La menopausia podría acelerar la progresión de la esclerosis múltiple

Estudios previos habían señalado que los cambios hormonales experimentados durante la pubertad podían desencadenar enfermedades autoinmunes en el futuro, incluida la esclerosis múltiple. Y un reciente estudio ha incidido en este hecho, al señalar que las hormonas sexuales tienen efectos neuroprotectores, por lo que su menor presencia (por ejemplo, en caso de mujeres con menopausia) puede aumentar el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.

Para llegar a esta conclusión se contó con un grupo de mujeres con menopausia, a las que realizaron distintas pruebas físicas y cognitivas. Y el análisis de los datos permitió confirmar que su capacidad física se veía mermada, pero también que existía un mayor deterioro cognitivo y de capacidades de destreza.

Asimismo, los investigadores observaron que un biomarcador sanguíneo denominado “cadena ligera de neurofilamentos” (NfL, por sus siglas en inglés) aumenta después de la menopausia. Pues bien, este biomarcador está asociado al daño a células nerviosas y su incremento podría ser una de las razones por las que las mujeres menopáusicas tienen más riesgo de sufrir degeneración nerviosa en enfermedades como la esclerosis múltiple, siendo además las principales afectadas. Para que se haga una idea, el 75% de los pacientes con esclerosis múltiple son mujeres y esta patología es más frecuente a medida que se cumplen años.

Para mitigar los síntomas de la esclerosis múltiple existen diversas estrategias naturales. Por ejemplo, se ha demostrado que una dieta rica en frutas y verduras, así como baja en carnes rojas y azúcares, reduce la fatiga, los problemas cognitivos e incluso la depresión severa que suele asociarse a esta afección. Asimismo, se sabe que tomar melatonina permite reducir la dosis de corticoides, el tratamiento de referencia de esta afección, pero que está asociado a diversos efectos secundarios (hinchazón de piernas, hipertensión, problemas de memoria…).