Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son uno de los fármacos más consumidos en todo el mundo, pese a que su toma está asociada a numerosos efectos secundarios. Por ejemplo, se sabe que un uso prolongado puede dañar el tejido gastrointestinal y causar úlceras de estómago, hemorragias y hasta perforaciones del intestino.
Pues bien, recientemente se ha descubierto que la indometacina, un tipo de AINE, vuelve más permeables las células epiteliales del colon, lo que a su vez aumenta el riesgo de infección por Clostridium difficile(1). Esta bacteria es la responsable de numerosos trastornos gastrointestinales, incluidos los casos más graves de diarrea.
Para analizar la relación entre el fármaco y la dañina bacteria, un grupo de investigadores realizó varios ensayos con animales que fueron expuestos a la C. difficile, pero solo la mitad había tomado el antiinflamatorio. ¿El resultado? En los ratones que tomaron el AINE la infección fue mucho más grave y con una tasa de mortalidad mucho más alta.
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