Por favor, lea atentamente lo que le voy a decir, pues lo que está en juego es su salud.
Si va al médico con dolor de garganta, picor, dificultades para tragar, ronquera, tos, e incluso si tiene fiebre, ¡no acepte a las primeras de cambio que le digan que tiene que tomar antibióticos! Los médicos de nuestro país tienen la mano muy rápida a la hora de prescribir antibióticos en caso de amigdalitis.
Es casi automático. Entra un paciente en la consulta con esos síntomas y sale con una receta de antibióticos en la mano.
¡No deje que le ocurra!
Ni aunque tenga fiebre, esputo purulento o le gotee la nariz. ¡Es probable que el médico se equivoque al recetárselos!
Y no solo lo decimos nosotros, sino que es un clamor entre los expertos: en las consultas de los médicos españoles, ante infecciones del tracto respiratorio se recetan antibióticos innecesariamente.
A estas alturas se sabe de sobra que el beneficio de los estos medicamentos es nulo en la mayoría de las infecciones del tracto respiratorio superior (rinitis, otitis, faringitis, amigdalitis, sinusitis y bronquitis, e incluso en muchos casos de exacerbaciones de bronquitis crónicas y de enfermedad pulmonar obstructiva crónica –EPOC-). (1) (2) (3)
Y sin embargo los médicos siguen y siguen mandando antibióticos (y los pacientes incluso protestando si no se los prescriben).
Mire el gráfico que sigue.
Muestra el espeluznante porcentaje de veces que los médicos de atención primaria de nuestro país prescriben antibióticos en cada diagnóstico de este tipo de infecciones del tracto respiratorio superior.
Y ello pese a que, tal y como ha visto, la mayoría de las veces no sirven para nada, dado que o bien obedecen en su mayoría a infecciones víricas (y ante los virus los antibióticos no sirven) o bien se trata de infecciones que se curan solas (es decir, que evolucionarían igual con o sin medicación).
El estudio que ha cuantificado estos datos lo puso en marcha la Unión Europea precisamente con el objetivo de conocer el tratamiento antibiótico que se estaba administrando en nuestro país y mejorarlo, atajando este despropósito. (4)
Fíjese en lo que dice este estudio respecto a los médicos españoles:
Lo peor de todo es que este abuso de antibióticos no solo somete a los pacientes a multitud de efectos secundarios absolutamente para nada, sino que está contribuyendo a la creación de resistencias. En otras palabras: los antibióticos están dejando de funcionar. (8)
Los mandan cuando no hacen falta y para cuando realmente son necesarios ya no hacen efecto.
Hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lleva años alertando del inmenso problema de las resistencias a los antibióticos, ha puesto en marcha un curso online dirigido a los médicos para enseñarles a recetar antibióticos de forma prudente y adecuada. (9)
Estará conmigo en que usted no puede permanecer pasivo ante esta situación.
No puede esperar a que los médicos hagan el curso de la OMS, que es voluntario, para concienciarse de una vez por todas; ni a que por fin se den cuenta de que ante los cuadros típicos de amigdalitis no pueden tirar sin más de penicilina.
Usted no puede ser parte de ese 88,9% de personas que llega a la consulta moqueando, con fiebre y dolor de garganta y salen tomando unos antibióticos que no solo no necesita sino que le perjudica.
Si cuando usted va a consulta con síntomas de amigdalitis el médico le prescribe antibióticos porque sospecha que existe una infección por estreptococos (que justificaría el uso de antibióticos), pídale que se asegure de ello mediante un test rápido.
Esta prueba de detección del antígeno estreptocócico (TRDA) tarda unos 20 minutos en hacerse y permite comprobar si la toma de antibióticos es realmente necesaria.
La alternativa no es aguantar el dolor de garganta, las dificultades para tragar, la ronquera, la tos y la fiebre, sino actuar de otra forma, con soluciones naturales eficaces e inocuas.
Como el aceite esencial de ravintsara diluido en miel de acacia, muy eficaz como antiviral en las amigdalitis. O como el aceite esencial de ciprés en caso de afonía aguda. O las soluciones de yemoterapia a base de brotes de abeto común y de grosellero para aliviar el dolor.
Hay INFINIDAD de soluciones naturales con una acción espectacular de las que jamás le va a hablar el médico en la consulta y que usted debe conocer.
Por eso hemos preparado un “Especial amigdalitis” que hemos incluido en el nuevo número de Plantas & Bienestar, y con el que podrá mantener a salvo su garganta, y tratarla en caso de infección, con resultados sorprendentes.
Le permitirá:
Este invierno no se resigne a que el frío y la humedad le declaren la guerra a su garganta. Ni ceda ante los medicamentos (especialmente a los antibióticos) para atajar unos síntomas que tienen solución gracias al poder curativo de las plantas.
Esta es la información que tanto usted como su familia necesitan para cuidar de verdad su garganta y su salud.
Ojalá cada vez que una persona va al médico con dolor de garganta los médicos le “recetaran” un ejemplar de Plantas & Bienestar… ¡Cuántos problemas derivados del abuso de antibióticos se evitarían!
Usted sí puede conseguirlo.
Pida aquí el nuevo número de Plantas & Bienestar y enseguida lo recibirá en su casa.
Estoy seguro de que le encantará. Pero en cualquier caso usted no se arriesga a nada, ya que cuenta con nuestra GARANTÍA DE SATISFACCIÓN, lo que significa que si una vez ha empezado a recibir la publicación cambia de opinión, tiene 30 días para darse de baja y recuperar los 25 euros que cuesta la suscripción durante todo un año (12 números).
No espere más para adentrarse en el fascinante universo del poder curativo de las plantas. Puede suscribirse haciendo clic en el siguiente botón:
Haga clic aquí para recibir su ejemplar.
Fuentes:
Artículos relacionados