Sensación de ardor, regurgitación ácida, tos nocturna… todos ellos síntomas del reflujo del contenido del estómago hacia el esófago. Los medicamentos convencionales utilizados para tratarlos, los antiácidos y los inhibidores de la bomba de protones (IBP), no están exentos de efectos secundarios.
Pero tenemos buenas noticias: usted puede prescindir de ellos optando por una dieta de tipo mediterráneo (es decir, muy rica en alimentos no procesados: frutas, verduras, cereales y oleaginosas) combinada con el consumo de agua rica en bicarbonato, de acuerdo con un estudio que ha confirmado los efectos positivos de una y otra sobre este trastorno digestivo.
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