Debido a las fuertes heladas que tuvieron lugar en los primeros meses del año el precio del aceite de oliva ha aumentado considerablemente. A consecuencia del mal tiempo vivido este invierno la cantidad de kilos de aceituna recogidos durante la campaña descendió notablemente, aunque la calidad del aceite de oliva no se ha visto mermada.
El aceite de oliva, un omega 9 bueno para la salud en su conjunto siempre y cuando sea extra virgen y proceda de la primera presión en frío, es uno de los estandartes por excelencia de la dieta mediterránea. De hecho, ésta comenzó a hacerse famosa a raíz de multitud de estudios que demostraron que la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares es más baja en los países que consumen este aceite.
Pero los beneficios del olivo no se quedan ahí: el extracto de sus hojas es un eficaz tratamiento preventivo y curativo de la hipertensión arterial y también mejora la circulación, al flexibilizar y dilatar las arterias. Además, contiene flavonoides, unos antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres y desempeñan un papel importante en la protección de la pared arterial. Debido a sus propiedades, permite reducir el colesterol “malo” (LDL) y aumentar el “bueno” (HDL).
El problema del aceite de oliva es la gran influencia en su precio de los factores climáticos, como ha sucedido este año.
Fuentes: Susalit E, Agus, N. “Olive (Olea europaea) leaf extract effective in patients with stage-1 hypertension: Comparison with Captopril. Effendi I, et al. Phytomedicine”. 2010 Oct 29. Syed Haris Omar, “Oleuropein in Olive and its Pharmacological Effects”.
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