Le escribo para informarle de que estamos a punto de cerrar la lista de destinatarios del próximo número de Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar, que se envía a principios de cada mes.
Este número de Los Dossiers trata de algo que nos concierne absolutamente a todos, hombres y mujeres, adultos y niños; absolutamente a todos. Se trata de los aditivos, esas sustancias sin valor nutritivo que se añaden a los alimentos con el fin de aumentar su conservación, sus cualidades o simplemente hacerlos más atractivos de cara al consumidor. Así, se les añaden colorantes para mejorar su aspecto visual, emulsionantes o espesantes para mejorar su textura, edulcorantes para aportarles un sabor dulce, potenciadores del sabor en alimentos salados…
Cerramos el listado de envíos de este Dossier el día 3 de septiembre, para asegurarnos de que el envío de ejemplares se realiza sin contratiempos.
Si desea apuntarse y recibirlo usted también, debe hacerlo cuanto antes y, como máximo, antes de las 23:59 horas del próximo jueves 3 de septiembre. Pasada esa hora, será demasiado tarde.
¡Se lo digo con antelación para que luego no diga que no le avisé!
Hay aditivos completamente inocuos, otros ante los que hay que tener precaución y otros que claramente hay que evitar tomar, pues son perjudiciales para la salud.
Si piensa que el hecho de que hayan sido autorizados por la Unión Europea debería darle tranquilidad a la hora de consumirlos, desgraciadamente está muy equivocado.
Por ejemplo, hay aditivos que están permitidos en Europa (y que por lo tanto se añaden tranquilamente a los alimentos que compramos en el supermercado) y que sin embargo hace tiempo que están radicalmente prohibidos en otros países, como Estados Unidos o Australia.
El caso del fósforo es especialmente paradigmático.
La alimentación moderna aporta fácilmente una dosis de fósforo cuatro veces superior a la recomendada. A estos niveles, el fósforo se convierte en un veneno que aumenta de manera considerable el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, de los huesos y de los riñones.
Los aditivos fosfatados están permitidos por Europa, y nos los encontramos enmascarados en multitud de alimentos de consumo diario (refrescos, quesos, lácteos, embutidos, surimi, productos de panadería…).
Europa, consciente del problema, ha decidido volver a evaluar estos aditivos antes del 31 de diciembre… ¡de 2018! Mientras tanto, los fabricantes siguen añadiéndolos a los productos y los consumidores tomándolos, cuando lo cierto es que al menos ocho aditivos con fosfatos en concreto deberían estar radicalmente prohibidos (y probablemente pasarán a estarlo a partir de 2018).
En el número de septiembre de Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar, Thierry Souccar ha hecho un formidable trabajo, examinando a fondo los aditivos más utilizados por la industria alimentaria y elaborando una lista cerrada de 20 aditivos malos para la salud, para que usted sepa por qué son perjudiciales y en qué alimentos se encuentran, para que pueda evitar o limitar los productos que los contienen y así ahorrar a su organismo esas dosis camufladas de “veneno”.
En el Dossier “20 aditivos alimentarios que debe evitar” encontrará:
Este Dossier sin duda es la guía más útil, rigurosa y realista que existe para ayudarle a realizar la compra diaria de forma inteligente.
Como le he dicho, el próximo jueves día 3 de septiembre a las 23:59 horas cerramos la lista de destinatarios a los que enviaremos este Dossier sobre los aditivos. Es la hora límite para poder recibirlo (será el primero de su suscripción anual a Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar).
Por eso le animo a apuntarse ya mismo a la lista para asegurarse de que usted también lo recibirá.
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Una pena que Europa permita esto, ¡con todos los recursos que tenemos!
Una vez recibida la información, cada cual debe actuar desde sus posibilidades, sin esperar a ver qué hacen los demás y, desde luego, ser consecuente con las propias decisiones. Ese puede ser el principio de una rebeldía global que le haga frente a tanto prevaricador «oficialmente autorizado».
Saludos.
Sí. Cada cual debe actuar tal como esté preparado pero no hay derecho a que «engañen» a los que no lo están. Todo esto hace muchísimos años que Sr sabe. Pero les cuesta creer a algunos y con carreras. Una pena.