Una investigación(1) ha señalado que un exceso de colesterol puede interferir en el proceso natural de reparación de las neuronas, debido a la inflamación que éste ocasiona.
Para llegar a estas conclusiones se llevó a cabo un experimento con ratones (jóvenes y adultos) para ver cómo era la respuesta de los fagocitos (parte del sistema inmunitario del organismo) a la hora de reparar la mielina, la capa que recubre y protege las neuronas cerebrales.
Observaron así que en los ratones adultos los fagocitos tardaban más en reparar esa mielina, por lo que la recuperación de las lesiones también era más lenta. Pero vieron que ocurría lo mismo en aquellas zonas que tenían un exceso de colesterol, incluso en el caso de los ratones más jóvenes, ya que los fagocitos no podían descomponer el colesterol y transportarlo fuera de la membrana celular. En otras palabras, que la acumulación de colesterol impedía la recuperación de las lesiones, debido a que excedía la capacidad de reparación de los fagocitos.
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