poco de las maravillas que se encuentran en Internet a propósito del famoso LA a 432 Hz.
Puedo decirle que llevo varios años interpretando toda la música con la que trabajo, afinada de esa manera y puedo asegurarle que no he observado ningún cambio ni en el sonido general de las piezas, ni en el comportamiento mío, ni del público.
También decirle que no fue el régimen nazi quien forzó el cambio de 432 Hz. a 440 Hz. (como se dice en muchas páginas de Internet) sino la Conferencia Internacional de Londres de 1939 para fijar una afinación estándar para todas las orquestas. También recordar que antes de esa fecha los compositores afinaban como mejor les parecía buscando una mayor o menor ‘brillantez’ sonora para sus composiciones: Mozart y otros genios, afinaban desde 422 Hz. hasta los 490 Hz. según las piezas, lo que provocaba enormes problemas a los cantantes.
Y me gustaría ponerme en contacto con LORETO, y por descontado con cualquier persona que pudiera proporcionarme alguna información. He estado investigando en el sistema musical antiguo, por ‘modos’ al que pertenecen los trabajos de Pitágoras (y otros).
Y también lanzar una pregunta a cualquier terapeuta musical que pueda proporcionarme alguna información sobre los sonidos que corresponden a los Chakras.
Se dice que los sonidos son DO RE MI FA SOL LA SI DO. Pero en la práctica, esas notas no existían tal y como las conocemos hoy día, puesto que esa escala, llamada ‘temperada’, tan solo se trabaja desde hace 200 años, mientras que todo lo que hace referencia a los Chakras existe desde mucho antes de Pitágoras, desde hace más de 3.000 años en todo el oriente asiático, que incluso ahora mismo no usan nuestras escalas, sino que se rigen por sus propios sistemas.
Agradeceré cualquier información.
Muchas gracias.
Totalmente de acuerdo con lo expuesto por el Dr. Dupuis, quería invitaros a investigar y experimentar con los «solfegios».
Saludos
La música forma parte de mí desde que tengo uso de razón.
A los 14 años encontré mi estilo musical y es el heavy metal, tengo leído y oído de todo sobre este tipo de género musical, pero para mí es perfecto e ideal. Me permite gritar, animarme, relajarme al tener maravillosas baladas y temas melódicos, y así podría seguir hablando de ello horas y horas.
Me ayuda a pensar, me acompaña en penas y paseos, y espero que cuando me entierren suene una marcha fúnebre en forma roquera.
Creo que no hay música mala, pero si hay malos intérpretes y malos oyentes, a la música igual que al resto de actividades le hay que prestar atencion, y no desprestigiar o menospreciar lo que le guste a los demás, aunque lo que escuchemos no nos agrade.
Viva la música, yo y la madre que nos parió a cada uno de nosotros.
La música es especial para todo para los enfermos de alzheimer. Hay enfermos que no hablan y tendrían que es cuchar como cantan es maravilloso
La música al ser vibraciones nos afecta de manera directa, bien sea positiva o negativamente, ya que todo en el universo son vibraciones.
Yo padezco de insomnio y curiosamente pongo una emisora que retransmite música árabe y me relaja y adormece. Es posible que tenga ancestros de esta raza?
Completamente de acuerdo con los comentarios sobre los beneficios de la música. Soy enferma de Parkinson y compruebo día a día los buenos efectos que consigo con: (cito algunos que son especiales para mí) «sonata de claro de luna » de Beethoven, esta música me parece sublime, me transporta, vuelo, lloro, me emociono….), «Madame Butterfly» por María Callas, siempre me emociona. Neill Diamond con su «Sweet Caroline» me trae recuerdos muy bonitos y bailo todavía ahora con algunas canciones de Elvis Presley, con Jimmy Somerville y su «Don’t Leave Me This Way» y algunos más.
Gracias por la información del mail.
He seguido el método Alfred Tomatis escuchando por varias horas en el curso de algunos meses, música de Mozart, cantos gregorianos. Compruebo que me saco la tristeza que tenía, ahora tengo mayor capacidad de atención y capacidad de escuchar al «otro» y consigo leer sin cansarme, entre otras cosas.
La información que usted ha dato en el artículo enriquece mis conocimientos.
Gracias
Muchísimas Gracias por todos tus mensajes… Sufro de un problema nervioso, ayer escuche la música clásica de Lully y me sentí mucho mejor… Es una bella terapia!
Gracias
En primer lugar, daros las gracias por vuestros artículos que recibo periódicamente y que me encantan. Espero que mi señal wifi y mi viejito PC me sigan permitiendo hacerlo!
Como melómano que soy, la música nos da aliento, esperanza y refleja ésa bondad que dicen que tenemos y se canaliza a través de las artes pero sobre todo a través de la música y a continuación de la pintura.
Un concierto de Bach, El Mesías de Hendel, una genialidad de Verdi…. Son obras que encarnan la bondad. En el fondo podemos entender que son divertimentos, pero qué placer nos causa! Sin ella creo que no podríamos vivir.
¿Hay entonces algo mejor que la música? Pocas cosas, quizá solo pueda ser equiparable la pintura…. o una puesta de sol.
Creo que puestos en situación, probablemente lo mejor sería una hermosa puesta de sol mientras suena ésa música que nos emociona. La música, la pasión confesable de…. Miguel.
Hola Rosa C: Hasta hoy no había visto tu mensaje, es por lo que no te he contestado antes.
Por todo lo que observo en tu mensaje, creo que te puede aportar una inmensidad de delicadeza y pasión musical, la obra que escribí simplemente en dedicación a los músicos, por la maravillosa labor y legado que nos dejaron.
Está escrita en forma de sonata en 3 tiempos.
Hola a todos los reunidos por este medio:
Me gustaría saber todos los tipos de terapia que existen relativos a poder sanar a través de la musicoterapia, así como centros importantes especializados en ello, muchas gracias a todos por escucharme.