La lucha contra el SARS-CoV-2 está agravando otro problema de salud cada vez más acuciante: el del abuso de los antibióticos y el aumento de bacterias multirresistentes a estos fármacos.
Esta es la conclusión de algunas evaluaciones realizadas desde que comenzó la pandemia y que alertan del excesivo número de pacientes ingresados por Covid-19 que han recibido una “terapia antibacteriana empírica temprana”; es decir, aquella que se aplica antes de disponer de datos concretos sobre la infección que tiene el paciente. Por ejemplo, en un hospital que tuvo 1.705 afectados por Covid-19, a más de la mitad se les había prescrito esta terapia(1). Pero no se trata de un caso aislado, ni mucho menos, ya que en otros centros el porcentaje iba del 27 ¡al 84%!
Según los investigadores estas cifras son preocupantes, sobre todo si se tiene en cuenta que los que más suelen recibir este tratamiento temprano son las personas de más edad o las que, al ser ingresadas por Covid-19, por lo general ya tienen el sistema inmunológico debilitado por una patología previa. Y esos dos grupos de riesgo son, precisamente, los que más probabilidades tienen de ser infectados por bacterias multirresistentes.
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Muy interesante este artículo sobre las bacterias multirresistentes con vistas al invierno que se avecina.