Las personas con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar también esta enfermedad. Partiendo de esta base un grupo de investigadores ha querido estudiar los efectos que tendría el ejercicio físico a la hora de reducir ese riesgo(1).
Para comprobarlo llevaron a cabo un estudio que contó con 5.129 personas que tenían antecedentes familiares de diabetes; todos los participantes debieron realizar cuestionarios sobre la actividad física que hacían a diario.
Observaron así que las personas en cuya familia ya había casos de diabetes tipo 2, tenían un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, independientemente de cuál era su nivel de actividad física. No obstante, ese riesgo aumentaba si además llevaban una vida sedentaria. En concreto el riesgo aumentaba un 5,49 entre las mujeres y un 8,16 en el caso de los hombres.
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