Los medicamentos para dormir se usan con frecuencia para el insomnio crónico. Pues bien, se ha publicado un estudio que afirma que prácticas como mirar el reloj mientras se intenta dormir en una noche de insomnio agrava esta afección. Y ello provoca que se consuman más somníferos(3).
Para intentar evitar los riesgos asociados a esos fármacos y su limitada eficacia, los investigadores han estudiado cómo manejamos el tiempo que estamos despiertos cuando queremos dormir. Cuando no conseguimos tener sueño solemos calcular cuánto tardaremos en volver a dormirnos, es natural. También tendemos a pensar las horas que faltan para que se haga de día y tengamos que levantarnos.
Sin embargo, esto hace que aumente el nerviosismo y sea más difícil dormirse de nuevo. Por ello los especialistas han sugerido algunos consejos para reducir ese estrés: tapar el reloj de la mesilla de noche o darle la vuelta, no llevarlo puesto en la muñeca cuando estemos en la cama y mantener lejos el teléfono móvil. Es decir, alejar la tentación de mirar la hora.
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