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Viajes en avión: el mayor peligro no es el que usted cree

Si le preguntaran cuál cree que es el lugar con más gérmenes de un aeropuerto por el que pasan miles de personas cada día, ¿qué respondería?

Probablemente que la zona de los baños, ¿verdad? Pues no es así en absoluto.

El lugar más sucio, con más virus y bacterias y donde se produce un mayor contagio de enfermedades es… ¡la zona de control hacia las salas de embarque! Y, más concretamente, la mayor densidad de gérmenes de todo el aeropuerto se encuentra en las bandejas de plástico en las que continuamente los pasajeros, tras hacer largas colas, van dejando ordenadores, llaveros, bolsos, mochilas, zapatos y todo tipo de pertenencias.

A esa conclusión llegaron unos científicos de la Universidad de Nottinghan (Gran Bretaña) que analizaron exhaustivamente el concurrido aeropuerto de Helsinki-Vantaam, en Finlandia, con el objetivo de determinar el papel de los aeropuertos en la proliferación de virus respiratorios, que pueden provocar graves pandemias. Para ello, tomaron muestras de aire y en distintas superficies durante el período de mayor transmisión de gripe en el país y en distintos momentos del día. (1)

La investigación detectó al menos un tipo de virus respiratorio en el 10% de los sitios que se tocan con mayor frecuencia en los aeropuertos. Las muestras de aire, por su parte, dieron positivo en un 25%.

Con el objetivo de identificar las superficies más tocadas, así como las áreas donde la densidad de pasajeros es más alta, se hizo un cuidadoso mapeo del aeropuerto, haciendo el mismo recorrido que los pasajeros. Este gráfico refleja los puntos más “calientes” (en rojo) en cuanto a concentración de virus (de estos lugares en concreto se tomaron las muestras).

Como puede verse en este mapa las zonas de control de seguridad, tanto la de equipaje de mano como la de pasaportes, son los sitios más peligrosos en cuanto a la transmisión de estos virus.

Y lo peor es que se trata de lugares de paso obligatorio para los viajeros.

En concreto, la mitad de las bandejas donde se colocan los objetos personales contenían rastros de rinovirus, el responsable del resfriado común y de la gripe. Y es muy difícil escapar al contagio: cada día son tocadas por miles de personas, pasando con rapidez de un pasajero a otro.

Curiosamente, no se detectaron virus respiratorios en la mayoría de las superficies de los baños que se tocan con mayor frecuencia (tapa y cadena del WC, y pestillo). ¿Le sorprende? La explicación es que en este lugar los pasajeros suelen prestar especial atención a limitar el contacto y a la higiene de las manos.

Otros puntos en los que se encontraron muchos gérmenes son (de mayor a menor cantidad): parques infantiles de juegos, los botones de la terminal de pago en la farmacia, el lado de los pasajeros en el mostrador de control de pasaporte y las barandillas de las escaleras.

Encuentro Artrosis

En definitiva, los aeropuertos contribuyen al rápido esparcimiento de enfermedades infecciosas entre países y continentes. Es lo que ocurrió, por ejemplo, en 2003 con la veloz expansión del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) desde Hong Kong a muchos otros países; o con la gripe H1N1, un virus que salió de México y de Estados Unidos y que se convirtió rápidamente en una epidemia global en 2009.

Seguro que a partir de ahora la próxima vez que vuele y le toque pasar el control de seguridad verá las bandejas con otros ojos…

Los hospitales también contagian

Ya ha visto que los virus y bacterias están en los sitios más insospechados… Pero seguro que aún se sorprendería al saber dónde se concentran dentro de los hospitales, unos lugares que se asocian a curar enfermedades (¡y no a expandirlas!).

Pero lo cierto y alarmante es que los centros médicos constituyen otro de los lugares más peligrosos en cuanto a posibilidad de contagio de enfermedades. De hecho, las infecciones nosocomiales (las producidas por los gérmenes y bacterias que hay en las zonas de paso de los hospitales: pasillos, pomos de las puertas…) ya afectan en España a más del 5% de los pacientes. Y, claro está, tampoco están libres de riesgo las personas que acompañan a estos pacientes. (2)

Un proyecto pionero llamado Flexpol y que cuenta con participación española trata de mitigar el problema aunando ramas tan diferentes como la medicina, la última tecnología en materiales plásticos y los aceites esenciales (AE). Lo que propone es cubrir las zonas más invadidas por los gérmenes con un plástico con propiedades antibacterianas extraídas de los aceites esenciales de las plantas.

Para determinar los más adecuados teniendo en cuenta sus propiedades antiinfecciosas se centraron en las plantas con dos compuestos químicos muy concretos: el timol y el carvacrol. En este sentido son muy útiles el tomillo, el romero, el orégano, el árbol de té y la ravintsara.

¿Se imaginaba que la solución al problema del contagio de enfermedades pudiera estar en algo tan natural como las plantas? Pues usted también puede aprovechar su gran eficacia ante los gérmenes en su propia casa, como por ejemplo en difusión, para cuidar su salud y la de los que le rodean.

Fuentes:

  1. Niina Ikonen, Carita Savolainen-Kopra, Joanne E. Enstone, Ilpo Kulmala, Pertti Pasanen, Anniina Salmela, Satu Salo, Jonathan S. Nguyen-Van-Tam, Petri Ruutu and for the PANDHUB consortium, Deposition of respiratory virus pathogens on frequently touched surfaces at airports, BMC Infectious Diseases 2018, :437 
  2. Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (EPINE), 2017 


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