El mieloma múltiple es la neoplasia (un tipo de tumor) maligna hematológica más común después del linfoma no Hodgkin; y aunque puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente a partir de los 65 años. Pues bien, recientemente se ha descubierto que un mayor nivel de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) aumenta la supervivencia ante esta enfermedad al frenar su progresión(1).
Pero, ¿por qué interesan estos ácidos en concreto? Los investigadores se interesaron en ellos al observar que, en el organismo de pacientes que se encontraban en estadios más avanzados, se producían menos AGCC. Por el contrario, en el de las personas donde la enfermedad había remitido por completo o estaba en las primeras fases, había más bacterias involucradas en producir esos ácidos grasos.
Para confirmar su posible efecto analizaron la reacción de células tumorales de 62 pacientes con mieloma múltiple a distintas concentraciones de AGCC. Y los resultados fueron aún mejor de lo esperado, ya que no solo eliminaban las células cancerígenas, sino que aumentaban la eficacia del tratamiento administrado. ¡Y más aún! Comprobaron que, según fuera su nivel en heces y sangre, se podía saber si la respuesta a la terapia sería mejor o peor, lo que convierte a los AGCC en biomarcadores pronóstico de la enfermedad.
Para aumentar la producción de ácidos grasos de cadena corta no lo dude y apueste por los alimentos ricos en fibra. Ya sean frutas (manzanas, ciruelas, higos…), verduras (espárragos, remolachas, calabaza, etc.) o legumbres (lentejas, garbanzos…), ese alto aporte en fibra favorece la presencia de las bacterias productoras de AGCC.
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