Fortalecer los cuádriceps puede evitar que las personas con artrosis de rodilla avanzada tengan que someterse a una artroplastia: cirugía en la que se reemplaza toda la articulación por una prótesis. Se trata, por tanto, de una estrategia alternativa y nada invasiva que ayudaría a tratar e incluso frenar la que es a día de hoy una de las principales causas de discapacidad y dolor en todo el mundo.
Lo cierto es que hasta ahora no se le había dado la suficiente importancia al papel que podrían jugar estos músculos en caso de artrosis. Pero un grupo de investigadores ha querido probar hasta qué punto reforzar los cuádriceps mejoraría el estado de la rodilla(1). Y para ello compararon, mediante imágenes de resonancia magnética, el estado de esos músculos en 67 pacientes que se habían sometido a una artroplastia, con otras 67 personas sanas que sirvieron de control.
De este modo pudieron observar que una mayor relación entre el volumen de los cuádriceps y los isquiotibiales (situados en la cara interna del muslo) se asocia con una menor probabilidad de someterse a esa operación. En otras palabras: en caso de artrosis interesa fortalecer más los cuádriceps, en comparación con los isquiotibiales.
Por ejemplo, las sentadillas son muy eficaces. Solo tiene que separar las piernas a la altura de las caderas y, con los pies bien firmes en el suelo y la espalda recta, bajar lentamente el cuerpo y soportando todo su peso sobre esos músculos. Puede comenzar con 10 segundos manteniendo el peso y la posición e ir subiendo unos segundos cada semana, a medida que vaya obteniendo más resistencia. Pero si este ejercicio es muy intenso para el estado de sus rodillas, puede optar por la bicicleta estática. Eso sí, debe pedalear con cierta intensidad para obtener ese efecto beneficioso sobre la articulación.
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