La causa exacta de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) no está clara, pero existen pruebas que sugieren que las bacterias del intestino desencadenan una respuesta inmunitaria atípica que hace que el sistema inmunitario también ataque las células del tracto digestivo. Pues bien, las personas que la padecen tienen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, especialmente de eventos isquémicos o ictus, que está causado por una obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro. Así lo documenta un estudio publicado en Neurology(1).
En concreto, los pacientes de EII tenían un 13% más de probabilidades de sufrir un ictus hasta 25 años después de su diagnóstico. La explicación hay que buscarla en el componente inflamatorio y metainflamatorio (la metainflamación es la inflamación crónica de bajo grado que se produce en el intestino y que puede contribuir al desarrollo de trastornos metabólicos). Una vez que esa metainflamación se hace crónica contribuye al desarrollo del proceso arterioesclerótico. Este es la base para la aparición clínica de enfermedades aterotrombóticas como el ictus isquémico o el infarto de miocardio.
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