Además de ser fuente de proteínas y vitamina B12, la espirulina también produce efectos beneficiosos sobre la función inmunitaria del organismo y sobre el cansancio.
Así lo asegura un equipo de investigadores rumanos(1) que ha validado los efectos beneficiosos de la espirulina desde el punto de vista cardiovascular. Han confirmado así que una suplementación de espirulina disminuye los niveles de colesterol y, lo que es más relevante todavía, también los de triglicéridos, un importante factor de riesgo cardiovascular.
Los resultados serían perceptibles incluso con pequeñas cantidades de espirulina.
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