¿Quién no ha sentido alguna vez el molesto pinchazo de una afta? Aunque pequeñas, estas úlceras bucales pueden convertirse en grandes enemigas de nuestro día a día. Descubra cómo puede aliviar el dolor y acelerar su recuperación, gracias a 6 poderosas plantas medicinales.
Tal vez le ha pasado. Está disfrutando de una agradable comida, cuando de repente siente una punzada de dolor que le indica que algo no anda bien en su boca.
Y cuando mira con más detalle… ¡Sorpresa! Una pequeña úlcera bucal, más conocida como afta, ha hecho acto de presencia. Y aunque su tamaño es muy pequeño, de apenas un par de milímetros, el dolor que lleva asociado le impide disfrutar de esa comida… ¡O incluso hablar con normalidad!
Las aftas son pequeñas úlceras o llagas que aparecen en la mucosa bucal. Bien solas (es lo más común), bien formando pequeños grupos en la zona de las encías o la lengua.
Suelen tener un color blanquecino o amarillento en el centro, rodeado de un borde rojizo que indica que se ha producido una inflamación en la zona. Como consecuencia, suele experimentarse quemazón y dolor, que son sus principales síntomas. Y los casos más severos pueden ir acompañados de fiebre, inflamación de los ganglios y malestar en general.
Respecto a su origen, puede deberse a varios factores, siendo el estrés el más común. Y es que cuando estamos estresados el cuerpo libera cortisol, una hormona que en exceso afecta al sistema inmunitario. Como consecuencia, la mucosa bucal se vuelve más vulnerable a infecciones o desequilibrios que pueden desencadenar aftas.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que el estrés también puede alterar el pH y que este se vuelva más ácido. Por tanto, será más irritante, lo que también facilitará la aparición de esas úlceras bucales.
Y otro factor asociado a las aftas son los déficits nutricionales. Especialmente de vitamina B12 y de hierro, lo que puede ocurrir si se sigue una alimentación poco equilibrada, con un exceso de ultraprocesados y un bajo aporte de frutas y verduras frescas.
Respecto al tiempo, por regla general las aftas tardan entre 7 y 10 días en desaparecer. Pero ello no debe hacer que subestimemos a estas pequeñas intrusas de nuestra boca. Siempre debemos intentar acelerar la recuperación de la mucosa, además de aliviar la inflamación y el dolor.
Ahora bien, aunque existen enjuagues bucales destinados a este fin, usted también puede preparar su propio remedio antiaftas a partir de ingredientes 100% naturales. En concreto, gracias a estas 6 plantas de reconocidas propiedades medicinales.
La ajedrea (Satureja montana) es una planta antiespasmódica, carminativa, sedante, antidiarreica y antihelmíntica. Es útil tanto en caso de aftas, ya que ayuda a bajar la inflamación, como de caries infectadas, al mitigar el dolor. Y para obtener estos beneficios solo tiene que preparar una infusión con la planta entera, que debe usar como enjuague bucal.
El azafrán (Crocus sativus) es conocido sobre todo como condimento, para realzar el sabor de los platos. Pero también puede tomarse por vía externa, en forma de enjuague bucal, precisamente para tratar las aftas gracias a sus propiedades cicatrizantes.
Además, no tiene por qué acudir solo al pistilo para obtener todas sus propiedades (también es carminativa y emenagoga), que es la parte más cara de la planta. Los principios activos responsables de sus beneficios también se encuentran en las flores, con las que puede preparar la infusión.
La consuelda (Symphytum officinale) debe su nombre a sus propiedades cicatrizantes, capaces de “consolidar” las heridas. Esto lo debemos a sus principios activos más destacados, la alantoína y los alcaloides pirrolizidínicos, que también actúan como emolientes.
Ello hace que esta planta sea habitual en el tratamiento de úlceras y heridas de difícil cicatrización, como son precisamente las aftas. Para beneficiarse de estos efectos, aplique en este caso una cataplasma con la decocción de la raíz. Y es que no se recomienda tomar la consuelda por vía interna debido a sus alcaloides pirrolizidínicos, que pueden resultar tóxicos para el hígado.
La marialuisa (Lippia citriodora) destaca por sus propiedades estomacales, expectorantes y espasmolíticas, de las que puede beneficiarse tomando una tisana de sus hojas o haciendo vahos. Pero si prepara una cataplasma, también a partir de sus hojas, puede utilizarla por vía externa para combatir el dolor de muelas y mitigar las aftas.
Del moral (Morus nigra), también conocido como “morera”, se pueden aprovechar tanto sus frutos como sus hojas. Estas últimas son astringentes e hipoglucemiantes, por lo que se recomiendan como complemento a los tratamientos de diabetes.
Y respecto a las moras, su fruto, actúan como laxantes y expectorantes, además de ser útiles (en forma de enjuagues bucales) en caso de aftas. A este respecto, aunque hay moreras negras y blancas (Morus alba), interesan las primeras por tener más antocianidinas, de propiedades antioxidantes.
Por último, del saúco (Sambucus nigra) se utilizan sus bayas como remedio antirreumático. ¡Pero sus flores también son muy útiles! Con ellas puede preparar una infusión para hacer gárgaras y mitigar tanto las aftas como las afecciones de la faringe.
Y, si hace con ellas una cataplasma, puede usarlas por vía externa para mitigar los golpes, contusiones e inflamaciones gracias a sus propiedades antineurálgicas.
Como ve, la Naturaleza pone a su disposición un botiquín verde de lo más variado, también para el cuidado de su boca.
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