No sé ni cuantos lectores me han escrito contándome que, cuando tratan de hablar en su entorno sobre vitaminas y complementos alimenticios, se dan de bruces con sonrisitas condescendientes, burlas y a veces hasta desprecios.
Con respecto a los médicos, cada vez son más los que se muestran abiertos a los métodos naturales, aunque no podemos olvidar que en este campo se les impone la mayor de las prudencias. Si se desvían de la práctica estrictamente clásica, las acusaciones de “métodos sectarios” y “charlatanismo” no tardan en aparecer. Un médico, por su carrera y su honor, simplemente no puede arriesgarse a generar polémica porque cualquier acusación, hasta la más injusta, inevitablemente deja rastro.
Entonces, ¿cómo puede conseguir que su médico le ayude a combinar los complementos alimenticios que necesita en su dieta con los posibles medicamentos que le vaya a recetar?
Lo primero que debe hacer es apaciguar el debate, saber responder con calma, pero con argumentos, a quienes cuestionan los métodos naturales. Es la única forma de conseguir que las mentalidades, poco a poco, vayan evolucionando.
Aquí tiene algunas de las principales acusaciones realizadas contra las vitaminas y los complementos alimenticios, así como algunas sugerencias para combatirlas.
Ésta es la objeción más habitual… y la más sorprendente. Todos los años se publican miles de estudios científicos sobre los efectos de los nutrientes en el cuerpo humano, tanto para la prevención de las enfermedades como para su tratamiento.
Existen manuales, publicaciones periódicas, revistas científicas y miles de libros bien documentados. Hasta las autoridades sanitarias cuentan con inmensas bases de datos bibliográficas sobre la composición de cada alimento para analizar los efectos de los nutrientes en la salud.
Si visita la página web de la ANSES (la Agencia para la Seguridad Alimentaria, del Medio Ambiente y Ocupacional), podrá leer con todas las letras:
“El papel que la alimentación desempeña en el aumento o la prevención de algunas enfermedades como el cáncer, la obesidad o las enfermedades cardiovasculares está a día de hoy científicamente demostrado. Para mejorar la prevención de estas enfermedades y optimizar el estado de salud de la población francesa, resulta fundamental conocer bien su alimentación y situación nutricional” (1)
Así que no somos los únicos que lo decimos, ¡por suerte!
Los complementos alimenticios son extraordinariamente seguros.
De hecho, son infinitamente más seguros que cualquier medicamento con receta.
En España mueren cada año 9.000 personas por los efectos adversos de los medicamentos, el triple que víctimas de accidentes de tráfico. Y más llamativo aún: seis de cada 100 pacientes que fallecen en un hospital lo hacen como consecuencia de una reacción adversa a medicamentos. (2) (3)
Y esa cifra no tiene en cuenta las muertes ocasionadas por accidentes (ingesta accidental por parte de un niño, dosis incorrectas en el caso de los adultos y ancianos que viven solos y padecen trastornos cognitivos o de memoria, medicamentos contaminados…), ni los suicidios, ni tampoco los efectos a largo plazo de algunos medicamentos que pueden precipitar la muerte o provocar una nueva enfermedad.
En comparación con los medicamentos, el número de personas que cada año muere por tomar complementos alimenticios es ridículo; tan ridículo que de hecho ni siquiera se tiene en cuenta, probablemente porque sencillamente no ocurre nunca.
Los casos registrados tienen que ver con contaminaciones accidentales o complementos defectuosos (errores en el proceso de fabricación). Sin embargo, por desgracia, cualquier producto puede verse afectado por esta clase de peligro, incluso el producto fresco más natural que exista.
En cambio, por mucho que busque en las páginas de sucesos, no encontrará a nadie que haya intentado suicidarse tomando vitaminas…
Eso es justo lo que ocurre: cada vez hay más médicos que recetan complementos alimenticios, o que al menos se los recomiendan a su entorno (familia) y los toman ellos mismos.
No hay que olvidar que una especie de “Policía del Pensamiento” vigila constantemente lo que dicen o hacen los médicos, y que siempre se muestra dispuesta a tachar a unos y a otros de charlatanes. Así que no es ninguna sorpresa que los médicos sean extremadamente prudentes con respecto a este tema.
No podemos olvidar que, dentro de sus largos años de formación básica, en España los médicos no tienen ni una semana de formación específicamente sobre nutrición. No estudian nada, o muy poco, sobre los efectos fisiológicos de los nutrientes. Pregunte a un médico recién salido de la facultad qué piensa sobre los efectos de elementos tan normales y corrientes como los omega-3 o los probióticos: la mayoría no tendrá una idea muy clara al respecto. Y no será culpa suya, ya que no les enseñan nada de eso durante su formación.
Hay que señalar que existe tal variedad de nutrientes y combinaciones de nutrientes que actúan sobre las distintas funciones fisiológicas que se necesitarían años y años de estudio para poder enseñar la materia.
Y a esto hay que añadir que las vitaminas, los minerales, los aminoácidos, los ácidos grasos, las plantas y demás productos que se encuentran en la naturaleza no se pueden patentar. Esto quiere decir que las empresas farmacéuticas no pueden conseguir su exclusividad, que es lo que les permitiría fijar un precio de venta que para ellos fuera lo suficientemente atractivo. Por eso no realizan ningún tipo de inversión que busque incitar a los médicos a que receten esos productos, a diferencia de lo que ocurre con los medicamentos, para los que trabajan numerosos visitadores médicos que de esta manera garantizan de facto una parte de la formación continua de gran cantidad de médicos.
El hecho de que, por lo general, los médicos no receten complementos alimenticios no tiene nada que ver con su eficacia, y sí con la manera en la que la reglamentación oficial les ha formado y dirigido.
Las personas que insisten en decir que una alimentación equilibrada cubre todas las necesidades de vitaminas son las mismas que van dejando por todas partes mensajes que incitan a la población a consumir cinco raciones de fruta y verdura al día y a no tomar ni demasiada grasa, ni demasiada sal, ni demasiado azúcar. También son las que se quejan de que casi nadie sigue sus consejos, de que ha habido un estallido de enfermedades del estilo de vida y de que la gente sigue teniendo déficit nutricional…
De hecho, todos los estudios demuestran que la mayoría de las personas de los países desarrollados carecen de uno o varios nutrientes esenciales. Tomar cada día un complejo multivitamínico mejora la salud y protege contra el riesgo de sufrir una deficiencia nutricional. Además, los suplementos alimenticios específicos ayudan a tratar problemas concretos de salud siempre y cuando la dosis sea la correcta.
En resumen: no desespere. Con una actitud positiva, tendrá cada vez más y más probabilidades de encontrar un médico que entienda su postura y puede que incluso la comparta. Podrá hablarle de añadir vitaminas y complementos alimenticios a los medicamentos con receta que esté tomando (si es que los toma).
¿Toma o se está planteando tomar complementos naturales? ¿En su entorno percibe sonrisas condescendientes por ello? Le invito a compartir su experiencia con el resto de lectores de saludnutricionbienestar.com haciendo un comentario un poco más abajo.
Fuentes:
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Hola, no sé si servirá para algo mi comentario, ya que hace tiempo hice un comentario, quise hablar con la persona que hace los artículos y no hubo respuesta…
Supongo que solo se interesarán pos los correos que les favorece, es lógico…
Los artículos, en general, están bien, pero el trasfondo es evidente. Hago un buen artículo de un tema, creo una necesidad y claro la gente tiene que comprar la revista.
Soy vegana hace 30 años, nunca tomé complementos, nunca he estado enferma, ni me siento cansada.
El problema es que la gente no sabe balancear correctamente la alimentación.
Lo siento, pero creo que es innecesaria esa propaganda de los complementos vitamínicos.
Si la gente comiera, verduras en grandes cantidades, frutas, agua suficiente, legumbres, cereales integrales, frutos secos, frutas secas, kinoa, etc.No habría ninguna deficiencia…
Un saludo
Tomo complementos por recomendaciòn mèdica, los que contienen licopeno en su formulaciòn. Por lo que aprecio las Obras Sociales no ofrecen posibilidades de descuento para este tipo de medicaciòn.
Aún recuerdo, cuando fui al médico de cabecera a consecuencia de un dolor de rodillas (principio de artrosis) y le pedí que si me podría recetar Glucosamina y Condroitina. Me dijo que eso no servía para nada y que no había estudios que indicaran eso para la artrosis, me mandó Zaldiar (compuesto a base de Tramadol y Paracetamol) porque no puedo tomar Ibuprofeno, porque de poder me lo habría mandado. Como no quiso mandarme lo que le sugerí, entonces le pedí que por favor me mandase al Traumatólogo mientras tanto. Al cabo de tres meses, vuelvo con una nota en el mismo volante donde el traumatólogo le recomienda que me recete lo que le pedí tres meses antes. No obstante como estaba empecinado en no mandármelo, me manda el Zaldiar para el dolor, entonces le digo que eso no es lo que el traumatólogo me dijo y escribió. Él insistía en que la glucosamina y la condroitina no servían. Como nos habíamos estancado y él era quien me tenía que recetar, al final le digo:
Si es Ud. quien decide lo que tengo que tomar o no, para esta patología, ¿para qué me manda al especialista? Si no le va ha hacer caso, tendré que volver y sin volante para decirle que me lo recete él, porque Ud. se niega.
Por supuesto que durante ese tiempo, me estuve tomando la glucosamina y la condroitina, el problema es que tenía que pagarla al 100%, cuando es recetable por la S. Social. Hoy he dejado de hacer senderismo, pero puedo caminar sin problemas y sin dolor y tomo glucosamina y condroitina durante tres meses y descaso al cuarto mes.
Yo conocí a un gran médico: don Juan Jose Lopez-Ibor Aliño que recetaba a sus pacientes Omega-3 en cápsulas para proteger sus corazones e higados. Un saludo.
No solo esto. El presidente de Francia propone actuar en nivel europeo contra ciudadanos quienes les interesan los complementos naturales.
Nos ven como poco menos que terroristas.
La Fundación Jean Jaures los describe en los siguientes términos:
«[Es un] movimiento heteróclito, fuertemente imbricado con la tendencia negacionista y donde se codean admiradores de Hugo Chávez e incondicionales de Vladimir Putin. Un entorno equívoco de ex militantes de izquierda o de extrema izquierda, ex “indignados”, soberanistas, nacionalrevolucionarios, ultranacionalistas, nostálgicos del III Reich, militantes antivacunación, partidarios del sorteo, revisionistas del 11 de septiembre, antisionistas, afrocentristas, supervivencialistas, adeptos de las “medicinas alternativas”, agentes de influencia del régimen iraní, bacharistas, integristas católicos o islamistas.» (p. 8).
http://www.voltairenet.org/article186992.html
Solamente mencionar que gracias a la Jalea Real mi médico me dijo en una ocasión que estaba en estado de transfusión, qué como demonios seguía trabajando, al decirle que Jalea Real, no tenía ni idea de lo que era, pero me respondió no sé que demonios es, pero sea lo que sea te ha salvado la vida.
En un libro que tengo sobre la salud y la nutrición afirma que se hace hipertensión por falta de coencima Q10, A una persona que tenía hipertensión y que le tenía bien preocupado, le leí el capítulo donde decía eso, luego de escuchar me preguntó dónde se conseguía eso.
La anécdota es para ilustrar que las personas desconocen sobre los nutrimentos y sus efectos en el organismo por eso no le dan importancia a los suplementos. Pocas deben saber que si tienen manchas blancas en las uñas es indicador que su organismo está carente de Zinc, El Zinc es muy importante para tener un sistema inmunológico fuerte.
O se debe desconocer que los antibióticos destruyen la flora intestinal, que produce la vitamina K, tan necesaria en nuestra capacidad de coagulación.
Considero que en cuanto lo sepan, sabrán valorar los suplementos.
Hace seis años se me hizo una gastroscopia y se me detectó una gastritis crónica a causa del helicobácter Pilory. Como era de esperar la única solución que me dieron fue tomar de por vida omeoprazol.
Hace seis meses empecé a tomar un concentrado de aloe vera. En Marzo de este año me hicieron otra gastroscopia y no había ni rastro de la gastritis.
Comentario del Médico » El aloe se destruye cuando llega al estómago» y una sonrisa burlona.
Estimado sr. Cada día estoy más contento de tener salud, ya he probado varias cosas de las que Vd., aconseja y todas me van muy bien, lo último que he comprado es daily3 estoy esperando que me llegue. He tomado y tomo el lactobacillus, la serrapeptase, la miel y el ajo el té verde y algunas más.
Gracias de corazón por sus orientaciones soy un ferviente admirador de las cosas naturales.
Attmente Rafael R. Sevilla
Gracias por el artículo, es una gran contribución que ayuda a aclarar un poco más la situación de este sector.
Hace años utilizo productos a base de plantas medicinales y complementos alimenticios para cuidar de mi salud y cada vez estoy más convencida que en muchas ocasiones son la mejor opción para tratar malestares de vario origen.
Para mí el problema del escepticismo creado alrededor de los complementos alimenticios y terapias naturales en general es debido a una casi total ausencia de información para el consumidor, quizás también a causa de la aún menos clara reglamentación del sector (hablando del etiquetado de los complementos, por ejemplo, donde por ley no es posible indicar las propiedades benéficas del producto sobre el organismo).
¡Comparto el post con placer!
Saludos.
Lo que ha sido, en mi caso, siempre muy curioso, es que cuando he intentado explicarle a alguien lo bien que funciona tal o cual complemento natural, como a muchos de los arriba mencionados me han mirado con cara de» tú no sabes de lo que hablas» pero he aquí que al cabo de unos meses cuando lo que les han recetado, ha tenido efectos colaterales, y yo sigo estando bien, entonces la pregunta es ¿y aquello que tomabas tú como se llama?
A veces la mejor solución es no proclamar sino responder simplemente a un ¿y tú qué harías? A lo que debo responder que es mi opinión pero que ellos deben decidir, pues los suplementos naturales son lentos y hay que ser constante, algo que a la mayoría no les interesa, se busca siempre el efecto rápido con su posible efecto rebote, algo en lo que la mayoría no repara en el momento.
Muchas gracias por todos los buenos consejos.
Las frutas y verduras de hoy en día tienen muchas carencias vitamínicas. Las dejan maduran en los supermercados y eso hace que pierdan muchas vitaminas, minerales y oligoelementos.
Gracias a los complementos alimentarios como el polen, la linaza, el sésamo, levadura de cerveza, magnesio, germen de trigo, lecitina de soja, etc. podemos obtener los nutrientes necesarios y gozar de buena salud.