Un estudio realizado a nivel mundial confirma que existe una grave deficiencia en la detección de enfermedades renales, incluidos los países desarrollados, ya que en estos últimos esta patología no es considerada como prioritaria. De este modo, aunque 1 de cada 10 personas en todo el mundo padece insuficiencia renal crónica (ERC), 9 de cada 10 no saben que tienen esta patología.
En consecuencia, un millón de personas mueren al año en todo el mundo a causa de una insuficiencia renal que no ha sido tratada. Además, los afectados por esta enfermedad tienen un 20% más de probabilidades de fallecer por otra causa, especialmente enfermedades cardiovasculares, antes de que se hayan podido someter a diálisis o recibir un trasplante en los casos más graves.
Por tanto, la detección precoz es vital para evitar que se llegue a esta situación, prestando especial atención a los grupos de riesgo: diabéticos, obesos, fumadores, mayores de 60 años y personas que tienen enfermedades cardiovasculares.
Entre los síntomas que podrían alertar de una ERC destacan: náuseas y vómitos, pérdida de apetito y peso, orinar con más frecuencia y también por las noches (nicturia), cambios en el aspecto de la orina incluso con presencia de sangre, retención de líquidos que puede derivar en cansancio y fatiga, hipertensión arterial, palidez cutánea por anemia, picores de piel (prurito) o sabor metálico en la boca debido a la acumulación de urea en la saliva (compuesto químico presente en la orina y que en caso de ERC aumenta significativamente).
Fuente: Aminu K. Bello, Adeera Levin, Marcello Tonelli, G. Okpechi, John Feehally, David Harris, Kailash Jindal, Babatunde L. Salako, Ahmed Rateb, Mohamed A. Osman, Bilal Qarni, Syed Saad, Meaghan Lunney, Natasha Wiebe, Feng Ye, David W. Johnson: “Assessment of Global Kidney Health Care Status”. JAMA. 2017
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