¡No se olvide de los beneficios de la mandarina!

El invierno es por antonomasia una época de resfriados y catarros. Y por ello también es habitual tomar naranjas para reforzar el sistema inmunitario gracias a su aporte en vitamina C.

Ahora bien, esto no debe hacernos olvidar las innumerables propiedades con las que también cuenta su “hermana pequeña”: la mandarina.

¡Aprovéchese de los beneficios de la mandarina ahora que estamos en plena época!

Más beneficios de la mandarina de los que imagina

La mandarina es el fruto de las plantas del género Citrus, originario del sudeste asiático. Destaca por su pequeño tamaño y por la facilidad a la hora de pelarla, así como por la jugosidad de sus gajos.

Entre las numerosas variades de mandarinas que existen las más populares son la clementina, la oroval o la clemenules, que es una de las más cultivadas del mundo. Y todas se recolectan entre noviembre y febrero, por lo que no le costará encontrarlas en las fruterías.

Eso sí, siempre es mejor que apueste por las mandarinas de cultivo ecológico para obtener sus nutrientes beneficiosos para la salud ¡que no son pocos!

De hecho, se trata de una de las frutas más preciadas en la cocina y en el campo de la medicina natural, pero también en el de la cosmética, como verá con la receta que le recomiendo más adelante.

Y es que entre los beneficios de la mandarina destaca la sinefrina, una sustancia que interviene en la regulación del metabolismo de las grasas. En concreto, ayuda a liberar la energía de los depósitos de grasa de los músculos, lo que favorece el control del nivel de colesterol y la pérdida de grasa corporal. (1)

Esta capacidad también se debe a su aporte en nobiletin, sustancia que regula el nivel de insulina en la sangre, y en vitamina B9 (o ácido fólico), el cual interviene en la formación de los glóbulos rojos.

Asimismo, la combinación de vitaminas B9 y C con la que cuenta la mandarina interviene en la producción de proteínas, esenciales para la formación de todos los tejidos del cuerpo.

¡Más beneficios de la mandarina! Su riqueza en fibra la vuelve muy útil en caso de estreñimiento y a la hora de eliminar las toxinas del cuerpo.

Diversos estudios han confirmado sus propiedades antimicrobianas frente a virus y bacterias.

Y su riqueza en antioxidantes como la vitamina E ayuda en la formación de nuevas células, acelerando así la recuperación de las heridas.

Todos estos nutrientes hacen de la mandarina un aliado excepcional para prevenir todo tipo de dolencias. Desde diabetes, infecciones y anemias, hasta problemas cardíacos.

Por último, pero no por ello menos importante, cabe mencionar el papel protector de los limonoides, compuestos fitoquímicos presentes en la cáscara, la pulpa y el jugo de todos los cítricos, mandarinas incluidas.

Pues bien, según un estudio realizado por el Departamento de Agricultura en California, estos compuestos ofrecen una potente acción anticancerígena. (2)

Mil maneras de disfrutar de su sabor

Lo normal es tomar los gajos de las mandarinas, pero lo cierto es que esta pequeña fruta ofrece muchas más opciones a la hora de consumirlas. Por ejemplo, puede tomarlas en forma de zumo o añadidas a ensaladas de temporada.

Pero también es el ingrediente perfecto para darle a sus pasteles un toque cítrico delicioso. De hecho, en países como Corea o Japón esta fruta es protagonista de algunos platos célebres.

Así, en Corea un plato típico es el Milgam hwachae, un tipo de ponche a base de mandarina y miel. Y en Japón existe la tradición de comer mandarinas en año nuevo porque los gajos son símbolo de riqueza, por lo que tomarlos el 1 de enero favorece la prosperidad.

Pero además de sus gajos, muy jugosos, no hay que olvidarse de su cáscara. De un intenso sabor, es habitual emplearla para elaborar postres, panes, gelatinas o licores. Y con su aceite puede aderezar ensaladas, pescados y carnes.

Y ojo porque también puede elaborar cosméticos para el cuidado de la piel. Tanto por su riqueza en vitaminas A y C, que favorecen la producción de colágeno, como en antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.

Mascarilla de mandarina para las manchas de la piel

Esta receta es útil para mitigar las manchas de la piel que suelen aparecer en el rostro a medida que envejecemos. (3)

Muy sencilla de elaborar, solo necesita 1 mandarina, 1/4 de taza de leche, 1 cucharada de levadura (unos 10 gramos) y 1 rebanada de pan.

Mezcle en un recipiente el zumo de la mandarina con la leche, previamente calentada. A continuación, agregue el pan cortado en trozos pequeños e incorpore la levadura.

Remueva bien todo hasta obtener una pasta cremosa, que deberá aplicar sobre el rostro a modo de mascarilla.

Deje reposar unos 20 minutos y limpie después la piel con agua tibia.

Como ve, existen muchas maneras de beneficiarse de las propiedades de las mandarinas.