Sí, el sexo puede ser considerado como un buen ejemplo de ejercicio físico. Eso sí, con algunos matices que conviene aclarar. Y es que un peculiar metaanálisis ha concluido que la actividad sexual produce un gasto energético de aproximadamente 2 Kcal por minuto(1).
Curiosamente, sus resultados también recogen que esa cantidad de calorías gastadas se obtendrían manteniendo relaciones con la pareja habitual, mientras que si fuera con una pareja no habitual aumentaría a 4 Kcal/minuto debido a que la actividad sexual tiende a ser más vigorosa. Y, asimismo, que la postura adoptada también repercute en el gasto: si el hombre es quien está encima se quemarían 3,4 Kcal/minuto de media y, si es la mujer, serían unas 2,6 Kcal/minuto.
Por supuesto el sexo no puede ser la única actividad física que usted realice pero… ¡desde luego es una ayuda complementaria de lo más placentera!
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