Los aceites esenciales cada vez se tienen más en cuenta dentro del ámbito hospitalario. El último ejemplo es el de un proyecto que se está llevando a cabo en la Universidad de Alicante(1), donde se está desarrollando un plástico especial que ofrece propiedades antimicrobianas a partir de aceites esenciales.
El objetivo final es emplear este plástico en las grandes superficies del hospital, como paredes y suelos, pero también para las mesas, camas o pomos de las puertas, que suelen ser los principales focos de infección bacteriana. De este modo se reduciría el riesgo de infecciones dentro de los centros sanitarios, gracias a la capacidad del plástico de eliminar varios tipos de gérmenes, así como de inhibir el crecimiento bacteriano en un 99%.
Para conseguir esta propiedad antimicrobiana se han combinado las nanoestructuras de la superficie del plástico con una mezcla de aceites esenciales de tomillo y orégano, muy empleados en aromaterapia.
Actualmente se está probando el plástico antimicrobiano en entornos reales, como es el Hospital Universitario de San Sebastián, para evaluar su eficacia, durabilidad y resistencia antes de llevarlo a otros centros sanitarios.
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