La epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo, y alrededor del 57% de los enfermos controla sus crisis con fármacos. Pero el resto sufre epilepsia farmacorresistente o refractaria, es decir, que el 43% de los pacientes no consigue controlar sus crisis con fármaco alguno.
Además, estos enfermos tienen tres veces más posibilidades de padecer un empeoramiento de la salud en general, el 71% dice que tiene mala calidad de vida y alrededor del 50% ansiedad y/o depresión.
Por ello, la Liga Internacional contra la Epilepsia está promoviendo unidades de servicios especializados que ofrecen atención integral a los pacientes con epilepsia farmacorresistente(1). Estas unidades están compuestas por equipos multidisciplinares que incluyen a neurólogos, neurofisiólogos, neurocirujanos y neurorradiólogos, entre otros. Y trabajan en conjunto para proporcionar una atención completa, desde la evaluación y diagnóstico hasta el tratamiento y el seguimiento continuo de la enfermedad.
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