Si usted o alguien de su entorno sufre osteoporosis o simplemente le gustaría prevenirla, me gustaría compartir con usted una información crucial.
Probablemente piense que tomar más calcio es imprescindible en estos casos.
Pero no siempre es la solución.
En ocasiones, el calcio se “fuga” literalmente de los huesos.
Esta pérdida de la densidad ósea hace que el hueso se vuelva más poroso de lo normal, al aumentar el número y el tamaño de las cavidades que forman su interior, volviéndose más frágil y quebradizo.
Y el resto, lo conoce: fracturas o microfracturas a la mínima, rotura de cadera (que suelen producirse previamente a la caída y no como consecuencia de la misma) y vivir con temor ante el más leve golpe o traumatismo. (1)
¿Quién es el culpable?
Esta salida del calcio de los huesos y la consiguiente pérdida de masa ósea puede tener su origen en un exceso de acidez en el organismo. (2)
Es lo que se conoce como acidosis metabólica.
A pesar de su nombre, este trastorno no tiene nada que ver con la acidez de estómago o el reflujo, como se podría llegar a pensar, sino con una alta concentración de ácido en el organismo. Y no hace falta ser químico para saber que un exceso de ácido no puede ser bueno.
La acidosis elimina minerales fundamentales, genera inflamación, desgasta los huesos y las articulaciones, altera el equilibrio nervioso y afecta de manera generalizada a su salud, pudiendo llegar a provocar un shock e incluso la muerte.
Para evitar que esto ocurra, hoy quiero hablarle de un complemento fundamental para reequilibrar el pH en su organismo y contribuir así a su correcto funcionamiento.
Con él logrará proteger sus huesos de la osteoporosis y también a los otros órganos que resultan más afectados por el proceso de acidificación, como son el hígado y los riñones.
Y lo que aún es mejor: podrá hacerlo de forma totalmente natural.
Pero antes de darle la solución al problema, veamos primero qué es exactamente la acidosis metabólica. Un trastorno que, como otros muchos, tiene su origen en la alimentación.
Comida basura, platos preparados, alimentos ultraprocesados… ¿le suenan?
Desgraciadamente no es difícil encontrarlos en la calle, en los restaurantes de comida rápida o en el lineal del supermercado; están a la orden del día en la llamada “alimentación moderna”.
Aparte de las carencias nutricionales tan poco saludables que ocasionan, estos alimentos han llegado a nuestra sociedad de sopetón, con lo que el genoma humano no ha tenido tiempo de evolucionar y ajustarse a sus efectos; esto deriva en desequilibrios ácido-base y en la alteración de la relación sodio-potasio, entre otras afecciones. (3)
Además de los aditivos, azúcares añadidos, colorantes y conservantes químicos que contienen, estos alimentos son especialmente acidificantes por dos motivos:
Además de favorecer la hipertensión, el efecto de tanta sal en la alimentación se relaciona también con osteoporosis, alteración renal y pérdida de masa ósea y muscular. (5) (6) (7)
En este punto, algunos estudios apuntan que el potasio podría ser una estrategia interesante para modular los efectos negativos del exceso de sal en la dieta. (8)
Como no podemos prescindir de las proteínas, es necesario por tanto tomar alimentos y complementos nutricionales alcalinos para amortiguar el “golpe ácido” que tienen sobre los huesos. (9) (10) (11)
Aunque el cuerpo humano es una máquina perfectamente diseñada y dispone “de serie” de recursos propios para regular la acidez del organismo (evacuando los ácidos por las vías respiratorias, los riñones y la piel o mediante las sales minerales presentes en la sangre), una alimentación más ácida, el estrés, la falta de actividad física y la edad conducen inexorablemente a la acidosis metabólica.
Pero para estar completamente seguro, es imprescindible conocer el equilibrio ácido-base que tiene en su organismo. En otras palabras, qué nivel de pH tiene.
Si esta pregunte le resulta curiosa, es precisamente porque no es muy habitual. La medición del pH no suele incluirse en los análisis de sangre rutinarios, y las otras pruebas que se utilizan para determinar la acidosis (gasometría arterial, panel metabólico, examen de ácido láctico…) solo se hacen cuando el diagnóstico no está muy claro.
En cualquier caso, para que el organismo funcione correctamente, los valores de pH deben oscilar entre 7,35 y 7,45. (13)
Por debajo de este valor mínimo podemos hablar de una acidificación del organismo y es necesario tomar medidas urgentemente para evitar males mayores.
Como ha visto, una alimentación deficiente genera un exceso de ácidos que el metabolismo no puede neutralizar, el pH se altera y el organismo deja de funcionar de manera óptima.
El cuerpo almacena ese exceso de ácidos en el tejido conjuntivo, para liberarlos y expulsarlos más tarde cuando la sangre tenga a su disposición las suficientes sales minerales básicas (calcio, potasio, magnesio…).
Pero si hay carencia de estas y a la vez un exceso de ácidos de forma prolongada, el organismo tiene que recurrir a los minerales de reserva, como el calcio. Así, el calcio que estaba destinado a dar consistencia a los huesos se dedica a otros usos, lo que acaba provocando la osteoporosis.
Y esta reducción de la masa mineral ósea no es el único problema. La acidosis metabólica también puede predisponer a la formación de cálculos renales, a la pérdida de masa muscular y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión e hígado graso no alcohólico. (14) (15)
Los peligros de un organismo acidificado no son pocos ni deben tomarse a la ligera. Ahora que ya los conoce y ha visto la importancia que tiene reequilibrar su nivel de pH, veamos la solución de la que le hablé al principio.
El impacto que tiene la alimentación en el equilibrio ácido-base del organismo ha sido ampliamente estudiado. (16)
Y lo que los estudios científicos evidencian es que, en la misma medida que una dieta con exceso de precursores ácidos (proteínas, sal) favorece la acidosis, aquella que sea rica en minerales como el calcio, el magnesio o el potasio (en forma de citratos, acetatos o bicarbonatos) puede ayudar a contrarrestar sus efectos y a solucionar el problema.
Así que la primera recomendación sería apostar por aumentar las fuentes de calcio, magnesio y potasio en la alimentación. (17)
Pero si además existen otros ingredientes alcalinizantes… ¿por qué no ir un paso más allá?
Esto es justo lo que contiene el complemento que hoy le quiero ofrecer para combatir la acidosis metabólica. Su nombre es tan gráfico como apropiado: Alkaline Formula de Super Smart, un prestigioso laboratorio francés del que ya le he hablado en alguna que otra ocasión.
Una formulación revolucionaria que suma a los minerales alcalinizantes nuevos ingredientes de alta eficacia trabajando en sinergia con un único objetivo: reequilibrar el pH de su organismo.
Esto es lo que le ofrece:
Además, los minerales presentes en este complemento se encuentran en forma de citratos, sales básicas que se metabolizan a bicarbonatos, auténticos “antiácidos naturales” para contrarrestar el exceso de acidez sistémica.
La lista de beneficios asociada a la manzanilla es extensa. Las flores de manzanilla se han utilizado desde la antigüedad para calmar los nervios, espasmos y problemas digestivos. (20) (21)
Además, la presencia de apigenina en este extracto (estandarizado al 2,5% en esta sustancia) le confiere propiedades antiinflamatorias y antioxidantes útiles en casos de colitis, úlceras o enfermedades inflamatorias intestinales. (22)
En cuanto al extracto de raíz de jengibre presente en este complemento, está estandarizado al 5% en gingerol, principio activo con actividad antioxidante y antiinflamatoria. (23)
El jengibre está indicado para mejorar el funcionamiento del tubo digestivo, protegiendo a la mucosa gástrica de un exceso de acidez (ya de por sí el pH del ácido del estómago se sitúa en torno a 1-1,5, es decir, es extremadamente ácido). Por tanto, está indicado en caso de dispepsia, gastritis, malestar epigástrico o ulceraciones gástricas. (24)
La raíz de regaliz es otro de los tratamientos herbales utilizados en medicina tradicional como antiácido natural en casos de úlcera gástrica o duodenal. (25) (26)
Entre sus muchos componentes como saponinas o flavonoides, destaca el ácido glicirricínico, su principal principio activo (estandarizado al 3%). (27)
La lista de remedios herbales presentes en este complemento se completa con el polvo de perejil, una planta rica en vitamina C, flavonoides y carotenoides que, según los estudios, protege la mucosa gástrica al reducir las secreciones ácidas y aumenta la defensa antioxidante del organismo. (28) (29)
Particularmente rico en potasio, el perejil actúa como un diurético natural ligero y ayuda a los riñones a excretar el exceso de sodio. Este complemento le aporta 60 mg de perejil en polvo en la dosis diaria recomendada.
Completan la fórmula antiácido dos ingredientes con acción gastroprotectora y digestiva: un aminoácido y una enzima.
Comience hoy mismo a reequilibrar el pH de su organismo
La acidosis metabólica no es un problema menor. Y ponerle solución está en su mano.
Tomando 4 cápsulas al día de este complemento, idealmente 2 por la mañana y 2 por la noche, usted podrá:
Mi consejo para prevenir y combatir la acidosis metabólica: siga una alimentación alcalina rica en frutas y verduras, evite el sedentarismo e incorpore Alkaline formula cuanto antes a su dieta para tener una acción más rápida y eficaz.
Si lo desea, puede empezar hoy mismo en este enlace.
P.D.: La acidosis metabólica no suele tener síntomas propios, y generalmente lo que “da la cara” son las enfermedades que lleva aparejadas (osteoporosis, diabetes tipo 2, insuficiencia hepática, etc.). Pero, ¡atención!: si tiene una respiración más agitada de lo normal, se siente cansado o confundido, no descarte que un exceso de ácidos en su organismo pueda estar detrás.
Este complemento es sólo para adultos. En caso de embarazo, lactancia o alguna condición médica específica consulte con su médico.
Fuentes:
Artículos relacionados