El tipo de féculas que se consumen influye en la salud mental. Ya sabíamos que los alimentos que contienen azúcares de digestión rápida (los denominados “alimentos con elevado índice glucémico”) como el pan blanco, las patatas, el arroz blanco o las tortitas de arroz inflado, entre otros, facilitan el aumento de masa grasa corporal y aumentan la sensación de hambre.
Ahora, después de haber realizado un seguimiento a más de 4.000 adultos, unos investigadores(1) acaban de mostrar que estos alimentos provocan también variaciones en el nivel de azúcar sanguíneo en el cerebro, lo que conlleva inflamación y facilita la aparición de síntomas depresivos.
Por el contrario, los alimentos cuyos azúcares se digieren más despacio no presentan este riesgo. Se incluyen en esta última categoría la fruta (entera), el arroz basmati, las legumbres (alubias rojas, lentejas, garbanzos…), los boniatos, el trigo sarraceno…
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