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San Valentín: ¡el amor es la mejor medicina!

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San Valentín es una fecha muy especial para las parejas, marcada por el amor… y por las campañas publicitarias que animan a hacer regalos como muestra de afecto. Sin embargo, más allá de los obsequios, el verdadero regalo puede estar en compartir ese amor con besos y abrazos, ya que ofrecen más beneficios para la salud de los que imagina. ¡Descúbralos!

El día de San Valentín es una fecha que muchas personas marcan en el calendario en rojo y dentro de uno o varios corazones. No deja de ser “el día de los enamorados” y, por ello, las parejas lo disfrutan compartiendo su amor.

También es un día que se ha hecho especialmente popular gracias a las campañas publicitarias, donde da igual lo que se ofrezca (flores, bombones, joyas, perfumes, tecnología o incluso viajes), el objetivo es demostrar que queremos a la otra persona a través de un regalo.

Pero… ¿y si el mayor regalo lo tuviéramos al compartir ese amor? Y no nos referimos solo a la ilusión de estar con un ser querido. También al hecho de que, a través de los besos y abrazos que se comparten con esa persona amada, estamos ganando en salud.

¡Lo dice la ciencia!

¿Conoce todos los beneficios de los besos?

El cosquilleo en el estómago que sentimos cuando besamos por primera vez a esa persona tan especial es algo que nunca se olvida. Pero tras esa acción también hay muchos beneficios para la salud, reconocidos por la investigación científica:

  • Ayuda a reducir el estrés y mejora el estado de ánimo en general. Esto se debe a que durante el beso el cerebro aumenta la producción de dopamina, endorfinas y oxitocina, tres hormonas directamente relacionadas con el bienestar. De hecho, la dopamina se conoce como “la hormona del placer”, mientras que la endorfina también se llama “la hormona de la felicidad” y la oxitocina es, directamente, “la hormona del amor”. (1)
  • Reduce el dolor y el estrés. Las tres hormonas que segrega el cerebro cuando besamos también ofrecen un efecto analgésico, a veces de manera inmediata, que ayuda a mitigar el dolor de cabeza, menstrual… Y esto también favorece la reducción del estrés y la ansiedad.
  • Refuerza el sistema inmunitario. Esta capacidad se debe al intercambio de bacterias buenas que se produce durante el beso, a través de la saliva. Y estamos hablando de una cantidad ingente, de en torno a 80 millones de bacterias intercambiadas en solo diez segundos. De ahí que se pueda decir que, cuanto más largo sea el beso, mucho mejor. (2) (3)
  • Combate la placa bacteriana. Al besar aumenta la producción de saliva, que no solo refuerza al sistema de defensa del cuerpo. También permite hacer frente a las bacterias responsables de caries y otros problemas de salud bucodental.
  • Favorece la firmeza y elasticidad cutánea. Y es que con el beso aumenta el flujo de sangre hacia el rostro, lo que a su vez conlleva una mayor producción de colágeno y elastina, dos de los principales nutrientes de la piel. (4)
  • Ayuda a adelgazar. ¡Es cierto! Gracias a todos los músculos faciales que trabajan en el momento del beso (hasta 34) se están quemando calorías. Por supuesto, no quemaremos las mismas que si estuviéramos haciendo ejercicio, pero reconozcamos que es más agradable que ir al gimnasio.

¡No nos olvidemos de los abrazos!

Da igual si los damos o recibimos, los abrazos siempre aportan bienestar. Y las responsables son, de nuevo, las oxitocinas que aumentan la sensación de bienestar.

Por ello, además de besar a nuestra pareja, no hay mejor manera de demostrar nuestro amor que con abrazos. Ahora bien, para que se libere esa hormona tan saludable, el abrazo debe durar al menos 8 segundos. De lo contrario, nos sentiremos indudablemente queridos, pero a nivel de salud cerebral y de bienestar se notará menos.

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Y si queremos obtener los otros beneficios asociados a los abrazos, entre los que destaca una menor presión arterial y, por tanto, menos riesgo de hipertensión, debería durar al menos 20 segundos. (5)

Gracias a este “superabrazo”, según estudios científicos, también se refuerza el sistema inmunitario, mejora nuestra capacidad de memoria, se mitigan los trastornos del sueño (incluido el insomnio)… ¡e incluso se retrasa el envejecimiento natural del cuerpo! (6)

¿Se puede pedir más por tan “poco”?

Fuentes

  1. Fisher H, Aron A, Brown LL. “Romantic love: an fMRI study of a neural mechanism for mate choice”. J Comp Neurol. 2005
  2. Kort Remco, Caspers Martien, van de Graaf Astrid et al.: “Shaping the oral microbiota through intimate kissing”. Microbiome. 2014.
  3. Joseph S. Alpert: “Philematology: The Science of Kissing. A Message for the Marital Month of June”. The American Journal of Medicine. 2012.
  4. Basu P, Sen U, Tyagi N, Tyagi SC.: “Blood flow interplays with elastin: collagen and MMP”. Vasc Health Risk Manag. 2010.
  5. “Un mínimo de 20 segundos de abrazo”. Respiravida.net.
  6. “El poder de los abrazos: efectos físicos y psicológicos”. Siquia.com.

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