Varios estudios ya habían confirmado el riesgo de la toma de benzodiacepinas (un tipo de ansiolítico) para tratar la demencia o la ansiedad, pero también para los problemas del sueño. Un nuevo estudio(1) destaca por ser el más grande efectuado hasta la fecha, ya que se contó con 70.719 finlandeses que habían sido diagnosticados de alzhéimer y tenían una edad comprendida entre 34 y 105 años.
En el estudio se analizaron benzodiacepinas según la duración del tratamiento (de 1 día a 1 mes, de 1 mes a 1 año, de 1 a 5 años y de más de 5 años), así como otros fármacos similares, y sólo se tuvieron en cuenta los fármacos que se habían tomado al menos 5 años antes del diagnóstico de la enfermedad. Los resultados indicaron que el 5,7% de los casos diagnosticados de alzhéimer se debieron a la ingesta de benzodiacepinas.
Los investigadores han señalado que, aunque este porcentaje pueda parecer muy bajo, al ser las personas mayores las que toman con más frecuencia este tipo de medicamentos, en este grupo incluso un pequeño porcentaje de riesgo ya es muy significativo; y especialmente si se tiene en cuenta que son medicamentos que se toman a largo plazo (de hecho, las dosis más bajas -y que se recetan durante más tiempo- son las que más riesgo implican).
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