Estimado Lector de La Tetera de Irati,
Hoy te vamos a dar 8 CLAVES muy valiosas para preparar la tisana perfecta.
¡Con ellas te aseguras de hacerlo todo de la forma óptima para maximizar los beneficios de cada mezcla y potenciar tu salud!
Porque no es lo mismo hacerte una infusión con prisas que dedicar tiempo a que las plantas nos entreguen todo su potencial sanador.
¡Y es que una tisana hecha con mimo no solo sabe mejor, sino que multiplica su poder medicinal!
Adelante, toma nota y sigue el “paso a paso”:
La frescura de las hierbas garantiza una mayor concentración de sus compuestos activos. Si vas a un hipermercado encontrarás decenas de marcas para hacer infusiones, pero las hierbas y hojas contenidas en esos sobrecitos suelen haber sido sometidas a un proceso industrial muy agresivo. Han sido secadas, cortadas y trituradas por una máquina sin tener en cuenta que muchos principios activos sensibles al calor se destruyen durante dicho proceso.
El agua hirviendo puede quemar las hierbas y afectar negativamente a su sabor. Así que calienta el agua en el hervidor o la olla hasta que hierva y párala. Déjala reposar un poquito y añádela sobre la bolsita llena de
hierbas medicinales. ¡El calor del agua extraerá toda la magia de las hierbas!
Por lo general, una cucharadita de hierbas secas por cada taza de agua caliente es suficiente, pero esto puede variar según la planta y el gusto personal. Añade tu cantidad preferida a la bolsita, espera el tiempo adecuado y saborea.
Algunas plantas, como la manzanilla, solo necesitan unos minutos de infusión, mientras que otras, como la equinácea, requieren más tiempo para liberar completamente sus propiedades medicinales. Infórmate bien del tiempo necesario que requiere tu tisana, que generalmente oscilará entre 5 y 10 minutos.
Al cubrir el recipiente donde está teniendo lugar la magia de tu tisana, estarás evitando la pérdida de aceites esenciales y compuestos volátiles. Este sencillo gesto también ayuda a retener los aromas y a mantener la temperatura adecuada para una extracción óptima de las propiedades de las plantas.
Si las preparas en una olla directamente (sin bolsita) una vez que la tisana haya alcanzado el tiempo de infusión deseado, cuélala para retirar las hierbas y obtener una bebida clara y sin residuos.
La mayoría de las tisanas se disfrutan calientes, pero también puedes enfriarlas y servirlas con hielo para obtener una opción refrescante en los meses más cálidos. ¡No imaginas lo rica que está la tisana Silueta Dorada fresquita y con una rodaja de naranja!
8. Puedes añadir miel, limón o rodajas de frutas y hojas herbales
Así les das un toque adicional de frescura y sabor, ¡casi como si fueran un cóctel de media tarde! A la tisana Armonía Vital también le queda genial el frío y una vara de hinojo o apio fresco.
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