Estimado Lector,
La ansiedad que nos acompaña desde hace meses no da tregua.
Nos hemos sumergido de lleno en la tercera ola de la pandemia y la situación no tiene pinta de mejorar, con muchos hospitales al borde del colapso.
Los confinamientos perimetrales, que continúan aislándonos, sumados a otros episodios como las importantes nevadas vividas en buena parte del país y la crisis económica que acecha siguen echando leña al fuego de la fuerte angustia colectiva.
Si para muchos 2020 fue un año de pesadilla… 2021 no ofrece, al menos de inicio, una perspectiva mucho más halagüeña.
Como digo, todo contribuye a ello.
Esto no augura nada bueno para nuestra salud mental colectiva. Y de hecho muchas personas, cada vez más, están al límite.
¿Cómo no sentirse desorientado y solo en esta situación?
Debemos aprender a manejar las emociones que nos han invadido. Y es que en muchos casos el miedo ha vuelto a la población ultrasensible.
Ahora bien, en este sentido es interesante conocer un poco más sobre el funcionamiento del cerebro y del miedo.
Resulta que a nuestro cerebro le “gusta” tener miedo.
Es decir, que el miedo ante la amenaza de las epidemias infecciosas, en ocasiones exagerado, tiene su origen en nuestra biología.
Al igual que tantos animales utilizan su sistema olfativo, los seres humanos hemos desarrollado una gran sensibilidad al peligro, lo que sin duda ha permitido preservar nuestra especie a lo largo del tiempo (forma parte del instinto de supervivencia, alojado en la parte del cerebro denominada “cerebro límbico”).
Nuestra receptividad hacia cosas aterradoras es, por tanto, muy fuerte. Y de hecho esto es lo que explica el éxito de las películas de terror y de las malas noticias.
La prensa, inundada de acontecimientos desestabilizadores, solo refleja las tendencias de su época.
Naturalmente nadie había podido prever que el nuevo coronavirus provocase tantas muertes. Pero lo cierto es que nos hemos instalado en una vorágine de miedo y ansiedad permanentes de la que vamos a tener que salir por nuestro propio pie.
Como sociedad, el camino es largo. Pero no dude de que usted puede ir plantando una semilla con actos sensatos que “cale” en el comportamiento de sus vecinos, de sus allegados…
Asimismo, hay importantes estrategias que puede poner en práctica ya mismo para protegerse mentalmente de esta epidemia de histeria y angustia.
Una actividad física (mejor si es al aire libre) como caminar, correr, nadar, bailar… le aportará regulares dosis de endorfinas que mantienen a salvo el ánimo y la autoestima, mejorando con ello su salud.
Todo el mundo se siente especialmente relajado y feliz después de una buena carcajada.
Pues bien, los beneficios de la risa están científicamente demostrados.
Así, esta es una excelente manera de luchar no solo contra el estrés, sino también contra sus efectos nocivos sobre el corazón (mayor riesgo de infarto), los intestinos (se vuelven irritables), la inmunidad (se ve reducida)…
En concreto, la risa reduce la producción de cortisol y de adrenalina, las principales hormonas del estrés. Pero no solo eso: también aumenta la cantidad de aire ventilado, limpiando los pulmones y mejorando la oxigenación de la sangre. Y encima mejora el sueño, la digestión, la energía sexual…
Las Flores de Bach son elixires florales elaborados a partir de 38 esencias de flores destinadas a realinear los estados emocionales. En estos tiempos, seguramente los que más puedan ayudarle sean los siguientes:
Para tomarlos, debe añadir 2 ó 3 gotas de la esencia (o varias; se pueden usar hasta 6 al mismo tiempo) que elija en un vaso pequeño de agua mineralizada. Beba la mezcla a lo largo de todo el día a pequeños sorbos, tomándose el tiempo de mantener la mezcla unos segundos en la boca.
Es momento de dedicarse tiempo, de repararse, de descargar tensiones y de trabajar por encontrarse mejor.
¿Cómo? ¡Con cualquier cosa que le haga sentir bien! Pintura, lectura, un baño caliente con cierta frecuencia…
Y, aunque la situación es la que es y algunos límites perimetrales lo dificultan, no debe olvidar que un buen paseo en plena Naturaleza siempre ayuda.
¿Qué hay de usted? ¿Sigue alguna de estas pautas para mantenerse a salvo mentalmente? ¿Alguna otra? Le invito a expresar qué siente y qué hace para sobreponerse dejando un comentario más abajo. Tanto yo como el resto de lectores estaremos encantados de leerle. ¡Seguro que resulta de gran ayuda!
Y por supuesto siga cuidándose y cuidando de los suyos en estos tiempos de incertidumbre…
¡A su salud!
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Hola. Yo utilizo siempre las flores de Bach, en concreto rescue pero también otras.
Hola, me parece muy bueno el comentario sobre cómo sobrellevar esta prueba que estamos pasando. Yo y mi familia lo hacemos lo más positivo posible dentro de las circunstancias.
Vivimos en el campo y trabajamos la tierra de forma natural y tenemos nuestra propia huerta y hemos observado que el contacto con nuestra madre tierra nos ayuda muchísimo a encarar esta pandemia. Así que animamos a que la gente tenga el máximo contacto con la Naturaleza.
¡ADELANTE PODEMOS!….. Nuestra Madre Tierra nos espera.
Yo pienso que con tantos datos que nos están dando las televisiones, no hacen nada mas que asustar a la gente. No necesitamos ni la mitad de los datos que diariamente nos cuentan, En el momento en que dejen de hablar del virus y contar los contagiados y muertos, todo nos irá mucho mejor. Están abrumando al publico. Por favor que se preocupen de otras cosas y se olviden del virus, y así creo que todos estaremos muchísimo mejor.
Esta es mi opinión.
Mantengo las normas por respeto, pues las personas que veo en mi trabajo están aterrorizadas. Pero no veo tv, no leo, no escucho la radio… Nada relacionado con el tema. Me entristece, si lo pienso, pero me aíslo de todo y vivo con normas normalizadas igual que ponerse zapatos. Creo en la humanidad pero no en algunos humanos. Distancia emocional es lo que practico, pero no soy distante.
Estoy de acuerdo cuando dice que el ejercicio, la risa y la buena alimentación son los mejores antídotos para todas esas amenazas que se ciernen en estos tiempos de pandemia. Y cuando nos referimos a la risa esta va asociada a estados de optimismo y otros prácticas que ayudan a potenciar un estado de bienestar (el yoga, la meditación, las salidas al aire libre, mejor si hay sol y ojalá una buena lectura). El sol es el mejor afianzador de la vitamina D, necesaria para fortalecer el organismo. Gracias por los consejos.
Hoy más que nunca es imprescindible manejar nuestro bienestar. Aprender a tomar control, estar consciente de lo que no pasa, asumir con responsabilidad lo que pensamos, sentimos y hacemos. Darnos cuenta de los innumerables factores que influyen y determinan nuestra optima salud. Tampoco ignorar el daño que nos provocan otras personas, circunstancias y como estos se relacionan con nuestra verdadera salud. Agradezco a Salud, Nutrición y Nienestar por el aporte que realizan en tal sentido. Bendiciones. Cordialmente, J.M.L.
Todos sus comentarios y publicaciones son muy útiles. Gracias a sus consejos me encuentro fenomenal.
La mejor forma de superar esta situación es buscando de Dios. Él es el único que nos puede llenar de la fortaleza, sabiduría y paz para salir adelante. Claro que nos podemos ayudar con los medios naturales que Él mismo ha colocado a nuestra disposición.
Me gusta tu comentario, sin Dios es muy complicado vivir.
En situaciones de miedo y extremo yo pienso: que sea lo que Dios quiera. Y sigo con mi tarea que esté haciendo.
A mí me funciona, aunque sea una tontería.
Yo solo veo las noticias una vez a la semana. Y he comenzado hacer mi árbol genealógico y está resultando muy interesante llamar a la gente grande de mi familia para preguntar por las anteriores generaciones. Es muy curioso lo que estoy aprendiendo y entretenido sumo. Así sin más!
La situación que nos ha tocado vivir yo creo que la manera de afrontarla debe ser: no tener miedo y sí respeto hacia los demás y estar en contacto con la Madre Naturaleza el mayor tiempo posible. Eso equivale a estar en contacto con Dios (llamarlo Yavé o Jehová, como quiera cada uno. Yo creo que la Naturaleza en toda su extensión es obra de Él.
Todos los días cuando me levanto lo primero que hago es darle las gracias por el nuevo día.
Además, hay que procurar pasar el tiempo entretenido en las tareas cotidianas que más sean de nuestro agrado.
Un saludo.
Un poco de yoga, un cuestionamiento crítico constante hacia nuestras prácticas cotidianas, un cuestionamiento crítico e intelectual de la sociedad en la que vivimos, relaciones personales sanas y sinceras, un estimulo artístico y cultural recurrente (pintura, lectura, música, etc.), una alimentación sana y algo de evasión de vez en cuando. Digamos que está en nuestras manos nuestra propia resiliencia. Ánimo.
A mí me ayuda dedicar todos los días un ratito a meditar, a entrar en contacto con mi esencia, con mi realidad interior. Darme cuenta de cómo me siento, cómo vivo internamente lo que ocurre afuera…. De esta manera mi cuerpo y mi mente entran en calma y saco fuerzas para llevar lo mejor posible cualquier contratiempo.
Yo vivo muy angustiada. Soy una sra. mayor que vive sola, hace 15 meses que me quedé viuda y no tengo ilusión de nada, siempre con mucho miedo a las enfermedades… Estoy muy depresiva. En fin, me quedo aquí. Muchas gracias…
Yo he cogido todo el miedo del mundo y no salgo casi nada. Me da miedo ir a comprar y no puedo con la agorafobia que siento. Donde mejor estoy es en casa, pero ahí también me agobio. No sé que hacer. Ni psiquiatra ni psicóloga, nada me ayuda . Espero volver a ser yo misma.
Estamos viviendo una época muy extraña y solo deseo que nosotros, los «menteabiertas», podamos guiar a otras personas a vivir un poco mejor sin caer en la locura del momento. Gracias.