La Ho’oponopono, una antigua práctica de meditación hawaiana, está ganando reconocimiento mundial por su capacidad para sanar y armonizar el espíritu. Basada en el poder del perdón y la reconciliación, invita a las personas a liberar bloqueos emocionales y energéticos, promoviendo la paz interior y el equilibrio en la vida cotidiana.
En la sabiduría ancestral hawaiana existe un tipo de meditación muy particular pensada para resolver conflictos y buscar la paz interior. De nombre ho’oponopono, se trata de un método de reconciliación, y también de sanación, que ha ganado popularidad en los últimos años.
Gracias a su práctica se pueden liberar las cargas emocionales que pesan sobre nosotros, encontrando la armonía en uno mismo.
¿Se anima a practicar el ho’oponopono?
El ho’oponopono toma su nombre del idioma hawaiano, pudiendo traducirse por “corregir un error” o “poner las cosas en orden”.
Y el nombre es de lo más acertado, ya que invita a que cada persona tome conciencia de su responsabilidad en todo lo que ocurre en su vida. Gracias a ello contribuye a purificar la mente y el corazón hasta alcanzar un estado de paz y armonía.
Históricamente, el ho’oponopono se practicaba dentro de las familias y grupos hawaianos para resolver aquellos problemas que surgían en la comunidad y, de este modo, restaurar la paz en el pueblo.
Al principio, este ritual implicaba la intervención de un chamán llamado kahuna. Todas las personas que estuvieran en conflicto debían reunirse en torno a él y expresar abiertamente sus preocupaciones, además de compartir sus miedos y juicios sobre lo que creían que podía haber sido el origen de ese conflicto.
Con ese intercambio de ideas se fomentaba la comprensión mutua y el perdón recíproco.
No sería hasta 1976 cuando el ho’oponopono evolucionó de la mano de Morrnah Nalamaku Simeona, una sanadora tradicional que popularizó esta práctica. Gracias a ella esta técnica de reconciliación que practicaban las tribus se convirtió en una herramienta individual y accesible a todo el mundo.
Esta nueva variante se denomina “ho’oponopono autoidentidad” y permite que cada persona se comunique con su “divinidad interior” a través de oraciones en las que se integran diferentes influencias culturales y espirituales.
Uno de los elementos fundamentales de esta variante es que la memoria de cada experiencia, desde el propio momento de nuestra creación, está registrada y almacenada en un reino etérico (abstracto y puro).
Según esta perspectiva, la purificación de esas memorias es esencial para que nuestra conciencia pueda evolucionar, tanto de manera individual como colectiva.
De un modo más entendible, en la práctica del ho’oponopono se pronuncian cuatro frases muy sencillas, pero profundamente transformadoras:
Estas palabras se recitan como si fuera una especie de oración dirigida a nuestra divinidad interior, al Universo o a cualquier fuerza superior que reconozca la persona que está practicando el ho’oponopono.
Gracias a ello se comprende que los problemas y conflictos exteriores son, en realidad, el reflejo de nuestras heridas emocionales y de aquellos pensamientos que nos limitan.
De este modo, con el ho’oponopono aceptamos la responsabilidad que tenemos sobre estos aspectos y, a continuación, los liberamos con amor y gratitud.
Se trata, por tanto, de una práctica que destaca por su simplicidad y por estar enfocada en la sanación individual. Al limpiar la mente y liberar las emociones negativas, se crea un espacio propicio para la sanación y el crecimiento a todos los niveles.
Y esto repercute directamente en la salud.
Las personas que realizan esta práctica de manera habitual señalan que, gracias a ella, han experimentado una disminución del estrés, la ansiedad y las tensiones emocionales, además de una mejora en sus relaciones con los demás y en su propia autoestima.
Asimismo, es una práctica accesible a todos, independientemente de la tradición cultural o religiosa que se tenga.
Y puede realizarse diariamente, dentro de la jornada de cada uno, o solo cuando surge algún tipo de conflicto (interior o de relaciones con los demás), al igual que hacían las tribus hawaianas.
Si busca un medio poderoso para liberar las cargas emocionales o sanar relaciones dañadas, el ho’oponopono puede ser una práctica de lo más transformadora.
Y si prefiere una meditación más “clásica”, pero también necesita una guía para empezar, siga leyendo.
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¡Son muchísimos los beneficios que brinda esta práctica! Desde la gestión del estrés hasta la prevención de problemas de salud, pasando por una mejora de la calidad de vida en general.
Por ello, si nunca ha meditado, pero siente que debería empezar a hacerlo, Enrique Simó le da prácticos consejos para que pueda incorporar esta práctica a su rutina diaria. Y de una manera muy sencilla.
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