Es una realidad que la mente y sus capacidades son una joya que hay que cuidar.
Con la edad, las funciones mentales tienden a deteriorarse. Es lo que llamamos “deterioro cognitivo”. El cerebro pasa a funcionar de una forma mucho más lenta y comienzan a acechar numerosos problemas:
Si cree que esto le está empezando a suceder a usted o a alguien cercano, le recomiendo que lea con atención lo que sigue.
Y es que el deterioro cognitivo es muy molesto, tanto para uno mismo como para los demás.
Quien lo padece se dice a sí mismo: “pero, ¿qué es lo que me ocurre?” Quienes le rodean, sin embargo, piensan: “el pobre se hace viejo…”.
Así, por culpa del deterioro del cuerpo y de la mente la vida cotidiana puede llegar a convertirse en una sucesión de momentos en los que se pasa verdaderamente mal.
Afortunadamente, existen tres sencillas acciones con las que se pueden preservar, restaurar e incluso aumentar las aptitudes cognitivas. Verá cómo su vida mejora significativamente al cuidar su mente y empezará a sentirse más cómodo.
Estos son los 3 ejercicios diarios que puede realizar para mantener en forma su cerebro:
1) Entrenamiento mental
La estructura, el tamaño y los enlaces de las neuronas evolucionan continuamente a medida que se aprende.
Sus capacidades intelectuales necesitan por tanto ser entrenadas y estimuladas; de otra forma su cerebro comenzaría a oxidarse.
Pongamos como ejemplo el cálculo mental: es imposible mantener el nivel que se tiene al salir de la escuela si no se practica regularmente. Y lo mismo sucede con la capacidad de comprender con agilidad textos abstractos, como por ejemplo de filosofía.
Es decir, que hay que mantener cierto nivel de actividad si no queremos perder esas capacidades y la agilidad mental. Por eso con tanta frecuencia se habla de la necesidad de continuar formándose a lo largo de la vida. Las ventajas son muchas: desarrollo personal, éxito, conocer a gente nueva… ¡pero también un mayor bienestar mental y más salud!
Los investigadores han destacado que hacer búsquedas en internet, por ejemplo, estimula regiones cerebrales relacionadas con la toma de decisiones y el razonamiento complejo. (3)
Aprender a tocar un instrumento o una nueva lengua, ir a un museo, a un concierto, viajar, etc. son placenteras actividades que contribuyen a hacer funcionar el cerebro.
Y si busca algo más simple puede hacer crucigramas, puzles, juegos de mesa o tratar de nombrar todas las ciudades, animales y plantas que usted conozca y que comiencen por la letra A (o cualquier otra), por ejemplo.
El fin último, en cualquier caso, es ejercitar la mente, pero también evitar la televisión, el gran enemigo de la salud física y mental. Delante de la “caja tonta” adquirimos una actitud de pasividad extrema que mina el desarrollo de las capacidades intelectuales y debilita el cuerpo.
2) Una mente sana en un cuerpo sano
Haciendo ejercicio físico se muscula el cuerpo, pero también el cerebro. De hecho, el deporte permite optimizar el funcionamiento del cerebro.
Con él las células nerviosas se multiplican, se refuerzan sus interconexiones y se mejora su protección. Y además se fomenta la producción de centrales energéticas -mitocondrias- en las células nerviosas, lo que les permite tener más energía para funcionar a pleno rendimiento.
Durante el ejercicio físico las células nerviosas producen un tipo de proteínas llamadas “factores neurotróficos”. Estos últimos mejoran las funciones cognitivas y en particular la capacidad de aprendizaje.
Para mejorar los resultados debe priorizar:
Y por supuesto hay que reposar bien después del esfuerzo. Durmiendo lo suficiente regenerará tanto sus capacidades físicas como mentales.
Cualquier genio creativo se lo diría: el sueño permite ver los viejos problemas con nuevos ojos, encontrando soluciones que antes no se habían siquiera considerado.
Y es que durante el sueño el cerebro entra en una fase de mantenimiento en la que reorganiza las informaciones acumuladas durante la jornada, lo que permite comenzar con el pie derecho al día siguiente.
De acuerdo con los estudios de un grupo de investigadores de Harvard, hay un 33% más de probabilidades de establecer conexiones entre ideas remotas después de dormir. (4)
3) Bacopa para mejorar las funciones cerebrales
Existe una planta vivaz que la medicina ayurvédica lleva unos 3.000 años utilizando para estos casos: la Bacopa monneri.
Los antiguos tratados ayurvédicos en sánscrito ya recomendaban la bacopa para los trastornos del intelecto y del sistema nervioso central. Entre ellos:
Y hoy día las autoridades sanitarias de la India continúan fomentando el tratamiento de las disfunciones mentales e intelectuales con esta planta. (5)
Las sustancias activas de la bacopa son los bacósidos A y B. Y así es como afectan a diferentes aspectos relacionados con la función cognitiva:
Los participantes de un estudio recibieron tratamientos durante 12 semanas con dosis que iban desde los 300 a los 1500 mg de bacopa al día, y vieron cómo sus capacidades de aprendizaje auditivo, comprensión de figuras complejas, memoria e incluso atención en tareas sencillas aumentaban significativamente. (16)
Y estos resultados fueron visibles en personas de avanzada edad cuya memoria estaba degradada, pero también en adultos jóvenes con buena salud y que no tenían ningún problema de memoria.
Entre 2003 y 2013 investigadores australianos realizaron una serie de pruebas sobre la bacopa y concluyeron que no posee riesgos y que es eficaz para mejorar las funciones cognitivas: (17)
En 2014 un grupo de investigadores publicó una síntesis de todos los estudios realizados sobre la Bacopa monnieri hasta la fecha. Hicieron una relación de todos los ensayos clínicos publicados y se quedaron con los mejores: los aleatorizados, controlados por placebo, con tratamientos de más de 12 semanas y realizados sobre personas que no estaban tomando ninguna medicación en paralelo.
En total eran 9 los ensayos clínicos (realizados sobre 518 sujetos) que cumplían dichos criterios. En ellos, las personas tratadas con bacopa registraron mejores tiempos de reacción y mejores resultados en los test neuropsicológicos que los que habían recibido un placebo. (18)
Tradicionalmente las hojas carnosas de la bacopa se recogían cuidadosamente para ser secadas. Después se reducían a polvo para preparar decocciones en agua hirviendo, y era necesario endulzar la bebida para enmascarar su sabor amargo. (5)
A día de hoy se fabrican cápsulas usando como base su extracto estandarizado. Eso permite controlar el contenido en bacósidos A y B, que es del 20 ó del 50% según el extracto (mi recomendación es que, siempre que sea posible, elija el de 50%, para poder alcanzar la dosis estandarizada de efecto terapéutico de 150 mg de bacósidos al día). (5)
La bacopa no funciona como los medicamentos químicos, concebidos para tener un efecto inmediato que también se desvanece rápidamente. Esta planta requiere una toma regular antes de poder observar sus efectos, pero su eficacia también se nota a largo plazo.
De hecho, la bacopa no se considera una sustancia dopante ni nociva, como sucede con muchos estimulantes químicos (las anfetaminas, por ejemplo). Los efectos no deseados son verdaderamente poco frecuentes, pero en algún caso se podría notar sequedad en la boca, náuseas o cansancio. Está desaconsejada en caso de embarazo. (5)
Tomando bacopa pondrá todo de su lado para combatir con éxito el deterioro cognitivo (y, por tanto, también la pérdida de memoria) y mejorar su desempeño mental. Ahora bien, desde luego no será igual de eficaz si usted no está dispuesto, además de tomarla, a realizar ejercicio físico y entrenar con constancia sus funciones cognitivas.
¡A su salud!
Luis Miguel Oliveiras
Fuentes:
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Todo esto está muy bien pero si además de todo ello agregamos un poco de meditación a nuestra vida, lo convertiríamos en el combo perfecto para mantener sano y ágil a nuestro cerebro. Lo sé porque yo lo hice, probé el mindfulness que es concentración de la atención y la conciencia. A mí me ha ido muy bien, tanto que ya forma parte de mi rutina diaria.
Es muy interesante, todas las exposiciones sobre la salud la cual podríamos cuidar mejor si nos aportarán buenos consejos, comprobados con pacientes que han experimentado notables mejorías y llegando a poseer una salud envidiable, evitando tantos fármacos a lo que nos tienen acostumbrados y con pocos resultados fiables. Gracias por su dedicación