Esta es la noticia de la que todos los medios de comunicación se hacen eco: una investigadora de la Universidad de Nottingham (Inglaterra) ha descubierto en un viejo grimorio, esos libros de fórmulas mágicas que usaban los hechiceros, la receta de una poción que, una vez comprobada en el laboratorio, ha resultado ser más potente que los antibióticos a la hora de destruir el terrible SARM: el estafilococo áureo resistente a los antibióticos (Staphylococcus aureus, resistente a la meticilina), auténtica pesadilla de los cirujanos.
De hecho, este sorprendente remedio está creando “una esperanza que supera cualquiera de mis sueños más disparatados”, como ha declarado la investigadora, la doctora Freya Harrison.
La poción acaba con más del 99,9% de las bacterias.
Se trata de una gran noticia para las personas que van a ser sometidas a alguna operación quirúrgica. Es posible que, muy pronto, ya no tengan que tenerle miedo a las gravísimas infecciones de estafilococo áureo resistente a los antibióticos.
Pero este asunto también dice mucho sobre la situación de la investigación médica actual.
A diferencia de lo que la prensa ha insinuado de manera exhaustiva, el mencionado grimorio no era ningún documento oscuro olvidado en una polvorienta biblioteca.
Se trata del Bald’s Leechbook, el manuscrito médico más famoso en lengua inglesa, que data de la alta Edad Media (siglo X) y que se conserva en la Biblioteca Británica de Londres. Cada una de las líneas que contiene fue descifrada hace mucho tiempo por historiadores y lingüistas especializados en idioma anglosajón (inglés antiguo).
Por lo visto, los únicos investigadores que desconocían su existencia eran los investigadores de hoy en día en… medicina.
Con los ojos pegados al microscopio, ninguno de ellos había tenido tiempo para poner en práctica alguna de esas recetas que, sin embargo, eran de una asombrosa sencillez y aparecían explicadas con todo lujo de detalles en el libro.
Juzgue por usted mismo: la receta de este milagroso elixir consiste simplemente en mezclar ajo, puerro, vino y bilis de vaca y dejarlo reposar durante nueve días.
De acuerdo; quizá usted no tenga necesariamente bilis de vaca en la nevera. Pero quien haya despiezado una vaca alguna vez (una operación normal y corriente en los pueblos ingleses de la época) sabe que este líquido es abundante y fácil de conseguir una vez abierto el vientre del animal. Es sencillísimo, se puede llenar un cubo con la vesícula biliar de una buena vaca (lo sé porque resulta que, en un viaje a Pakistán, tuve la oportunidad de participar en esta espectacular operación).
Cabe señalar que el título del manuscrito tampoco daba muchas pistas a los investigadores. En español se puede traducir por “Libro de los puerros de Bald”, siendo Bald un nombre de pila.
A finales del siglo XX, en las facultades de medicina sólo se hacía referencia a las viejas tradiciones médicas, y de manera general a todas las medicinas alternativas, para burlarse de la ingenuidad e ignorancia de la gente de la antigüedad.
Esta postura tan corta de miras provocó que la investigación médica descartase, antes incluso de haberlos estudiado, numerosos remedios tradicionales considerados a priori fantasiosos y, por tanto, no merecedores de ninguna atención.
Por suerte, las cosas están evolucionando y todo este asunto del Bald’s Leechbook es buena prueba de ello.
Y es que la investigadora que comprobó la eficacia del remedio explica en una entrevista que no sabe por qué es eficaz. Pone de relieve que ni el puerro, ni el ajo, ni el vino ni la bilis de vaca (los cuatro componentes de la poción) tendrían la capacidad suficiente para destruir el estafilococo áureo resistente a la meticilina.
Así, sostiene que, sin duda alguna, durante los 9 días de maceración se produce un fenómeno misterioso, quizá la aparición de nuevas moléculas todavía desconocidas.
Esta mentalidad abierta debe ser aplaudida.
Una buena cualidad del investigador es saber mantenerse modesto antes los misterios de la naturaleza; admitir que en el fondo aún ignoramos muchas cosas de la vida. Y que cuando una práctica médica funciona con los pacientes, resulta absurdo e injusto criticarla con la excusa de que no se conocen los mecanismos subyacentes (en especial estoy pensando en la homeopatía, la acupuntura o incluso la osteopatía).
El Bald’s Leechbook contiene cientos de recetas más que no han sido comprobadas. En él podemos leer, por ejemplo:
Hay que señalar que el Bald’s Leechbook también contiene asuntos del mundo mágico. En él se cuenta que, cuando un caballo está sufriendo, y ese sufrimiento ha sido provocado por un elfo, hay que grabar sobre la empuñadura de una daga las siguientes palabras: “¡Benditas sean todas las obras del Señor de los Señores!”
Seguro que conoce usted algún remedio natural que se utilice desde hace mucho tiempo, que quizás le hayan contado sus padres o abuelos. Le invito a compartir su “secreto” con el resto de lectores de www.saludnutricionbienestar.com haciendo un poco más abajo.
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Esta receta pertenece a un investigador y la publico en este medio en su honor, eficaz para tratar la próstata: cortar peras con su piel, rociar con una cucharadita de miel y una cucharada de polen. Evitar ingerir las semillas de la pera. Tratamiento diario hasta que desaparezcan los síntomas.
Me encanta volver a lo natural y sin que por ello tengas que pagar mucho!!
Me gustan mucho los remedios naturales porque no tienen efectos secundarios.
El tratamiento que mi padre usaba con una gran eficacia y un porcentaje elevado de resultados buenos, muy buenos para las llagas, escaras o también llamadas úlceras por presión y que si bien él lo hacía en la rebotica de la farmacia y como enfermero yo también he practicado y ninguna ha dejado de cicatrizar y ninguna me ha hecho mamelones en el proceso de granulación.
El método es bien sencillo: usar básicamente el glicerol de la siguiente manera.
a – Se coge una batea bien limpia y desinfectada con agua y un chorro de lejía.
b – Se cogen compresas a modo de esponja y con un buen jabón de glicerina se lava bien la herida.
No se seca por frotamiento sino por oreo.
c – Se observa que no hayan esfacelos o porciones de tejido necrótico, que se eliminará con bisturí o tijera bien esterilizada.
d – El tejido de granulación debe apreciarse rojo y con gránulos (células de crecimiento).
e – Se empapa unas torundas von reborde de gasa en glicerina líquida, verdadero activador de la formación de granulación roja y se cubre la llaga si es superficial y si la úlcera está cabitada se rellena desde el fondo y haciendo pliegues, procurando que no suelte ningún hilo las gasas, eso sí bien empapadas en la glicerina líquida.
f – Se tapa con gasas y esparadrapo transpirables y que no se pegue a la piel con mucha fuerza, ha de sujetar, no crear un daño mayor.
g – Se puede poner en los bordes del apósito antes de tapar un poco de vaselina en crema que evite que el apósito se pegue a la piel y nos resulte más fácil retirarlo en la siguiente cura.
h – Se procederá a realizar un buen acolchado de la zona con vendas de fibra tipo vellban.
i – Se procederá a aumentar la dieta con proteínas, incluso enriqueciendo con clara de huevo batida los alimentos para cocinar como una salsa.
j – En horario diurno se procederá a los cambios posturales cada 2 horas con carácter preceptivo, llevando un control y visados que puedan comprobarse en cualquier momento, es una manera de evitar olvidos.
k – Aumento de la hidratación bien con agua, zumos o caldos (no es preciso que estén desgrasados) y se beberá 1 vaso de 200 ml cada hora desde el desayuno hasta 1 hora antes de acostarse.
l – Se procurará mantener dependiendo de la localización la zona limpia y sin la humedad concentrada de la orina, para lo cual hay veces que si la escara afecta a coxis o a trocánter sería conveniente sondar mientras dure el proceso. Si se trata de un codo, un talón huelga decir que no es preciso utilizar sondaje vesical.
A los 3 días se levanta toda la cura y se observa.
Se repite el procedimiento.
Ante la sospecha de que pudiera haber algún tipo de infección, que no nos confunda el olor, pues este tipo de llagas huelen habitualmente mal. Pero si vemos que hay más esfacelos o tejido necrótico se puede hacer frotis de diferentes zonas con torundas de cultivo por si fuera necesario administrar antibiótico, pero de igual forma que procederíamos con curas con otros productos como los hidrocoloides.
Se procede como he mencionado de igual manera y la humedad más el aumento de temperatura en la zona que provoca el glicerol va a ir favoreciendo el cultivo y proliferación de células nuevas, rojas, tejido de granulación que irá rellenando desde el fondo hacia la superficie la escara.
En unas semanas estaremos en fase de resolución, hay ya un momento que nos interesa que no haya más granulación y empecemos a buscar el proceso de epitelización.
Antiguamente mi padre lo hacía con lalolina líquida, la proteína de la piel de las ovejas. Hoy se puede seguir haciéndolo o aplicar unas gasas superficiales empapadas en una vitamina el Dexpantenol (alcohol dextrógiro del ácido pantoténico).
Cuando queramos un día realizar la cura nos encontraremos con la grata sorpresa que se ha cicatrizado, se ha cerrado y hasta ha epitelizado.
Ventajas: el procedimiento no es más costoso en trabajo y el ahorro económico es sustancial. Eso sí, siempre habremos de manejar los fluidos de sus envases de litro mediante jeringas desechables y teniendo la precaución de evitar cualquier maniobra que contamine los líquidos en sus envases.
Gracias por confiar en este procedimiento.
Yo me siento orgulloso de compartir el procedimiento que aprendí de mi padre cuando era estudiante de farmacia de último año y trabajaba en la farmacia cuyo titular era su hermano mayor.
Método sencillo en el que se usan jeringas estériles con sus agujas preferibles de 10 cc, jabón de glicerina, palangana o batea limpia y desinfectada con hipoclorito sódico (lejía), gasas con reborde estériles, torundas de gasas estériles, envases de 1 litro de glicerina líquida, de 1 litro de lanolina, envase de vaselina de 500 ml y envase de dexpantenol de 500 ml. Vendas para acolchar de vellban, esparadrapo transpirable hipoalergénico, si precisa sonda vesical preferible de silicona según medida del meato, empapadores.
Medidas de nutrición y de hidratación, cambios posturales regulados y limpieza e higiene rigurosa.
Por si es preciso torundas para cultivo.
Tijeras de disección, pinzas de Kotcher y bisturís estériles así como alguna pinza de Anson.
Y muchos deseos de traducir esta técnica en éxitos. Como nunca publiqué ni recogí datos me limité a la eficacia pero os sugiero que en la enfermería de vanguardia lo que interesa no es tanto lo eficaz como lo evidenciable.
Sr. Dupuis, le felicito porque creo muy interesante su labor divulgativa de remedios olvidados, aunque no estoy de acuerdo con algunas de las recomendaciones que a veces hace, sin apartarse de lo establecido. Bueno, a lo que voy al descubrimiento en Inglaterra de la pócima del s.X como el más potente antibiótico. Le recuerdo que quizá uno de los más potentes antibióticos que existen y de fácil adquisición, sobre todo aquí en Esaña, en el Sur concretamente, es nuestro maravilloso limón. Hasta un laboratorio norteamericano se atrevió, no hace mucho, a sacar la noticia de su descubrimiento y lanzarla por internet. Concretamente, en mi caso, he solucionado y sigo solucionando fácil, rápido y barato, diariamente problemas de salud. Claro está, que hay muchos intereses creados y a estos no les interesa, ni siquiera a sus mentores, divulgarlo.
Estoy segura que muchas recetas antiguas, realizadas con alimentos naturales curan y no tienen efectos secundarios.
Yo tenía unas manchas de sol en la frente, tomando chocolate se me quitaron. El cacao era puro, hecho por los indios de América central.
A un sobrino de pocos meses había que operarlo de unas hernias en sus ingles. Pero no había dinero para realizar dicha operación.
Una abuelita propuso un secreto de la naturaleza que consistía en poner cada pié del niño sobre el tronco de una higuera y marcar su entorno con un lápiz. Después había que desprender la capa de corteza de la parte dibujada y dejar los pies marcados en el árbol. Se suponía que a medida que la corteza cerrara su herida, el niño iría sanando. Lo hicimos y toda nuestra familia fuimos testigos de cómo a los pocos días fueron desapareciendo los dolores, luego las últimas molestias y finalmente en tres meses más o menos sus ingles quedaron totalmente normales.
La higuera había cerrado su herida y lo que quedaba de marca ya estaba del color oscuro de la corteza, notablemente cicatrizada. La naturaleza es madre protectora también.
Contra la tiña….ese círculo que sale en la piel, normalmente en piernas, se elimina rápidamente con ajo machacado y aplicado directamente sobre dicho círculo, (sin salirse demasiado) durante 30 min. El ajo quema la piel (y la tiña). Puede salir una ampolla, que sanará rápidamente, incluso más rápido que con otros tratamientos.
En mi familia, mi madre cuando éramos pequeños, para las lombrices nos daba un novenario (nueve días) de azufre en polvo del que se pone en las plantas de los tomates de color amarillo. Mezclado con azúcar en una cucharita de café y me consta que funcionaba.
Para parar el hipo tomar una cucharadita del zumo de limón.
Un remedio muy antiguo para oídos infectados con supuración es la leche materna. Con unas cuantas gotas dos o tres veces al día y desaparece totalmente la infección sin tener que recurrir a los antibióticos.
Por experiencia propia, en las ocasiones que he tenido tendinitis me curé con agua caliente con sal y vinagre, ya sea a través de compresas o metiendo la parte afectada en un cubo con agua y los dos ingredientes.