Al final de la vida, no todos tenemos las mismas necesidades, preferencias y preocupaciones… ¡pero resulta tan difícil romper el hielo para hablar de ellas!
HOY LE EXPLICO CÓMO HACERLO
DE MANERA NATURAL, SANA Y ABIERTA
Estimado Lector,
Lo sé.
Pensar en el final de la vida es pensar de forma inevitable en la muerte. Es evocar la triste despedida de aquellos a los que amamos, adelantar nuestra propia partida.
Y no suele ser fácil.
Las emociones nos inundan al pensar en la pérdida. Y es normal. Es humano.
Por ello la muerte es un tema del que apenas se habla, aunque creo muy sinceramente que es necesario hacerlo. Cada vez más.
Ese es el motivo de que hoy le haga esta pregunta. Me gustaría que la pensara y que tratara de contestarla para sí:
¿Qué es lo que más le preocupa a usted si piensa en el final de su vida?
¿No tener DOLOR?
¿Que no se alargue su vida innecesariamente?
¿Poder despedirse de las personas más importantes?
¿Que su familia no sufra?
¿Tener la opción de morir en paz en su propia casa?
¿Dejar todos sus asuntos arreglados?
Sé bien que se trata de un tema muy sensible, porque la sola idea de la separación, el hecho de dejar de existir o que sea un ser querido el que lo haga, ocasiona un gran sufrimiento, una gran angustia.
De ahí la resistencia a aceptar que la muerte es algo natural…
Y que a base de esconderla se haya terminado convirtiendo en un TABÚ del que no se habla por no oscurecer las conversaciones en familia.
Sin embargo, la muerte no es más que “ley de vida”.
Y su negación, hacer como que no existe, no nos librará de ella.
Algún día el final vendrá, irremediablemente. Y aceptarlo es sanador.
No sé qué piensa usted, pero yo prefiero afrontarla a convertirla en un opresivo tema prohibido.
Porque cuando abrazamos los miedos y los compartimos con la familia y los amigos, la carga mental y psicológica que representan se diluye. Resulta terapéutico.
Y lo mismo ocurre cuando al hacer visibles las preocupaciones y sacarlas al frente, les encontramos una solución.
Al final de la vida, algunas personas necesitan poder hablar y ser comprendidas…
Otras desean que les expliquen lo que pueden sentir cuando llega el momento de irse…
Otras no soportan la idea de deteriorarse y que su familia las vea enfermar y empeorar…
Otras no quieren ser una carga en ninguna circunstancia…
Y cuando al fin lo hablan, cuando dicen en alto lo que les inquieta, experimentan una gran liberación. Ellos y sus familias.
¡Cuán elemental es tratar una preocupación que nos quema en la garganta!
Cuánto descarga el peso que llevamos a la espalda conversar finalmente sobre aquello que nos estaba drenando…
HUMANIZAR la muerte no solo es bueno, sino también necesario, como le decía al principio.
Por eso hoy voy a hablarle de una “herramienta” que le ayudará a dialogar con sus seres queridos, siendo un catalizador de sus MIEDOS y EMOCIONES.
Se trata de las cartas de Al final de la vida.
Al final de la vida es un proyecto de obra social dentro de la Fundación Vivo Sano que tiene el objetivo de proporcionar apoyo y una mejor calidad de vida a las personas y sus familias en el proceso de fallecimiento y duelo.
Estas cartas son un “vehículo” que el equipo de este proyecto utiliza para canalizar emociones, normalizar el proceso de morir y promover una mejor autogestión en el ámbito familiar.
Hace poco que las descubrí y las considero extraordinariamente útiles, pues le ayudarán a facilitar la conversación y el debate sobre las necesidades que podría tener, usted o un ser querido, respecto a los cuidados al final del ciclo vital.
Estas cartas se distribuyen en tres áreas diferentes: atención sanitaria, aspectos sociales y materiales y gestión emocional.
Para trabajar con ellas puede hacerlo en solitario, en pareja con dos barajas o en grupo, y se trata de hacer dos procesos.
Primero habrá de barajar todas las cartas, leerlas con detenimiento y dividirlas en tres grupos diferentes:
Después, deberá quedarse solo con las 10 cartas que representen las 10 premisas que usted reconoce como esenciales, “las innegociables”.
A veces, sucede incluso que las propias cartas revelan o sacan a la luz una inquietud que la persona tenía pero que ni siquiera sabía cómo verbalizar…
¡Imagínese cómo sería derribar esos muros de silencio, esos bloqueos interiores!
Visualícese pudiendo hablar de forma sana, abierta y constructiva, tomando sus propias decisiones sobre lo que es realmente importante para usted al final de la vida.
De la suya… o de la de ese familiar a quien dejar claros todos estos asuntos aportará paz y tranquilidad.
Podría ser realmente liberador explicar a sus familiares, amigos o cuidadores, además de las cuestiones más importantes, también las menos relevantes; lo que quiere y lo que no quiere, para que todos ellos sepan lo que necesita en cada momento.
Si hiciera la lectura y la elección de las cartas en grupo y en voz alta, también podría someter a debate cada uno de los aspectos que las cartas representan, con total naturalidad.
Le aseguro que hablar del final de la vida es un proceso realmente beneficioso. Incluso le diría que bonito.
Porque cuando todos abrigamos los mismos miedos, sentirse acompañado y arropado significa que, aunque el temor y el dolor siguen ahí, el sufrimiento se reduce, se amortigua.
No me cabe duda de que son un instrumento muy valioso que le servirá de mucho a usted y a los suyos.
Y es que esa, precisamente, es la misión que guía los pasos del proyecto Al final de la vida: llegar a cualquier hogar que lo necesite para ayudar a desarrollar una visión en la que la muerte pueda ser tratada con respeto y normalidad, y no como un enemigo del cual huir.
Si quiere puede pedir estas cartas a través de este enlace
o haciendo clic en el botón que ve a continuación.
Cuando haga clic pasará a la página web de Natursanix, donde podrá hacer su pedido con total seguridad y confianza.
Podría solicitar dos juegos de cartas, uno para usted y otro para esa persona que quizá le haya venido a la cabeza al leer este texto. Verá que al hacer clic en el link ya aparecerán dos unidades en su carrito, pues además al pedir dos su pedido estará exento de gastos de envío.
El 100% de los ingresos por la venta de estas cartas se destina única y exclusivamente a la obra y labor social comunitaria de Al final de la vida. Es decir que cada euro se reinvierte en una red de recursos de cuidados paliativos y de final de vida.
Así, si se decidiera a hacer su pedido, no solo estaría mejorando su situación y la de sus seres queridos, sino que también estaría contribuyendo a prestar ayuda y recursos (emocionales y materiales) a otras personas en un momento difícil en el que a veces el ser humano se encuentra muy perdido y muy solo.
Téngalo en cuenta. Estas cartas podrían ser un buen regalo para usted mismo o para otra persona. Superar miedos y derribar barreras siempre lo es.
Natursanix tiene un servicio de entrega muy rápido pues trabaja con mensajería urgente. Por ello, si las pide ahora, en las próximas 24 ó 48 horas las tendrá en su casa. ¡Y sin pagar ni un euro por los portes!
Todos necesitamos aprender a hablar de la muerte, y preferentemente antes de encontrarnos en una situación de gravedad para poder hacerlo con la cabeza clara.
Actuar así le ayudará a pensar y a evitar aquellas circunstancias que no querría llegar a vivir. Y también le ayudará a elegir las que sí.
Hace siglos, cuando no disponíamos de los medios médicos actuales, lo normal era que todo el mundo estuviera familiarizado con la muerte y el morir.
Todos, hasta los niños, participaban cuando alguien enfermaba y fallecía… Y era el enfermo el que en la mayoría de los casos se encargaba de decidir los detalles relacionados con su propio deceso. Él era el que tomaba las grandes decisiones como líder de su propia vida, pero los demás le escuchaban, le respetaban y le acompañaban.
Y es que recuerde que, desde la antigüedad, siempre nos hemos valido de palabras para acompañarnos entre nosotros y hacer el ciclo vital más llevadero.
Eso es lo natural.
Las cartas de Al final de la vida pueden llevarle de vuelta a ese momento en el que todo era más humano, más sencillo.
¡A su salud!
Luis Miguel Oliveiras
P.D.: Como dicen los voluntarios de Al final de la vida: “el buen morir es cosa de todos”. No permita que la muerte le sorprenda poco informado y poco preparado. Ya es hora de poner las cartas sobre la mesa, y nunca mejor dicho. Pida su juego de cartas aquí.