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Cáncer: la esperanza que brotó en la isla japonesa de Kyushu

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Lo que voy a contarle es un suceso real que interesa especialmente a todos aquellos a los que el cáncer, de una forma u otra, les toca de cerca.

Ocurrió hace no mucho en Japón, cuando desde la pequeña isla de Kyushu, situada al sur del archipiélago, llegó un extraño rumor: los cultivadores de un tipo de seta muy particular parecían “inmunizados” frente el cáncer.

Al principio, los científicos de la capital nipona reaccionaron con escepticismo.

Entre ellos se encontraban algunas de las mentes más brillantes de la investigación contra el cáncer y, tras tantos años de trabajo, ¿cómo iban a aceptar de la noche a la mañana que una simple seta pudiera vencer esta enfermedad?

Sin embargo, frente a la magnitud y la persistencia del rumor, algunos de estos científicos decidieron ir a la isla de Kyushu para desvelar el misterio.

Nunca hubieran imaginado lo que descubrieron allí.

El rumor era cierto: los investigadores pudieron demostrar científicamente que los cultivadores de aquella seta medicinal tenían un riesgo menor de padecer cáncer.

Exactamente ¡un 40% menos que el resto de la población! (1)

Y para ellos no había ninguna duda: el fenómeno estaba claramente relacionado con el hecho de que los cultivadores consumían regularmente esta seta de extraordinarias virtudes.

Pero ¿qué tenía esa seta de especial para poder obrar algo así?

Una seta milenaria capaz de lograr lo imposible

Después de aquel primer descubrimiento, investigadores japoneses y de otros países del mundo han probado científicamente las propiedades de esta seta en pacientes con cáncer.

Los estudios han proporcionado resultados impresionantes, tanto en la prevención de diferentes tipos de cáncer como en el apoyo a los tratamientos de quimioterapia y de radioterapia.

Juzgue por sí mismo:

  • Cáncer de cuello de útero. Uno de los activos naturales que se encuentra en esta seta, denominado compuesto correlacionado de hexosa activa (AHCC, por sus siglas en inglés), es capaz de destruir el virus del papiloma humano (VPH), y, por tanto, de prevenir este tipo de cáncer. (2)
  • Cáncer de pulmón. En este caso, la eficacia de la quimioterapia aumenta hasta en un 50% gracias a la toma de la seta descubierta en Japón, según un estudio del año 2006. Los efectos secundarios de la quimioterapia también se ven reducidos significativamente (disminución del número de leucocitos en sangre, náuseas, etc.). (3)
  • Cáncer de estómago. La esperanza de vida de los pacientes con este tipo de cáncer que toman un extracto de esta seta ¡se duplica! Y si ya están siguiendo un tratamiento de quimioterapia recuperan el apetito y el sueño. (4)

Los beneficios de esta seta japonesa también se han constatado en pacientes con cáncer colorrectal, de hígado y de páncreas (5).

Además de los primeros descubrimientos hechos con los cultivadores japoneses, otros estudios posteriores han confirmado que puede jugar un papel positivo en la prevención de tumores.

Por ejemplo, un estudio de 2015 en el que varios adultos sanos fueron tratados con esta seta demostró su capacidad para activar las defensas naturales contra el cáncer. (6)

¿Cómo una simple seta puede ser tan prodigiosa?

Para contestar a esta pregunta, antes me gustaría incidir en cómo se trata el cáncer en la actualidad, tanto en España como en la mayoría de los países occidentales.

En el momento en el que su médico le anuncia que tiene esta enfermedad, su vida está en juego y él no asumirá la responsabilidad de proponerle ninguna otra cosa fuera del protocolo habitual. Esto es, siempre le dará una solución limitada, que además puede tener riesgos y conllevar efectos secundarios adversos.

Así ocurre con la quimioterapia o la radioterapia, responsables de las consecuencias que todos conocemos:

  • Pérdida de cabello.
  • Náuseas.
  • Fatiga extrema.
  • Colapso del sistema inmunitario (lo que a menudo condena a los pacientes a recaídas, ya que las células cancerígenas pueden volver a multiplicarse en un cuerpo debilitado).

La causa de todos estos efectos secundarios está en que la quimio y la radioterapia atacan a las células cancerígenas y a las sanas ¡indiscriminadamente!

Para el enfermo de cáncer, es todo o nada

Por lo tanto, la arriesgada apuesta de su médico es matar sus células cancerígenas asumiendo que también puede destruir las sanas.

Es duro, pero es la verdad: la quimio y las radiaciones debilitan el sistema inmunológico y pueden tener consecuencias graves sobre el estado general de salud del paciente.

Contrariamente a estos tratamientos de choque que propone la medicina convencional, la seta japonesa anticáncer de la que le hablo no tiene ningún efecto secundario.

Mejor aún, como ha podido comprobar en los estudios citados anteriormente, reduce los efectos tóxicos de los tratamientos convencionales.

Esto lo convierte en un valioso aliado como complemento a las terapias convencionales para los pacientes que padecen cáncer, ya que:

  • Reduce la agresividad del tratamiento.
  • Acelera las posibilidades de remisión.
  • Disminuye los riesgos de recaída.

Y también aumenta la fuerza para luchar contra el cáncer

Además, en lugar de atacar las células de su cuerpo esta misteriosa seta refuerza las capacidades del organismo para luchar por sí mismo contra el cáncer.

Esto es muy importante, pues las personas no se ven afectadas por esta patología a causa de un ataque repentino de células cancerígenas, sino porque su sistema inmunológico se debilita.

Ahora mismo, mientras usted está leyendo estas líneas, su cuerpo lucha para impedir la formación y la posterior multiplicación de células cancerígenas.

Mientras su sistema inmunitario sea lo suficientemente fuerte, lo conseguirá sin problemas. Por el contrario, si está debilitado las células cancerígenas ganan la batalla a las células sanas, y es entonces cuando surge el cáncer.

Entonces, por lógica, lo primero que hay que hacer es reforzar el sistema inmunológico.

Esto es precisamente lo que hace la seta de la que le estoy hablando. Y probablemente no haya ninguna otra sustancia natural capaz de hacerlo de una manera tan rápida y eficaz.

Así lo pone de manifiesto otro estudio sobre pacientes de cáncer que tomaron un complemento nutricional a base del extracto de esta seta. Tan sólo 16 horas después de la toma, ¡sus células inmunitarias habían destruido un 40% más de células cancerígenas! (7)

“¿Por qué nunca había oído hablar de ella?”

Probablemente se estará preguntando por qué una seta tan valiosa como esta es a la vez tan desconocida.

Pero no es exactamente así: esta increíble seta anticáncer es el shiitake. Seguro que le suena haberla visto en los menús de los restaurantes orientales y también en algunas fruterías, donde ya empieza a ser bastante común.

Pero no es del shiitake de uso culinario del que le estoy hablando hoy, sino del de uso medicinal.

En Japón, este tipo de shiitake se prescribe por la mayoría de los médicos, ya que forma parte de los tratamientos básicos contra el cáncer.

Lo mismo ocurre en China y en otros países de Asia, donde las propiedades de esta seta son conocidas desde hace mucho tiempo.

El problema es que en estos países tan fuertemente poblados la vida moderna tiende a aumentar el número de personas con cáncer, y la demanda de shiitake medicinal nunca había sido tan elevada.

Además, al ser el shiitake un hongo natural no se puede producir industrialmente, como hacen los laboratorios farmacéuticos con las moléculas químicas utilizadas en sus medicamentos.

Así que la cantidad que existe de shiitake medicinal es limitada, y eso aumenta su valor.

En Japón, especialmente en la isla de Kyushu, aún se cultiva de forma tradicional. Las setas se siembran y crecen sobre troncos de madera de alrededor de 1 m. Hacen falta 16 meses para que este champiñón crezca correctamente.

Escasez del shiitake medicinal

Para intentar solucionar este problema y satisfacer la demanda, en China se crearon inmensas plantaciones donde el shiitake se cultiva sobre troncos artificiales como los que ve en esta foto:

Desgraciadamente, estos esfuerzos están aún lejos de ser suficientes para responder a las necesidades de los países asiáticos.

CONCLUSIÓN: es muy raro encontrar este tipo de shiitake medicinal en Europa, y esa es la razón por la que seguro que ni usted ni tal vez su médico hayan oído hablar nunca de él.

Se trata, no obstante, de uno de los remedios contra el cáncer más prometedores y no puede seguir ignorándolo.

El arma secreta del shiitake contra el cáncer

Los estudios más recientes han desvelado incluso los mecanismos biológicos que permiten al shiitake actuar contra el cáncer: el origen se encuentra en una sustancia natural rara denominada lentinano.

Las investigaciones demuestran que el lentinano es capaz de estimular considerablemente el sistema inmunitario y, por tanto, hacer retroceder el cáncer. (8) (9)

Esta sustancia también actúa sobre los tumores limitando la proliferación celular e induciendo la apoptosis, un fenómeno natural que impulsa a las células cancerígenas a “suicidarse”. (10) (11)

La pregunta es: ¿puede uno beneficiarse de estas increíbles propiedades del lentinano sólo comiendo shiitake?

En teoría, sí. Aunque, desgraciadamente, las autoridades sanitarias de diversos países previenen sobre el hecho de que el shiitake debe estar suficientemente cocinado antes de consumirse, ya que su consumo en crudo puede provocar ciertas dermatitis tóxicas. (12)

El problema es que al cocer el shiitake el lentinano que este contiene se degrada en su totalidad y se hace imposible obtener de él ningún beneficio medicinal.

Por ello, la única manera de aprovechar las virtudes anticancerígenas del lentinano es tomando un extracto de shiitake. Esto puede hacerse mediante dos vías: por inyección (bajo control médico) o, más sencillamente, tomándolo en forma de complemento nutricional, que es exactamente como se lo voy a presentar a continuación.

Encuentro Artrosis

Cómo conseguir esta maravilla de la naturaleza

En Asia, ahí donde el shiitake es más accesible, generalmente se recomienda tomar entre 10 y 15 g de polvo de shiitake al día.

Pero el complemento nutricional por el que hoy he apostado contiene 1.200 mg de un extracto de shiitake en el que la relación de extracción es de 12 a 1, lo que garantiza su concentración y eficacia. Perdóneme que tenga que entrar en estos detalles técnicos, pero esto significa que este extracto ultraconcentrado le aporta cada día, con sólo 8 cápsulas, el equivalente a 14,4 g de polvo de shiitake, o sea, la dosis de referencia aconsejada.

Esta fórmula rica en shiitake y en lentinano, su principal ingrediente activo, es un poderoso aliado para estimular su sistema inmunológico de forma natural.

Pero el complemento nutricional que hoy le recomiendo es mucho más que eso. Además del shiitake aporta otros prodigios naturales venidos de Asia que ejercen un efecto sinérgico sobre su sistema inmune. La segunda de estas maravillas es otra seta medicinal de la que me habrá oído hablar en otras ocasiones, el hongo reishi (Ganoderma lucidum).

El reishi aumenta en un 27% la eficacia de las terapias anticancerígenas

El reishi es originario de China, donde se usa por sus propiedades medicinales desde hace milenios.

Ya fue mencionado en la obra más antigua de la farmacopea china, el herbario tradicional de Shen Nong, publicada en el 56 a.C.

En la medicina tradicional china, el reishi está considerado un potente tonificante del Qi (o chi), la energía vital que sostiene el conjunto del organismo. Está asociado a la fuerza, a la resistencia y a la longevidad, de ahí el sobrenombre de “seta de la inmortalidad”.

Actualmente se han publicado numerosos artículos científicos sobre los efectos benéficos del reishi contra las bronquitis, las alergias, las hepatitis, la hipertensión, los problemas inmunológicos y, sobre todo, el cáncer.

En 2016, en un metaanálisis de la institución Cochrane, los autores concluían que el reishi estimula el sistema inmunológico en personas que padecen cáncer. (13)

Igualmente recomendaban utilizarlo como complemento de la quimioterapia y la radioterapia convencionales. De hecho, las personas que reciben suplementación de reishi responden más favorablemente a estas terapias, aumentando en un 27% su eficacia y, por tanto, las posibilidades de remisión.

El reishi contribuye asimismo a disminuir los efectos negativos de la quimio y la radioterapia sobre el sistema inmunológico.

Pero… ¿y si además de dos setas medicinales como el shiitake y el reishi, sumamos la fuerza y el beneficio de dos plantas tradicionales? El resultado es un complemento nutricional anticáncer con una formulación única.

El ginseng: la planta que reduce el riesgo de cáncer

En 2016 se publicó una revisión general sobre las numerosas propiedades del ginseng (Panax ginseng). (14)

El ginseng posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antifatiga, cardioprotectoras, neuroprotectoras, inmunoestimulantes y antimicrobianas. También permite luchar contra los problemas respiratorios, la diabetes, la obesidad… e incluso contra determinados tipos de cáncer.

Numerosos estudios han demostrado los beneficios del ginseng para prevenir el cáncer:

  • El consumo de ginseng reduce en un 16% el riesgo de desarrollar un cáncer, según un metaanálisis que agrupaba 9 estudios clínicos con un total de 334.544 pacientes (de los que 7.436 eran casos de cáncer). (15)
  • Ese efecto preventivo se observa en la mayoría de los tumores, donde tras el consumo regular de ginseng se reduce el riesgo de incidencia de esta enfermedad. (16) (17)

En los pacientes que ya padecen cáncer, el ginseng también tiene numerosos beneficios en el tratamiento de diferentes tipos:

  • Cáncer de mama. Un estudio realizado sobre 1.455 mujeres ha demostrado que el consumo de ginseng mejora su esperanza y calidad de vida. (18)
  • Cáncer de estómago. Se ha demostrado que un extracto de ginseng aumenta en casi un 40% la esperanza de vida en los pacientes que están recibiendo quimioterapia. (19)
  • Cáncer de esófago. Otro estudio ha confirmado los beneficios del ginseng para aumentar la esperanza y la calidad de vida de los enfermos. (20)
  • Cánceres gástricos. Los pacientes operados de adenocarcinomas gástricos y que después consumieron ginseng regularmente duplicaron sus posibilidades de supervivencia 5 años después de su operación. (21)
  • Cáncer de pulmón. Otro estudio demostró que el ginseng mejora la eficacia de la quimioterapia en estos pacientes. (22)

El ginseng también reduce sensiblemente la fatiga relacionada con el cáncer o como consecuencia del tratamiento con quimioterapia. De esta forma, al devolver la energía a los pacientes, el ginseng aumenta las probabilidades de vencer la enfermedad. (23)

En los estudios científicos de referencia las dosis recomendadas van de 200 a 800 mg de ginseng en un extracto titulado al 7% de ginsenósidos. Esta es precisamente la dosis utilizada en el complemento que hoy he seleccionado: 280 mg de extracto de ginseng titulado al 20% en ginsenósidos, lo que le aportará 56 mg de este principio activo. (24)

Junto al shiitake, al reishi y al ginseng, una especia completa el “póker de ases” para proteger su sistema inmunitario: el jengibre.

El jengibre reduce las náuseas asociadas a la quimioterapia

Tal vez ya haya oído hablar del jengibre (Zingiber officinale) en relación a sus virtudes afrodisíacas.

Sin embargo, se trata antes que nada de una especia que posee numerosas propiedades medicinales. Combate las infecciones, la fatiga y los problemas digestivos (como vómitos, diarreas, etc.).

Pero además la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el uso medicinal del rizoma de jengibre para prevenir las náuseas. (25)

Y en el caso de los pacientes de cáncer, dos estudios demuestran que el jengibre reduce la incidencia y la severidad de las náuseas provocadas por un tratamiento de quimioterapia. (26)

Este efecto podría explicarse por el hecho de que esta especia, dadas sus propiedades digestivas, acelera el vaciado del estómago después de haber comido. (27)

En el complemento que hoy le recomiendo la dosis utilizada es de 250 mg de extracto de jengibre titulado al 5% en gingeroles, su principio activo más destacado.

Encuentre estos 4 activos naturales en una fórmula única

Por todo lo que hemos visto, el complemento nutricional Immuno Balance que he seleccionado para usted es una fórmula sin igual.

Los ingredientes activos que contiene y su precisa dosificación lo convierten en un arma poderosa para aquellos que sufren un grave déficit inmunitario como, por ejemplo, cuando se padece un cáncer.

Para elaborar esta fórmula los investigadores del laboratorio francés Cell’ Innov han recurrido a los últimos avances científicos en torno al sistema inmunitario para reforzarlo y hacer frente a las peores enfermedades.

Después, han añadido las mejores fuentes naturales de shiitake, reishi, ginseng y jengibre.

El resultado de la unión de estos 4 activos naturales inmunoestimulantes es una ventaja considerable para prevenir o luchar contra las enfermedades asociadas a un debilitamiento inmunitario.

Quiero señalarle que esta fórmula no tiene nada que ver con otros complementos que son muy habituales a estas alturas del año para estimular el sistema inmunológico contra las infecciones invernales (resfriados, gripe, gastroenteritis…) y que no son específicos para las personas que padecen una grave deficiencia inmunitaria, como ocurre en el caso de los pacientes con cáncer.

Si usted se encuentra en esta situación creo que Immuno Balance es sin duda el mejor aliado que puede encontrar en su lucha. Se recomienda tomar 8 cápsulas al día, 4 por la mañana y 4 por la noche.

¿Qué dirá su médico?

Si tiene la suerte de que su médico utiliza el shiitake, el reishi, el ginseng y el jengibre en beneficio de sus pacientes, es posible que incluso ya conozca este complemento y que lo recomiende:

  • Como prevención, para reducir el riesgo de cáncer.
  • Como acompañamiento en personas que estén siguiendo un tratamiento para el cáncer, para estimular su sistema inmunológico y luchar mejor contra las células tumorales; reforzar los efectos de la quimioterapia y la radioterapia, reducir la fatiga y las náuseas y favorecer la recuperación.
  • Como complemento para enfermos de cáncer (a menudo de próstata). Atención: siempre bajo supervisión médica.
  • Para las personas que se estén recuperando de la enfermedad, para reducir el riesgo de recaída.

Si usted o algún familiar están en una de estas situaciones, haga partícipe a su médico de su opinión. Háblele de este complemento e incluso imprima el texto y muéstrele las referencias científicas que se encuentran al final.

Si su médico se mantiene informado de los nuevos descubrimientos en la lucha contra el cáncer, probablemente ya habrá oído hablar de estas nuevas alternativas y sabrá integrarlas en su protocolo de cuidados.

Y si sólo se trata de prevenir el cáncer, seguro que se alegrará de que usted tome todas las precauciones a su alcance, que va a encontrar en este complemento.

Si lo desea, puede pedirlo en este enlace.

¡A su salud!

Felipe M. Miller

 

P.D: El shiitake, el reishi, el ginseng y el jengibre son activos 100% naturales conocidos y utilizados desde hace miles de años. Son totalmente seguros y sus únicas contraindicaciones afectan a las personas bajo tratamiento con anticoagulantes o antiagregantes, a las personas diabéticas y a aquellas con problemas de tiroides o renales. Por favor, en caso de tomar medicación por alguna enfermedad consulte previamente con su médico. Este complemento es solo para adultos y está desaconsejado en caso de embarazo y lactancia.

 

Fuentes:

  1. Tetsuro Ikekawa, « Beneficial effects of edible and medicinal mushrooms on health care », International Journal of Medicinal Mushrooms3, no4 (2001), 
  2. «Le champignon shiitake serait efficace pour lutter contre le cancer du col de l’utérus». Top Sante.
  3. W. Wang, X. Dai, et X. Ouyang, « [Efficacy of Lentinan combined with chemotherapy in advanced non-small cell lung cancer]. », Zhongguo fei ai za zhi= Chinese journal of lung cancer9, no1 (2006): 78–81.
  4. Hiroshi Nakano et al., « A multi-institutional prospective study of lentinan in advanced gastric cancer patients with unresectable and recurrent diseases: effect on prolongation of survival and improvement of quality of life. Kanagawa Lentinan Research Group. », Hepato-gastroenterology46, no28 (1998): 2662–2668.
  5. Efficacy of orally administered superfine dispersed lentinan (beta-1,3-glucan) for the treatment of advanced colorectal cancer. Hazama S, Watanabe S, et al. Anticancer Res. 2009 Jul;29(7):2611-7.

Clinical efficacy of superfine dispersed lentinan (beta-1,3-glucan) in patients with hepatocellular carcinoma. Isoda N, Eguchi Y, et al. Hepatogastroenterology. 2009 Mar-Apr;56(90):437-41.

Efficacy of oral administered superfine dispersed lentinan for advanced pancreatic cancer. Shimizu K, Watanabe S, et al. Hepatogastroenterology. 2009 Jan-Feb;56(89):240-4

  1. Xiaoshuang Dai et al., « Consuming Lentinula edodes (Shiitaké) mushrooms daily improves human immunity: A randomized dietary intervention in healthy young adults », Journal of the American College of Nutrition34, no6 (2015): 478–487.
  2. International Journal of Immunotherapy 98 : XIV() : 89-99.
  3. C. Kupfahl, G. Geginat, et H. Hof, « Lentinan has a stimulatory effect on innate and adaptive immunity against murine Listeria monocytogenes infection », International immunopharmacology6, no4 (2006): 686–696.
  4. Yoshino et al., « Immunoregulatory effects of the antitumor polysaccharide lentinan on Th1/Th2 balance in patients with digestive cancers. »
  5. Lina Zhang et al., « Correlation between antitumor activity, molecular weight, and conformation of lentinan », Carbohydrate Research340, no8 (2005): 1515–1521.
  6. Kai-ping Wang et al., « Structure and inducing tumor cell apoptosis activity of polysaccharides isolated from Lentinus edodes », Journal of agricultural and food chemistry61, no41 (2013): 9849–9858.
  7. «Champignon shiitaké : cru, il peut être dangereux pour la santé». Science et Avenir. 
  8. Xingzhong Jin et al., « Ganoderma lucidum (Reishi mushroom) for cancer treatment », The Cochrane Library, 2016.
  9. Seema Patel et Abdur Rauf, « Adaptogenic herb ginseng (Panax) as medical food: Status quo and future prospects », Biomedicine & Pharmacotherapy85 (2017): 120–127.
  10. Xin Jin et al., « Ginseng Consumption and Risk of Cancer: A Meta-Analysis », Journal of Ginseng Research40, no3 (juillet 2016): 269‑77.
  11. Taik-Koo Yun et Soo Yong Choi, « A case-control study of ginseng intake and cancer », International journal of epidemiology19, no4 (1990): 871–876.
  12. Taik-Koo Yun et Soo-Yong Choi, « Preventive effect of ginseng intake against various human cancers: a case-control study on 1987 pairs. », Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention4, no4 (1995): 401–408.
  13. Yong Cui et al., « Association of ginseng use with survival and quality of life among breast cancer patients », American journal of epidemiology 163, no 7 (2006): 645–653.
  14. Z. J. Chen et al., « [Effect of adjuvant chemotherapy of ginsenoside Rg3 combined with mitomycin C and tegafur in advanced gastric cancer]. », Zhonghua wei chang wai ke za zhi= Chinese journal of gastrointestinal surgery 10, no 1 (2007): 64–66.
  15. J. Y. Huang et al., « [Efficacy of Shenyi Capsule combined with gemcitabine plus cisplatin in treatment of advanced esophageal cancer: a randomized controlled trial]. », Zhong xi yi jie he xue
  16. Sung Ock Suh et al., « Effects of red ginseng upon postoperative immunity and survival in patients with stage III gastric cancer », The American journal of Chinese medicine30, no04 (2002): 483–494.
  17. Y. Sun et al., « [A randomized, prospective, multi-centre clinical trial of NP regimen (vinorelbine+ cisplatin) plus Gensing Rg3 in the treatment of advanced non-small cell lung cancer patients]. », Zhongguo fei ai za zhi= Chinese journal of lung cancer9, no3 (2006): 254–258.
  18. Debra L. Barton et al., « Wisconsin Ginseng (Panax quinquefolius) to improve cancer-related fatigue: a randomized, double-blind trial, N07C2 », Journal of the National Cancer Institute 105, no 16 (2013): 1230–1238.
  19. Yennurajalingam et al., « High-Dose Asian Ginseng (Panax Ginseng) for Cancer-Related Fatigue A Preliminary Report ».
  20. WHO Monographs on Selected Medicinal Plants – Volume 1 (1999)
  21. Julie L. Ryan et al., « Ginger (Zingiber officinale) reduces acute chemotherapy-induced nausea: a URCC CCOP study of 576 patients », Supportive care in cancer 20, no 7 (2012): 1479–1489. / Müzeyyen Arslan et Leyla Ozdemir, « Oral Intake of Ginger for Chemotherapy-Induced Nausea and Vomiting Among Women With Breast Cancer », Clinical journal of oncology nursing 19, no 5 (2015): E92–7.
  22. Ming-Luen Hu et al., « Effect of ginger on gastric motility and symptoms of functional dyspepsia », World J Gastroenterol17, no1 (2011): 105–10.

 

 

 


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