Lo que hoy tengo que contarle es decisivo para su salud si usted se encuentra en alguna de estas situaciones:
Por supuesto, también debe leer lo que sigue si no es usted quien tiene alto el colesterol o está tomando estatinas, pero lo hace algún ser querido. Puede salvarle la vida.
Hace unos pocos meses, a finales del año pasado, la FDA (Food and Drug Administration), es decir, la agencia del gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de los medicamentos, lanzó el siguiente inquietante aviso:
“Si usted es uno de los millones de estadounidenses que toman estatinas para prevenir la enfermedad cardíaca, la FDA tiene nueva información importante sobre la seguridad de estos medicamentos que reducen el colesterol. La FDA está advirtiendo a los consumidores y a los médicos que:
La FDA se comprometía a modificar los prospectos de los medicamentos para añadir esos nuevos riesgos e intentaba a la vez lanzar un mensaje tranquilizador, asegurando que “esta nueva información no debe provocar temor en las personas”. (1)
¿Cómo dice? ¿Que no debe provocar temor?
Esos nuevos riesgos de los que hablaba el organismo norteamericano vienen a sumarse a otros muchos conocidos: aumentan el riesgo de hemorragia cerebral, ceguera, trastornos sexuales, problemas renales y hasta cáncer, entre otros.
Yo pienso que quienes toman estatinas deben sentir algo más que temor. Y no son pocos, sino cerca de siete millones de personas sólo en nuestro país (con un incremento del 440% en los últimos diez años). Algo que va contra la lógica científica y médica.
Este auténtico despropósito se sustenta sobre dos errores:
Error nº 1: El colesterol es malo pues se pega a las arterias y las bloquea, por lo que hay que bajarlo a toda costa.
Error nº 2: Para bajarlo lo más eficaz son las estatinas, unos fármacos que actúan inhibiendo una enzima clave en el metabolismo de síntesis del colesterol: la HMG Coenzima A reductasa.
Hoy va a descubrir cómo un personaje relevante, que fue presidente de uno de los países más importantes del mundo (y sin duda bien informado sobre la realidad médica y la eficacia de los tratamientos) ha elegido para su propia salud la vía totalmente opuesta a las estatinas: una solución anticolesterol 100% natural. Volveré a hablarle de ello más adelante.
No es la primera vez que me ha oído decirle que si el colesterol está en el organismo es por algo, no es la bestia negra que hay que abatir. En realidad el colesterol juega un papel muy positivo en la salud, y la lucha ciega que se ha emprendido contra él desde hace 30 años es uno de los más graves errores médicos de las últimas décadas.
Hoy quiero descubrirle que tiene a su alcance medios naturales para tratar el colesterol (y que sea su amigo y no su enemigo), así como protocolos nutricionales para evitar tener que recurrir a las estatinas (o incluso para poder dejar de tomarlas si ya lo está haciendo).
Empecemos por el principio:
Cuando se hace un análisis de sangre, ¿qué es tener una buena tasa de colesterol?
Usted habrá oído hablar del colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) y del colesterol HDL (el “bueno). Pues bien, ambos contienen el mismo tipo de colesterol, y sus distintos nombres hacen referencia a la lipoproteína que transporta el colesterol a los tejidos. El HDL lleva el colesterol a los órganos principales (hígado, páncreas, etc.), mientras que el LDL suministra colesterol desde el hígado a todas las células del cuerpo. Porque digámoslo claramente: las células necesitan colesterol para desempeñar sus funciones vitales; es un compuesto vital de las membranas celulares.
Por lo tanto, a la hora de medir el colesterol no se trata de tener una tasa baja en términos absolutos, sino de una tasa cuya relación LDL/HDL sea inferior a 3,5, e incluso a 3, mientras que el colesterol HDL, en la sangre, esté por encima de 40 mg/dl, o aún mejor, de 60 mg/dl.
Para que esta relación y este valor sean los mejores, hay que atacar lo que impide que el colesterol sea depurado por los glóbulos blancos en forma de HDL y lo deposite en las paredes arteriales en forma de LDL.
Quizá sea un poco complejo de entender, pero estoy seguro que sabe por dónde voy. Y surge la sospecha de que la feroz batalla que se está librando desde hace más de 30 años contra el colesterol es en realidad un error.
Un error porque lo que reduce los riesgos de sufrir patologías cardiovasculares no es la bajada global y a toda costa del colesterol. Y porque los medicamentos que se utilizan para ello, con las estatinas a la cabeza, favorecen el desarrollo de otras enfermedades.
Hoy le estoy hablando de esto porque el Dr. Curtay está dando los últimos toques a su Dossier de este mes, que trata sobre el colesterol y la salud cardiovascular. En él le revela las soluciones naturales eficaces con las que se pueden combatir las patologías cardiovasculares y eliminar así la hipertensión, reducir la hiperadhesividad plaquetaria y mantener en buen estado las arterias, porque ahí está el origen de los problemas cardiovasculares, que no se solucionan con pastillas de estatinas.
¿Que usted ya toma estatinas? ¡Que no cunda el pánico! El Dr. Curtay plantea también para esos casos un protocolo para abandonar el tratamiento, pero no de forma brusca.
Tras su lectura, usted también lo tendrá claro. Este número de Los Dossiers es un verdadero manual de supervivencia para protegerse frente a las enfermedades cardiovasculares, así como para tratarlas, sin ponerse en riesgo por culpa de las estatinas.
Numerosos estudios, en gran parte ignorados por la prensa médica y los grandes medios de comunicación, han demostrado que los métodos naturales permiten reducir de manera drástica el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Uno de ellos, The Lifestyle Heart Trial, fue desarrollado por el Dr. Dean Ornish. Al cabo de cinco años se observó en los pacientes que se sometieron a su programa de reeducación cardíaca: una reducción del riesgo cardíaco de un 147%, un descenso de la estenosis (estrechamiento) de las arterias coronarias en un 7,9% y un 82% de mejoría en el diámetro de sus arterias coronarias principales.
Una de las personas que siguió con éxito este programa fue… ¡el presidente Bill Clinton! Pasó del sobrepeso, las estatinas y varios bypasses aorto-coronarios y stents, a una dieta completamente distinta y una buena salud cardiovascular (sin estatinas).
Millones de pacientes, entre ellos quizá usted mismo o sus allegados, quizá se debatan en la incertidumbre, sin atreverse a desoír las consignas oficiales que machaconamente cargan contra el colesterol, y por ello sigan tomando medicamentos que en realidad no sólo no son necesarios, sino que les perjudican.
Por eso es tan importante estar bien informado y actuar.
Le he dicho que este Dossier era un auténtico manual de supervivencia y creo que me he quedado corto. Este Dossier debería ser de lectura obligada en un país en el que las enfermedades cardiovasculares están a la cabeza entre las causas de mortalidad y en el que la “solución” generalizada es enmascarar sus síntomas con medicamentos como las estatinas, sin tratar sus verdaderas causas.
Antes de despedirme quiero decirle algo importante si usted ya está tomando estatinas. No pretendo que deje de tomar sus medicinas de la noche a la mañana, pero debe tratarlo con su médico. Llévele el Dossier, coméntelo con él y anímese a explorar el camino de la verdadera curación.
Enviamos a imprenta este nuevo Dossier el próximo martes. Por lo tanto, si usted también quiere recibirlo debe darse prisa para solicitar su ejemplar antes del día 27 a medianoche.
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Fuentes:
1. USA Food and Drug Administration (FDA). 9/19/2016.
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Han leído bien: 800 unidades de la medida del colesterol. Quedo a su disposición para corroborarlo.
Hola,
Me gustaría obtener estas vitaminas del colesterol, cómo las puedo comprar?
Gracias
¿Cómo puedo conseguir los Dossiers del Dr. Curtay? Estoy muy interesada en ellos.
Muchas gracias