La relación entre olfato y memoria es una de las más poderosas y sorprendentes que existen. Puede ayudar a diagnosticar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer ¡pero también a reforzar la memoria! Compruébelo usted mismo realizando las sencillas pruebas que le indicamos. Las mismas que se realizan en la investigación científica.
Seguro que alguna vez, oliendo el aroma de su guiso preferido, ha recordado esa época de la infancia donde era su abuela quien lo preparaba. O tal vez, al pasear, ha percibido el perfume que solía usar una persona muy querida para usted y su mente ha viajado a ese tiempo compartido. Estos son solo algunos ejemplos de la estrecha relación entre olfato y memoria.
Este fenómeno también se conoce como “la magdalena de Proust”, a raíz del recuerdo que le provoca al protagonista del libro Por el camino de Swann el sabor y el olor de una magdalena recién hecha mojada en té, y que describe con todo lujo de detalles y en muchas páginas su autor Marcel Proust.
La investigación científica ya había demostrado este poderoso vínculo, pero ahora ha querido dar un paso más. ¿Cómo? Usando el olfato para diagnosticar, prevenir y hasta tratar patologías neurodegenerativas.
Además, lo ha hecho con una serie de experimentos que usted también puede realizar en su hogar. ¡Pueden ayudarle a mejorar su memoria!
Solo tiene que seguir los pasos que le indicamos.
La relación entre el olfato y el cerebro es tan estrecha, que incluso ha permitido que el primero se convierta en predictor del segundo. Así, se sabe que una pérdida del sentido del olfato puede indicar un deterioro cognitivo y posterior desarrollo de demencia o alzhéimer. (1)
Además, este síntoma puede aparecer años antes de que lo hagan otros más característicos de esas patologías, lo que permite iniciar antes el tratamiento para frenar en todo lo posible el deterioro.
Pero esta no es la única buena noticia que trae consigo esa relación. Se ha descubierto que la estimulación sensorial ayuda a prevenir e incluso a retrasar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Y aunque para conseguir esto vale cualquier sentido (por ejemplo, probando un dulce muy sabroso), los mejores resultados se han obtenido con el olfato, pues su estimulación favorece la neuroplasticidad. Es decir, la formación de nuevas neuronas y sinapsis, esenciales para conservar la memoria.
Esto ocurre porque los olores acceden de forma más directa al cerebro, en comparación con el resto de estímulos sensoriales, ya que la nariz cuenta con una especie de autopista directa al cerebro: el bulbo olfatorio.
Así, estudios han concluido que exponer de manera continuada a una persona a distintos aromas ayuda a que aumente su sensibilidad olfativa. Y, con ello, que mejore su memoria y capacidad de aprendizaje. (2)
Esto se probó con pacientes de demencia o alzhéimer con los que, gracias a esa estimulación, aumentó el volumen y la densidad de su materia gris (área del cerebro asociada a la memoria y el aprendizaje).
Pero también se confirmó con personas sanas. Tras difuminar distintas fragancias en su dormitorio, a razón de dos horas cada noche durante seis meses, su memoria mejoró ¡hasta en un 226%! (3)
¿Quiere conseguir estos mismos resultados? ¡Esto es lo que debe hacer!
Para replicar en su hogar este experimento, solo tiene que perfumarse cada noche con una colonia distinta (o alternándola lo máximo posible), durante dos semanas. Y una variante sería dejar en la mesilla de noche alguna planta o especia aromática: rosas, naranja, limón, menta, lavanda… Usted elige.
Ahora bien, ¿cómo puede saber si el “experimento” ha funcionado y su memoria ha mejorado?
Esta es la parte más entretenida, aunque verá que también es muy sencilla. Consiste en realizar los mismos test de memoria y de capacidad verbal que se utilizan en la investigación científica.
Eso sí. Debe hacerlos antes y después de la estimulación olfativa. Así podrá comparar los resultados y confirmar que ha habido una mejoría.
Como le comentábamos, debe hacer las dos pruebas antes y después de la estimulación sensorial, para así comparar los resultados.
¿Nota que le resulta más fácil recordar las palabras de la lista? ¿O que tarda menos en realizar el crucigrama?
Si es así, ¡enhorabuena! El experimento ha funcionado y ha conseguido estimular su cerebro y capacidad de memoria.
Asimismo, puede valerse de este vínculo para reforzar su memoria en momentos puntuales. Por ejemplo, si tiene que examinarse de alguna prueba importante o memorizar un discurso. Para ayudarle a recordar, rocíe la estancia con una de las fragancias que le he indicado antes mientras estudia.
¡Está demostrado científicamente que funciona!
Ahora bien, si al hacer las pruebas se da cuenta de que su memoria ya no es lo que era…
El Dr. Micozzi es el responsable de un programa 100% natural para hacer frente al gran enemigo de su cerebro: el alzhéimer. Elaborado durante décadas de investigación, y probado con éxito en sus pacientes de Estados Unidos, gracias a él conocerá:
¡Y muchas más revelaciones!
Con este completo protocolo, que puede solicitar a través de este enlace, estará a un paso de transformar completamente su memoria y sus capacidades cognitivas.
1. Honglei Chen, Bojing Liu, Zhehui Luo, et al.: “Relationship Between Poor Olfaction and Mortality Among Community-Dwelling Older Adults”. Annals of Internal Medicine. 2019.
2. Han Y, Yuan M, Guo YS, et al.: “The role of enriched environment in neural development and repair”. Front Cell Neurosci. 2022.
3. “Sweet smell of success: Simple fragrance method produces major memory boost”. UC Irvine research. 2023.
4. SPANISH_RAVLT2_1.pdf (center-tbi.eu)
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