Clovibactina. Este es el nombre del prometedor compuesto que podría ayudar en la lucha contra las bacterias multirresistentes a los antibióticos. De hecho, su eficacia ya ha sido probada con éxito en ratones que habían sido infectados con la Staphylococcus aureus, una de las bacterias más peligrosas e infecciosas(1).
De la clovibactina destaca su peculiar modo de acción, ya que se dirige a la vez a tres moléculas que están presentes en la estructura que envuelve y protege a la bacteria. De este modo, lanza una especie de “multiataque” que merma su capacidad para resistir al fármaco inoculado, mejorando así su efectividad. Aunque tiene otra ventaja que la hace superior a los antibióticos desarrollados hasta ahora. Y es que puede anclarse a la membrana para seguir debilitándola hasta que la bacteria haya sido destruida por completo.
Pero, ojo, solo lo hace con las membranas bacterianas, no con las de las células humanas. Se trata, por tanto, de una acción selectiva que no entraña riesgos para los tejidos del organismo, a diferencia de lo que ocurre con los antibióticos de amplio espectro.
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