Le traigo un mensaje breve y muy urgente:
Quizá usted y los suyos estén inhalando a diario en su casa ¡hasta 10 veces más! cantidad de compuestos orgánicos volátiles (COV) de lo que se pensaba hasta ahora.
Eso es, al menos, lo que defiende una investigación recién publicada por parte de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. (1)
De acuerdo con sus conclusiones la inhalación de estos tóxicos en los hogares alcanza el 2% del total, es decir, una cantidad hasta 10 veces superior de lo calculado hasta la fecha (se estimaba que era en torno a un 0,2%).
“Pero ¿qué es eso de los COV?”, quizá se pregunte.
Son sustancias tóxicas que se desprenden de todo tipo de materiales y productos de limpieza y de aseo personal (desde pinturas y barnices a ambientadores, detergentes, pesticidas, adhesivos, perfumes, desodorantes, champús, lacas, tintas…) esparciéndose por el aire en forma de micropartículas, las cuales son fácilmente inhaladas.
Son responsables de múltiples problemas de salud: tanto dolores de cabeza y náuseas como irritación de ojos, de nariz y de garganta. Y también pueden tener otros efectos negativos mucho más importantes a largo plazo, ya sea sobre el hígado, los riñones o el sistema nervioso central (causando asma y trastornos endocrinos, entre otras dolencias graves).
Esto se explica porque entre estos COV se encuentran sustancias tan dañinas como el benceno, el tolueno, el nitrobenceno, el formaldehído, el clorobenceno, el xileno, la acetona… ¡Algunas de estas moléculas han sido incluso clasificadas como “carcinogénicas”!
Hoy más que nunca, cuando llevamos más de un año pasando más tiempo de lo normal en casa (y muchas personas continúan haciéndolo, teletrabajando o estudiando a distancia), esta es una noticia absolutamente demoledora.
Y eso que ya se sabe desde hace años que las concentraciones de contaminantes en espacios interiores pueden ser ¡hasta 7 veces! mayores que la de los exteriores (sí, sí, como lo lee). (2)
Afortunadamente, hay pautas sencillas pero determinantes que pueden ayudarle a combatir la acumulación de tóxicos en su hogar.
Aquí resumo brevemente las 3 que yo considero principales:
Cuando le toque comprar un nuevo sofá, un mueble, menaje del hogar o ropa (la cual conviene lavar antes de usar), entre otros, es cuando más debería acordarse de las conclusiones del estudio del que hoy le hablo y priorizar la compra de productos elaborados con materiales orgánicos.
En concreto hay un elemento del hogar que suele estar repleto de tóxicos y que, precisamente por el uso que se le da, acaban dañando de forma muy notable la salud. Hablo de los colchones, sobre los que dormimos y respiramos cada noche, inhalando los COV que emiten.
Si quiere saber cómo protegerse frente al daño que puede estar produciéndole su colchón a diario le recomiendo descargarse el informe gratuito del Dr. Glenn S. Rothfeld, eminencia en salud natural en Estados Unidos, “Colchones: un escalofriante peligro acecha en su interior”.
¡A su salud!
Fuentes:
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