Las personas con obesidad suelen tener asociados problemas psicológicos como ansiedad o depresión. Recientes estudios(1) han señalado que tratar esos trastornos es la base necesaria para que el paciente se comprometa a cambiar sus hábitos diarios y de este modo logre adelgazar y mejorar su salud.
La relación entre obesidad y trastornos psicológicos se da porque las personas obesas tienden a sentirse rechazadas por la sociedad, lo que afecta a su autoestima y puede crear ansiedad. Y en ocasiones terminan utilizando la comida como vía de escape para gestionar sus emociones, como recompensa si están pasado por un momento difícil, ya sea en el trabajo, con la familia…
Por ello los investigadores de este estudio señalan que las personas con obesidad deben seguir terapias individualizadas de tipo psicológico. Solo así podrán gestionar sus emociones y ansiedad, lo que les ayudará a superar el problema que tienen y adoptar hábitos saludables (como hacer ejercicio o seguir una dieta adecuada) para perder peso y así mejorar su salud.
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