¿Ha sentido algo parecido a que sus emociones se “disparan”? ¿Ha atravesado una época en la que se han producido graves cambios emocionales? Eso es la labilidad o inestabilidad emocional. No es una enfermedad pero préstele atención.
¿En alguna ocasión ha sentido algo parecido a que sus emociones se “disparan” casi sin darse cuenta? ¿Ha atravesado una época en su vida durante la que ha experimentado cambios emocionales intensos y repentinos? Eso es la labilidad emocional.
Pues bien, puede que esos episodios sean lo que se denomina labilidad o inestabilidad emocional. Y es la tendencia a sufrir a menudo fluctuaciones emocionales desproporcionadas, que no guardan relación con los estímulos externos que las provocan.
Son reacciones que están fuera de lugar, como salidas de tono.
La labilidad emocional puede manifestarse de diferentes maneras. Con un llanto fácil sin motivaciones claras o con sentimientos de irritabilidad intensa e incontrolable.
Pues bien, esa labilidad emocional no se considera un trastorno mental en sí mismo. Es decir, usted no está enfermo.
Eso sí, lo que sufre en esos momentos puede confundirse en lo referente a esos estallidos emocionales, sin serlo, con algunas patologías mentales como el trastorno bipolar o la depresión, cuyos síntomas son similares. Muchas afecciones comparten síntomas y la inestabilidad emocional lo hace con problemas mentales o neurológicos, como el trastorno límite de la personalidad (TLP) o la enfermedad de Parkinson.
Las enfermedades citadas se manifiestan durante semanas, meses o por desgracia, años, mientras que la labilidad suele durar unas horas como mucho. Así que es importante diferenciar la labilidad emocional de las mismas.
Y también existe una inestabilidad emocional que nunca debemos considerarla un problema sino como parte del proceso de adaptación de nuestro organismo a situaciones de la vida. Por ejemplo, durante la pubertad se producen cambios hormonales que conllevan en ocasiones labilidad emocional.
El embarazo o la menopausia también pueden llevar aparejadas reacciones emocionales muy intensas debido a los fuertes cambios hormonales que se desarrollan. Esto es normal, son episodios de la vida.
En realidad, todos tenemos altibajos emocionales o momentos en los que vivimos las emociones de manera muy intensa. La labilidad emocional en la que debemos fijarnos es cuando estos cambios de humor son muy extremos o se reacciona a esas sensaciones de forma exagerada.
También es cierto que no hay un baremo con el que medir el grado de labilidad que se padece. ¿Cómo saber si es exagerado el llanto de una persona o si su manera de reírse es poco común?
Por ejemplo, se pueden sufrir ataques de risa ante una situación que no es divertida o episodios de mucho llanto provocado por algo superficial.
Se consideraría que existe inestabilidad emocional cuando una persona ríe intensamente por algo claramente triste o llora con facilidad ante una situación que en realidad es divertida.
La afección también puede estar causada por factores tan diferentes como un derrame o una lesión cerebral, enfermedades incapacitantes como la esclerosis múltiple e incluso los efectos secundarios de algunos medicamentos (sobre todo los psicofármacos, los neurolépticos o los antipsicóticos porque pueden provocar sedación y, por lo tanto, afectar el estado emocional).
Llegado el caso, sepa que el diagnóstico de la labilidad emocional suele realizarse mediante una evaluación neurológica realizada por especialistas como internistas, neuropsicólogos, neurólogos y psiquiatras.
En todo caso lo que puede querer “comunicarnos” esa labilidad es que atravesamos una época en la que tenemos problemas para manejar las propias emociones.
Puede ser momento entonces de utilizar terapias psicológicas que ayuden a entender sus sentimientos.
Existen varias técnicas que pueden ayudar a controlar la inestabilidad emocional:
Por tanto, si tiene episodios de inestabilidad emocional, no se preocupe que es algo muy común, somos personas, seres con sentimientos.
Lo importante es saber que esa labilidad puede ser una señal que nos indique que algo no va bien y que tenemos que mejorar nuestro control de las emociones. Si cree que sufre de inestabilidad emocional y necesita ayuda profesional para manejar sus emociones, no dude en buscarla.
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