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Un trago amargo que endulzará tu vida

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Estimado Lector,

Como bien sabes, una tisana es una bebida que se consigue al hervir en agua una mezcla de hierbas y plantas para lograr una infusión con fines medicinales.

Entre las plantas que se emplean las hay amargas, dulces, con notas picantes o afrutadas, sabores que nos transportan al campo, a los bosques y los montes.

Todos estos sabores juegan un importante papel a la hora de crear las Tisanas Bio de Salud, Nutrición y Bienestar.

Hoy te vamos a hablar de las plantas con sabor amargo. Son muchas y algunas de ellas, resultan imprescindibles para lograr esos embriagadores sabores finales que hacen de nuestras Tisanas Bio un placer muy especial.

Por ejemplo, tenemos el ajenjo (Artemisia absinthium), también conocido como absenta, asenjo, artemisa, ajorizo y muchos otros nombres.

Conocida desde tiempos muy lejanos por los egipcios y los griegos, esta planta fue denominada posteriormente como la “madre de todas las hierbas” por sus múltiples aplicaciones medicinales. En concreto, el ajenjo tiene propiedades digestivas, antipiréticas, antihelmínticas (combate los gusanos parásitos) y se recomienda en casos de insuficiencia hepática y en la fase de convalecencia de las hepatitis víricas.

Otra planta amarga es el boldo (Peumus boldus). Esta especie, originaria de Chile, se trata de una excelente protectora del hígado. Está indicada para el tratamiento de la hepatitis, para los trastornos de la vesícula y para prevenir la formación de cálculos. También es un potente diurético que facilita la eliminación del ácido úrico y es útil en caso de infecciones urinarias. Asimismo, posee propiedades antiinflamatorias, antisépticas, antiespasmódicas y carminativas.

La salvia (Salvia officinalis) es una planta conocida desde hace más de dos mil años por sus propiedades medicinales. Como planta amarga, se trata de un remedio digestivo, muy útil para abrir el apetito. Ayuda a calmar los espasmos gastrointestinales, previene y alivia los gases, mejora la acidez estomacal y es útil en caso de diarrea.

Además, reduce los sofocos y la sudoración excesiva, tiene efectos analgésicos y alivia los dolores articulares, actúa como un tónico en periodos de debilidad y convalecencia, y tiene propiedades hipoglucemiantes, antisépticas y antiinflamatorias. Por eso no es extraño que en la Edad Media surgiese la frase “Cur moriatur homo cui salvia crescit in horto?” (¿Por qué debería morir un hombre mientras crece la salvia en su jardín?).

Otra planta amarga con una larga tradición en la medicina natural es la cúrcuma (Curcuma longa), también conocida con el nombre de “oro indio”, ya que procede del Suroeste de la India. La cúrcuma es un ingredientes fundamental de la cocina de este país y contiene proteínas, vitaminas C, E y K, calcio, hierro, potasio, sodio, cobre, magnesio, zinc y fibra dietética.

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La cúrcuma tiene la capacidad de aumentar los antioxidantes de nuestro organismo y luchar contra los radicales libres. Pero la lista de beneficios asociados a su consumo es prácticamente inacabable: protege el hígado y los riñones, ayuda a digerir las grasas, está recomendada para el hígado graso, el colesterol alto, la ictericia y la cirrosis, tiene propiedades cardioprotectoras y es un antidepresivo natural, fortalece el sistema inmunológico, es antibacteriana y antiviral… En fin, ¿qué más se le puede pedir?

Finalizaremos este breve repaso de las platas amargas con dos clásicos de la gastronomía: el orégano (Origanum vulgare) y el romero (Rosmarinus officinalis).

El nombre de orégano procede de los términos griegos oros, que significa “montaña”, y ganos, “alegría”, en clara referencia al vistoso color con que viste las laderas montañosas cuando florece. Se trata de un tónico digestivo que ayuda a despertar el apetito y evitar ciertos trastornos gastrointestinales como dispepsias, diarrea o flatulencias. También está indicado para las afecciones respiratorias como los ataques de asma leves, la bronquitis y la gripe. Además posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias, por lo que puede ayudar a aliviar el dolor de muelas, el de oído y la inflamación articular.

Por su parte, el romero es un estimulante de la circulación, por lo que está indicado para tratar problemas de insuficiencia venosa, como flebitis, varices y hormigueos en pies y manos. También es un tónico digestivo y ayuda a reducir el colesterol LDL (el malo). El alcohol de romero se emplea no solo contra la alopecia, sino que es un remedio tradicional contra los dolores reumáticos, las neuralgias y el dolor en hombros y espalda.

Otro aspecto poco conocido del romero es que, por ser un estimulante de la circulación y favorecer la irrigación del cerebro, es útil en el tratamiento de los síntomas de la senilidad, como pérdida de memoria y de la capacidad de concentración y aprendizaje.

Hay muchas otras plantas con sabor más o menos amargo, pero lo dejaremos por hoy.

Por cierto, muchas de las especies de las que hemos hablado están presentes en las mezclas de Tisanas Bio que hemos preparado para el otoño, aportando ese toque amargo imprescindible para conseguir el sabor deseado, y, por supuesto, todas sus propiedades medicinales.


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