La microbiota intestinal estaría implicada en el desarrollo del párkinson. Esto es lo que ha concluido el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre microbiota a la más alta resolución(1). En él se analizó el material genético obtenido de la flora intestinal de 490 pacientes de párkinson, además de la de 234 personas sanas que sirvieron de grupo control.
Así pudo observarse que la microbiota de las personas con párkinson presenta un importante desequilibrio, con una mayor presencia de componentes inmunogénicos y de patógenos oportunistas. En concreto, de las 257 especies analizadas más del 30% estaban asociadas con el párkinson. Y en el 36% de esas especias el aumento llegaba a ser del 750% en comparación con una microbiota sana.
Según los investigadores, esto conlleva una sobreproducción de moléculas tóxicas y una disrregulación de los neurotransmisores, al tiempo que hay una menor presencia de moléculas neuroprotectoras y de sustancias antiinflamatorias. Y todo ello, en conjunto, es lo que al final induce la enfermedad de Parkinson.
Nota de Salud en 1 Minuto: El párkinson es el último caso confirmado, pero lo cierto es que el desequilibrio de la microbiota intestinal está detrás de numerosas y graves patologías. Por ello es esencial cuidar su flora bacteriana con probióticos de calidad, como este del que aquí le hablamos.
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