La edad y los antecedentes familiares de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) son los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad, y lo peor es que no se puede actuar sobre ellos. Sin embargo, en el desarrollo de esta dolencia también intervienen otros parámetros sobre los que sí es posible tomar las riendas, a fin de protegerse:
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