El cloro de las piscinas, el salitre, el sol, comer a deshoras, la sequedad y el calor… Aunque el bronceado nos haga tener mucho mejor aspecto en verano, los excesos y la falta de cuidados propios de las vacaciones provocan una deshidratación profunda de la piel, que a veces llega incluso a agrietarse.
Por eso es conveniente comenzar a cuidarla con limpiezas y tratamientos cutáneos a base de frutas cargadas de vitaminas nada más terminar el período estival. De este modo permitirá a su piel regenerarse a fondo y llenarse de nuevo de luz y vitalidad antes del invierno.
Ahora bien, ¿significa eso que hay que renunciar a mantener unas semanas más el bonito bronceado que se ha conseguido? ¡Claro que no!
Ese es el motivo por el que hoy quiero compartir con ustedes la receta de una mascarilla que mi mujer lleva años usando para combatir la sequedad de la piel propia de después del verano.
Se trata de un exfoliante suave y natural que precisamente alarga la vida del bronceado, dado que elimina las capas córneas endurecidas que empañan su buen aspecto.
Ingredientes
Elaboración
Realice una exfoliación con este preparado por primera vez nada más regresar de sus vacaciones y repita cada semana. Frote suavemente el cuerpo con la mezcla, sintiendo en la piel el roce las finas partículas de las almendras en polvo y de la sal.
Cuanto mayor sea el tiempo de masaje, mayor, más lenta y más profunda será la absorción de los distintos ingredientes, así como de sus sustancias activas y nutrientes.
A continuación aclare con una ducha de agua tibia. Séquese suavemente y aplíquese su crema hidratante habitual.
Por supuesto cada uno de los ingredientes (ojo, es importante que sean siempre biológicos) aporta a la mezcla un valor añadido que marca la diferencia en el cuidado y la regeneración de la piel.
Como ha visto, la receta incluye piña, que es una de las pocas frutas que encierran en su interior una enzima proteolítica -es decir, que ayuda a digerir las proteínas contenidas en los alimentos mediante su degradación-, la bromelaína.
Esta enzima mejora la circulación de los pequeños vasos sanguíneos, especialmente cuando se combina con un masaje. Y además la pulpa de esta fruta es rica en compuestos de la familia de los flavonoides y de los polifenoles, que le confieren propiedades antioxidantes.
Por su parte, la manteca de cacao ayuda a regenerar las células, protege la epidermis castigada y nutre los tejidos. Y las sales del Mar Muerto aportan a su vez una enorme riqueza en minerales y permiten retirar las células muertas, favoreciendo la renovación cutánea.
Por último, el AV de almendras dulces combate las irritaciones y al mismo tiempo nutre la piel, las almendras en polvo permiten una exfoliación suave y el AE de pomelo ofrece una acción muy útil para combatir el aspecto acolchado (es decir, la conocida como “piel de naranja”).
Si prueba esta receta, por favor no dude en contar su experiencia dejando un comentario en esta misma página un poco más abajo. Le aseguro que mi mujer (yo también, por supuesto, pero ya ve que ella es hoy la protagonista) estará encantada de saber lo bien que le ha ido con su mascarilla exfoliante.
¡A su salud!
Luis Miguel Oliveiras
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