Un equipo de investigadores(1) ha llegado a una curiosa conclusión: si se hace ejercicio de manera regular antes de someterse a una operación con motivo de un cáncer, en algunos casos se reducirían hasta la mitad las posibles complicaciones postoperatorias.
Pero eso no es todo, ya que la actividad física también contribuiría a que se redujera la estancia hospitalaria después de la operación en casi tres días, y además mejoraría la calidad de vida del paciente una vez saliera del hospital.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores analizaron 17 estudios y 13 ensayos clínicos que permitieron reunir a 806 participantes que padecían seis tipos diferentes de cáncer, incluido el de pulmón. Observaron así que, para recuperarse mejor de la operación quirúrgica y que no hubiera riesgo de complicaciones, debían realizar durante una media de 15 días ejercicios aeróbicos (caminar) y de resistencia (levantar pesas).
Finalmente, aunque los mejores resultados se obtuvieron dentro de los pacientes de cáncer de pulmón, cuyas complicaciones postoperatorias se redujeron en un 48% con estos ejercicios, han señalado que se obtendrían resultados similares entre los pacientes de cáncer de boca y de próstata.
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