Si es de los que toma edulcorantes para reducir el consumo de azúcar, debe saber que esta medida puede salirle bastante cara. Sobre todo si ha escogido esta alternativa al azúcar con el objetivo de ayudarle a perder peso. Y es que dos estudios(1)(2) han concluido que en las personas con obesidad la sucralosa, un tipo de edulcorante, consigue justo el efecto contrario: que se añadan kilos a la báscula porque hace aumentar el apetito.
La explicación parece estar en la conocida como “áreas de recompensa”, la zona del cerebro encargada de controlar los deseos e impulsos, incluidos los alimentarios. Y es que los dos equipos de investigadores han observado que esa zona cerebral, en las personas con obesidad, responde de manera diferente dependiendo de si se ha tomado sacarosa (azúcar natural) o sucralosa.
En concreto, lo que ocurre es que esta última hace aumentar la actividad neuronal de esa área cerebral y, en consecuencia, la persona no termina de sentirse saciada. Pero aún hay más, dado que también contribuye a que se sienta una mayor apetencia por los alimentos más calóricos, especialmente los dulces (¡justo los que deberían evitarse, en general, y más aún cuando lo que se desea es perder peso!).
Consejo de Salud en 1 Minuto: ¿Le cuesta prescindir del azúcar? En realidad esto es bastante normal, pues en el cerebro esa sustancia actúa como una auténtica droga. Afortunadamente, existen maneras de superar esa “adicción”. Por ejemplo, siguiendo los consejos que aquí se indican para reducir su consumo ¡en solo 36 horas!
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