El síndrome de Guillain-Barré es una dolencia potencialmente mortal, puesto que conlleva una debilidad muscular que puede derivar en una parálisis total.
Un grupo de investigadores(1) evaluó los expedientes médicos de 208 pacientes con síndrome de Guillain-Barré que habían sido tratados durante 20 años y descubrieron que un 15% de ellos había desarrollado la enfermedad en las ocho semanas posteriores a una intervención quirúrgica.
Asimismo, los pacientes oncológicos tenían siete veces más propensión a desarrollar el síndrome de Guillain-Barré después de la cirugía. Por tanto, los investigadores concluyen que el síndrome podría ser un efecto secundario raro de ciertos medicamentos anestésicos.
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