Automedirse la presión arterial mejora el control de la hipertensión

La automedición de la tensión arterial por parte de los pacientes con hipertensión mejora el control de esta afección. Así concluye un estudio que ha contado con 219 pacientes de más de 40 años con hipertensión (es decir, con una presión arterial sistólica superior a 145 mm Hg y/o diastólica superior a 90 mm Hg).

Los participantes fueron divididos en dos grupos. Con los del primero fue el médico quien midió su presión arterial y, según los resultados, ajustó la medicación que estuvieran tomando (si era necesario). Y la otra mitad siguió un plan individualizado y prestablecido, basado en el autocontrol de la presión arterial y el posterior ajuste del tratamiento.  

El objetivo era evaluar la efectividad de esa automonitorización, sobre todo en pacientes con los que existe un mal control de su presión arterial. Por ejemplo, debido al denominado “efecto delabata blanca”, que hace que se obtengan datos erróneos por el nerviosismo en el momento de la medición.

Pues bien, tras un seguimiento de 24 meses, los resultados mostraron que la automedición arterial conllevó una reducción de 3,4 mm Hg de la presión arterial sistólica y de 2,5 mm Hg de la diastólica. Y, a su vez, esa reducción se asoció a un 14% menos de riesgo de sufrir eventos cardiovasculares en general, a un 28% menos de accidentes cerebrovasculares y a un 25% de muerte cardiovascular.

Con esta medida se pone el foco de atención en el hecho de que el paciente sea más responsable de su enfermedad cardíaca. Ahora bien, para ello hay que asegurarse de medirse la presión arterial de manera errónea. Compruebe aquí si usted lo está haciendo bien.