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Muerte súbita ¿Qué puede hacerse para evitarlo?

Con más frecuencia de lo que uno imaginaría, sorprenden noticias de deportistas jóvenes que se desploman de forma repentina. Pero, ¿por qué se producen estas «muertes súbitas»? ¿Puede afectarnos a nosotros o a alguien cercano? Explicamos en qué consiste esa muerte súbita y cómo podemos actuar a tiempo para salvar una vida.

Con cierta frecuencia saltan a los titulares noticias de deportistas aficionados o profesionales que, sin más, un día se desploman mientras participan en algún partido o entrenando.

Uno de los últimos casos fue en la medio maratón celebrada en Madrid, en la que una persona murió de una parada cardiorrespiratoria. Y otro participante, de 21 años, sufrió la misma complicación cardíaca, pero pudo sobrevivir gracias a la rápida intervención de un médico que observaba el evento. (1)

Son corredores, futbolistas, surfistas, jugadores de bádminton, por citar alguno de los últimos casos… En todos los casos se trata de personas jóvenes y en excelente forma física, lo que lo vuelve más chocante.

Pero ¿por qué ocurre? Y ¿podría afectarle a usted o a alguien de su entorno?

¿Qué es exactamente una “muerte súbita”?

Este es el término que se emplea para hablar de una muerte cuando se debe a una repentina parada cardíaca en una persona aparentemente sana.

Y una de las causas más frecuentes de esa parada cardíaca es la fibrilación ventricular. Se trata de un tipo de arritmia en la que el corazón no puede contraerse de manera adecuada, en consonancia con el esfuerzo que está realizando, lo que hace que deje de latir.

Las señales que alertan de esa fibrilación son, en primer término, una repentina pérdida de conocimiento en la que el afectado no responde a ningún estímulo. Incluso si tiene los ojos abiertos.

A continuación, la persona deja de respirar.

En estos casos, la rapidez de actuación es clave. Hasta el punto de que se estima que, por cada minuto de demora en recibir atención médica, hay un 10% menos de probabilidades de que el paciente se recupere.

Por ello, tras comprobar que no hay pulso (debe hacerlo una persona capacitada), es probable que los sanitarios tengan que llevar a cabo una desfibrilación. Este es el procedimiento por el que se administra una descarga eléctrica al corazón para así “reiniciar” su actividad y que vuelva a latir a un ritmo normal.

En todas las pruebas deportivas, ya sean profesionales o amateurs, hay profesionales médicos que se pueden hacer cargo de la situación rápidamente.

Esta técnica (le indicamos más abajo cómo se realiza) permite prolongar el tiempo de supervivencia hasta que el paciente pueda recibir una descarga controlada mediante el desfibrilador.

Ahora bien, si gracias a esta rápida respuesta, consigue sobrevivir, no hay que bajar la guardia. Y es que el cerebro es el órgano que más secuelas sufre, ya que la falta de oxígeno que se produce cuando el corazón no late puede causar graves lesiones cerebrales en apenas minutos.

Consejos para prevenir una parada cardíaca repentina

Según la Fundación Española del Corazón (FEC) en España se producen cada año en torno a 30.000 casos de “muerte súbita” (una media de 82 casos al día). Se trata, por tanto, de un problema más frecuente del que uno podría imaginar. (2)

Y aunque lo habitual es que se produzca en mayores de 35 años con algún tipo de cardiopatía previa, lo ocurrido en la media maratón de Madrid confirma que no siempre se cumple esta regla.

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De hecho, lo sucedido alerta de que cada vez se producen más casos entre personas jóvenes, en parte porque acuden a este tipo de pruebas sin estar preparadas. Sobre todo, cuando se trata de actividades deportivas colectivas en las que a veces prima más el deseo de hacer ejercicio en familia o con amigos, antes que la propia seguridad.

Por ello, lo primero es actuar con cabeza. Ante cualquier ejercicio físico que vaya a realizarse, debemos tener claro que nuestro estado de salud es el adecuado para esa prueba.

Y si esta exige un esfuerzo extra, como es el caso de las maratones o medio maratones, conviene realizarse antes un chequeo médico. Además de, por supuesto, haber entrenado adecuadamente.

Ahora bien, si nos encontramos con un caso de parada cardíaca repentina, como comentábamos, la rapidez es la clave. Por ello, en cualquier prueba deportiva en la que vaya a participar, conviene que tenga localizado al personal sanitario. Así podrá solicitar sus servicios en cuanto hagan falta.

Pero esta recomendación también puede llevarla a cabo en su día a día. Por ejemplo, teniendo bien localizados los desfibriladores externos automatizados (DEA) que se instalan en los medios de transporte o edificios públicos (bibliotecas, polideportivos, centros culturales…). Se trata de dispositivos portátiles y automáticos que permiten guiar a cualquier persona para que administre una descarga eléctrica.

Y en este sentido son muy útiles aplicaciones como Ariadna, que ha desarrollado la FEC para localizar los dispositivos DEA más cercanos al usuario. Gracias a un mapa colaborativo, incluye la geolocalización de los dispositivos de la zona. Y cualquier persona puede añadir los datos de los DEA que aún no han sido dados de alta en la aplicación. (3)

Pero si no dispone de ninguno de estos dispositivos a mano, no queda más remedio que realizar la reanimación cardiopulmonar.

Lo primero es poner ambas manos en el centro del esternón del afectado, a quien hay que colocar con los brazos extendidos en ángulo recto respecto al cuerpo.

A continuación, comience con las compresiones (presiones sobre el pecho), que deben ser rápidas, en torno a 100 compresiones por minuto, y regulares, pues no debe haber interrupciones hasta que llegue la asistencia médica.

Para tener más claro cómo se realiza la reanimación cardiovascular, puede ver este vídeo de la Fundación Española del Corazón. Pero dado que se trata de una técnica que puede salvar vidas, y que todos deberíamos poder aplicar correctamente llegado el caso, le animamos a que aprenda a realizarla de la mano de profesionales sanitarios.

Por ejemplo, acudiendo a los cursos que imparten entidades como la Cruz Roja de manera gratuita. Solo tiene que acudir al centro más cercano e informarse de los próximos cursos.

Fuentes

  1. “Un corredor muerto y otro grave tras sufrir sendas paradas cardiorrespiratorias en la Medio Maratón de Madrid”. El País.
  2. “¿Qué es la muerte súbita?”. Fundación del corazón.
  3. https://secardiologia.es/publicaciones/apps/9794-ariadna

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